Aprovechar los recursos de la Naturaleza es una de las mejores opciones a la hora de alimentarnos. Las frutas siempre, sin excepción, deberían tener una fuerte presencia en nuestra dieta, pero es en verano cuando cobran más protagonismo por la dosis extra de hidratación que nos aportan.
Para elegir las mejores frutas de verano, tan solo debes echarle un vistazo a lo que la Naturaleza nos ofrece durante estos meses. Las frutas de temporada siempre serán la mejor opción, no solo porque ahora es cuando están mejor de precio, si no porque su estado de maduración también es el más adecuado.
¿Qué tener en cuenta para elegir las frutas de verano?
Cada temporada del año tiene unas características especiales. Mientras que en invierno necesitamos alimentos contundentes para preparar nuestro cuerpo para el frío, en verano las necesidades son radicalmente opuestas. Alimentos frescos para bajar algunos grados la sensación térmica, con bajo contenido calórico para no darle pesadez a nuestro organismo y, sobre todo, con mucha agua para hidratarnos por dentro.
Los golpes de calor son una realidad cada verano, un problema que podríamos evitar con una correcta hidratación, no solo con la bebida, también con la comida.
¿Cuáles son las mejores frutas de verano?
La sandía y el melón son probablemente las frutas más representativas de cada verano, pero aún mucha más variedad para que puedas jugar con ellas sin aburrirte y cambiar sabores y texturas cada día. Otras de las frutas de verano preferidas son los albaricoques, las fresas y las cerezas, tres ingredientes perfectos para tomar en el postre o en la merienda. Las peras de verano también juegan un importante papel por estar constituidas casi exclusivamente de agua. Por último, más exóticos pero también deliciosos, son el coco y la piña. Esta última, como ya sabes, es un alimento muy diurético con un alto protagonismo en las dietas para perder peso.
Como ves, todas ellas son frutas que cumplen los tres requisitos mencionados en el punto anterior: frutas frescas, con pocas calorías y con un alto contenido de agua.
Cómo tomar las frutas de verano:
Si algo tiene el verano, es que la alimentación se vuelve mucho más sencilla y espontánea. Al no necesitar platos calientes, muy elaborados y consistentes, algo tan sencillo como un bol de frutas troceadas se puede convertir en una cena perfecta, rica en nutrientes y propiedades.
Los batidos también se convierten en protagonistas absolutos de esta temporada. Las frutas de verano son perfectas para crear riquísimas combinaciones con ellos y disfrutar de una merienda sana, refrescante y deliciosa.
Crear helados caseros con frutas de verano es perfecto para conseguir que los niños se las coman sin protestar y aprovechar todas sus propiedades.
Por último, como tentempié a media mañana también son una buena opción. Cuando vayas a la playa, no olvides llevar un par de piezas en la nevera portátil, nada más refrescante que tomar una rica fruta en la orilla del mar.