Continuamos con los artículos dedicados a los minerales, esos nutrientes tan necesarios para nuestro organismo y que debemos de intentar administrarlos con una correcta alimentación diaria. Ya hemos hablado del calcio, el hierro o el magnesio, en esta ocasión hablamos de otros cuatro minerales que aunque no suelen mencionarse, sus propiedades son muy importantes.
Estos son el boro, el cobalto, el cromo y el cobre, oligoelementos esenciales que cuentan con funciones destinadas a reforzar, proteger y prevenir diferentes problemas de salud. Os presentamos estas propiedades, los síntomas al presentar carencias del mineral, las fuentes recomendadas y las indicaciones terapéuticas.
Contenido
Boro
Se tratra de un oligoelemento presente en la mayoría de los vegetales y cuyo consumo es imprescindible para gozar de una salud óptima. La administración de boro a las mujeres postmenopáusicas previene la pérdida de calcio y la desmineralización ósea. Por otra parte, se ha demostrado que los habitantes de zonas con un suelo rico en boro tienen menor probabilidad de sufrir artritis.
- Contribuye al mantenimiento de los niveles de hormonas y minerales necesario para la salud de los huesos. Reduce en gran medida las condiciones alergénicas e inflamatorias que son típicamente asociadas con la artritis reumatoide.
- Puede reducir la descalcificación en las mujeres después de la menopausia. El boro puede ayudar a aliviar los síntomas como los sofocos y los sudores nocturnos que normalmente se asocian con la menopausia, y asegura que los niveles de minerales se mantienen en niveles adecuados, ya que las mujeres posmenopáusicas a menudo sufren de desequilibrios hormonales que pueden sesgar muchos de los sistemas más importantes del cuerpo.
- Contribuye a la prevención de la osteoporosis.
- Fomenta el desarrollo muscular.
- Disminuye infecciones por hongos. Protege al cuerpo de una serie de ataques de parásitos tales como Candida Albicans y otras infecciones fúngicas desagradables.
- Bueno para el colesterol. El boro ayuda a reducir la acumulación de lípidos y permite la eliminación de colesterol a través de diversos medios, lo que reduce las posibilidades de desarrollar enfermedades como la aterosclerosis y coágulos de sangre, y proteger el cuerpo contra los accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.
Síntomas carenciales
No se conocen bien, aunque pueden aparecer enfermedades óseas como la osteomalacia y la osteoartritis, liminatación del crecimiento, problemas de metabolismo del calcio, magnesio y fósforo y aumento de los efectos del estrés en el organismo.
Aspectos a tener en cuenta
El boro puede ser tóxico en dosis de más de 100 mg. Los síntomas de toxicidad son erupciones cutáneas, vómitos, diarrea, circulación sanguínea deficiente, conmoción e incluso coma.
Se cree que el boro aumenta los niveles de testosterona y estimula el desarrollo muscular de los hombres, por lo que se suele administrar a los atletas y culturistas.
Normalmente, el boro se absorbe y se excreta a través de la orina. Sin embargo, en las personas con problemas renales, este mineral podría acumularse en el corazón, los riñones, el cerebro y los tejidos.
¿Cómo obtener boro con la alimentación?
Las frutas como manzanas, naranjas, uvas rojas, peras, ciruelas, kiwis, pasas, dátiles, así como ciertos vegetales, aguacate, soja y frutos secos son fuentes ricas en boro. Garbanzos, judías borlotti, avellanas, pasas, frijoles rojos, tomate, lentejas, aceitunas, cebolla y la cerveza son también fuentes notables de boro.
Cobalto
El cobalto es otro de los minerales esenciales y componente de la vitamina B12. La cantidad de cobalto del organismo depende de su contenido en el suelo y, por tanto, en los alimentos que consumimos. La mayoría de las personas no sufren carencias de cobalto, aunque éstas son frecuentes en los vegetarianos. El organismo sólo lo necesita en muy pequeñas cantidades y su principal función, para algunos la única, es la prevención de la anemia.
Colabora con la vitamina B12 en:
- La producción de glóbulos rojos.
- El mantenimiento del buen funcionamiento del sistema nervioso. Repara las capas protectora de las células nerviosas (mielina), asegurando la protección de las células contra el daño de los radicales libres.
- Favorece la absorción del hierro, otro de los minerales imprescindibles.
Síntomas carenciales
No existen síntomas específicos de carencia de cobalto, pero en tanto que componente de la vitamina B12, una ingestión insuficiente puede producir anemia.
Aspectos a tener en cuenta
Un exceso de cobalto o de sus componentes puede provocar náuseas, cardiopatías, afecciones renales, trastornos nerviosos.
Como hemos comentado, el consumo del cobalto favorece la producción de glóbulos rojos, pero en exceso puede provocar una excesiva producción que deriva en un aumento del volumen de sangre.
El cobalto no se suele presentar en forma de suplemento, sino que se incluye en polivitamínicos del complejo B.
¿Cómo obtener el cobalto en la alimentación?
A través de hortalizas verdes de hoja, carne, hígado, leche, ostras y almejas.
Cromo
Es un importante regulador del azúcar en la sangre y se ha aplicado con éxito en el tratamiento de la diabetes. El cromo actúa como un factor de tolerancia de glucosa (GTF), estimula la actividad de la insulina, regula el nivel glucosa en la sangre al fomentar su absorción en músculos y órganos, estimula el metabolismo de la glucosa, regula los niveles de colesterol y grasas en la sangre, reduce la arterioesclerosis, estimula la síntesis de proteínas, aumenta la resistencia a las infecciones y suprime los sufrimientos causados por el hambre.
El organismo necesita cromo, magnesio y vitaminas del grupo B para metabolizar el azúcar, por lo que una dieta con exceso de azúcar elimina rápidamente estos nutrientes del organismo. Existen datos que indican que la dieta occidental, rica en azúcar y alimentos elaborados, aporta una cantidad insuficiente de cromo.
Síntomas carenciales
Diabetes (especialmente en la edad adulta), hipoglucemia, fatiga, cambios de humor, colesterol alto y arterioesclerosis.
Aspectos a tener en cuenta
La toxicidad es poco frecuente porque el organismo absorbe menos del 10% de la ingestión de cromo.
Los suplementos de cromo producen pesadilas en algunas personas.
Los diabéticos sólo deben tomar cromo por recomendación médica.
El cromo es beneficioso para las personas que tienen cambios del humor asociados a la caída del azúcar en la sangre y los que sigan dietas de adelgazamiento, ya que reduce el apetito.
Se consideran adecuados para la mayoría de personas el consumo de hasta 200 mcg, que pueden aumentarse con fines terapéuticos.
¿Cómo obtener el cromo en la alimentación?
Con el hígado, alimentos integrales, carne, queso, levadura de cerveza, melaza, champiñones y yema de huevo.
Cobre
Dentro de los minerales, el cobre contiene multitud de propiedades, es uno de los más ricos. Tanto el cobre como el hierro son necesarios para la síntesis de la hemoglobia en los glóbulos rojos. El cobre también es importante para la producción de colágeno, elemento responsable de la salud de los huesos, piel y cartílagos. Es uno de los minerales antioxidantes que protegen de los daños producidos por los radicales libres.
- Es necesario para la producción de hormonas adrenales.
- Facilita la absorción del hierro.
- Es necesario para fortalecer los vasos sanguíneos y el tejido conectivo.
- Es necesario para la producción de energía.
- Actúa como antioxidante.
- Conserva las fibras nerviosas.
- Es necesario para la asimilación de vitamina C.
- Posibilita el uso de la tirosina, que aporta color a la piel y el cabello.
- Regula el colesterol.
- Inactiva la histamina.
Síntomas carenciales
Anemia, edema, problemas de pigmentación cutáneas, reumatismo, artritis, hemorragias, problemas capilares, irritabilidad, pérdida del gusto.
Aspectos a tener en cuenta
Una ingestión excesiva (10 mg), puede producir vómitos, diarrea, dolores musculares, depresión, irritabilidad, nerviosismo y demencia, aunque los casos de toxicidad son muy poco frecuentes.
No serán necesarios suplementos si se sigue una alimentación equilibrada, rica en alimentos integrales y hortalizas verdes de hoja.
Los suplementos que no contienen cobre pueden causar carencias, ya que pueden aportar nutrientes que dificultan su absorción, como el zinc. Se debe separar la ingestión de zinc y cobre con unas horas, salvo si se administran en un polivitaminico equilibrado.
¿Cómo obtener cobre en la alimentación?
A través del consumo de aguacates, hígado, melaza, alimentos integrales, marisco, frutos secos, fruta, ostras, riñón y legumbres.