Para cuidar nuestra salud, debemos comenzar por cuidar nuestra alimentación, ese aliado al que no siempre le prestamos toda la atención que merece. Comer bien no es solo una cuestión estética o de peso. Comer bien es garantizarnos una buena salud, una vida más saludable y un estado físico mejor. ¿Quieres algunos consejos? En nuestro blog encontrarás muchos, pero hoy sumamos uno más a nuestra larga lista: comer semillas a diario.
Te contamos por qué debemos comer semillas todos los días, sus beneficios y todo lo positivo que nos aportan.
Beneficios de comer semillas a diario
Existen muchísimos tipos de semillas. Las más comunes o habituales, las de girasol, calabaza, trigo, lino, sésamo o melón. Todas ellas son comestibles y tienen propiedades excelentes sobre nuestra salud, sin embargo, no solemos incorporarlas a nuestra dieta.
Las pipas de girasol, las dejamos para esas tardes de fútbol, pero… ¿por qué no tomarlas siempre en la merienda? Cambia hábitos y refuerza tu salud.
Alimento nutritivo muy completo:
Las semillas por lo general tienen una riqueza nutritiva excepcional. Entre otros, incorporan una cantidad ingente de antioxidantes, vitaminas, grasas de calidad buena y proteínas. Además, son muy digeribles, de asimilación rápida y bajas en colesterol.
Energía por un tubo:
Acudir a las semillas es acudir a una fuente de energía increíble. No solo a nivel físico, ayudándonos a tirar del carro, a sentirnos más enérgicos e incluso a tonificar nuestro cuerpo, también son muy buenas para darnos energía en el alma: sentirnos mejor física, mental y emocionalmente, el trío que no debemos dejar pasar.
Por ello, los especialistas recomiendan tomar un puñadito de semillas con el desayuno. Puedes tomarla sobre el pan, mezcladas con el yogur o simplemente consumir un puñadito antes o después de la leche. Notarás la diferencia.
Para luchar contra el colesterol:
El colesterol no es ningún juego de niños. Aunque nos pueda parecer inofensivo o irrelevante en nuestro caso, debemos ir controlándolo para que no se pase de los niveles aceptables. En este caso, las semillas nos ayudan a reducir no solo el colesterol malo, también los triglicéridos, dos conceptos que suelen estar relacionados.
Tómalos no solo para reducirlo, también para prevenirlos. ¡La prevención es vida!
Rica en antioxidantes:
El primero de los beneficios que hemos mencionado es precisamente su riqueza en nutrientes en general y en antioxidantes en concreto. La Vitamina E contenida en la mayoría de los diferentes tipos de semillas es la responsable de aportarnos esta enorme cantidad de antioxidantes.
¿En qué nos pueden ayudar? Nos ayudan a frenar el envejecimiento no solo externo, también celular, orgánico y de tejidos, así como proteger nuestras defensas y reforzar nuestro sistema inmunológico.
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