Hemos estado comentando en otros artículos acerca de lo que podemos considerar fallos de memoria, como es el caso de la letológica.
Y en la mayoría de los caso recurrimos a la bien fundada preocupación de que pueden estar relacionados con los acontecimientos propios del envejecimiento, o en otros casos de enfermedades como es el caso del Alzheimer. Pero para todos podemos buscar simples soluciones que nos ayudarán a mejorar la memoria.
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A unos y otros, es decir, al lógico desarrollo de procesos que no tienen que ver con enfermedad alguna o aquellos que verdaderamente guardan relación con enfermedades serán objeto y propósito de nuestra atención potencial en estas simples soluciones que nos ayudarán en los fallos de memoria.
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Pero, a fin de cuentas ¿qué es la memoria?
Dice el viejo refrán que “recordar es volver a vivir”. Y es así de simple. Y podemos recordar y mucho más en virtud de las características anatómicas, es decir estructurales, asi como funcionales que tiene el cerebro humano.
Pero lo más increíble es la gran diversidad de funciones que puede cumplimentar. Y no por casualidad esta la memoria como una de las más trascendentales y esenciales para los seres humanos.
Y es que la memoria actúa como el centro rector de todas nuestras actividades intelectuales. Sin memoria hasta dejamos de ser quienes somos, perdemos hasta la identidad, ese don que nos permite diferenciarnos y ser quienes somos.
Y esta importante función, recordar o memorizar, está basada en la capacidad que tiene nuestro cerebro de crear redes funcionales que establecen conexiones que se pueden perder y ahí empiezan a surgir los temidos fallos de memoria.
Claro está el proceso en si no es tan simple como lo describimos. Esto nos lleva a considerar una ecuación representativa. La salud del cerebro es igual a tener una buena memoria.
Cualquier proceso que rompa el equilibrio del cerebro puede afectar la memoria. Ese es el caso de la enfermedad de Alzheimer en la que existe el depósito de sustancias de naturaleza química que afecta el buen funcionamiento del cerebro expresándose en primera instancia por la pérdida parcial o total de la memoria.
Hablamos de memoria…sin embargo hay más de una
Se reconoce la existencia de diferentes tipos de memoria. Veamos una de las tantas clasificaciones existentes:
Memoria explicita: es aquella forma de memoria que permite recordar de forma consciente, y se expresa a diferentes plazos, a largo plazo o corto, es decir, inmediato.
Otro acercamiento nos permite clasificarla teniendo en cuenta los sentidos y así encontramos memoria:
- visual
- auditiva
- olfativa
- táctil
- gustativa.
Otra forma de clasificarla es en función de cómo se caracteriza. Y así encontramos memoria fotográfica, numérica, de trabajo, episódica, semántica, , musical, entre otras formas.
Algunos consejos para mitigar el efecto de los molestos fallos de memoria…
Ejercitar la memoria
Con anterioridad describimos el cerebro como una red funcional de circuitos. Si las conexiones fallan por cualquier razón deja de funcionar una zona. Y es el caso de una casa…si se moja un circuito eléctrico existe fallo de la zona de la casa que recibía electricidad a través de ese circuito. Algo similar pasa en los seres humanos.
Tenemos circuitos que establecen las interconexiones que son susceptibles de sufrir daño. Una forma de evitarlo es repasar esos caminos que se logra a través de realizar actividades de carácter repetitivas, o en otras ocasiones generar nuevas circunstancias sinónimo de nuevos problemas que exigen nuevas soluciones. Y al final estamos ejercitando la memoria.
De esa forma estamos estimulando la actividad del cerebro. Puede ser por caminos trillados o por nuevas rutas. Identificar una vieja palabra conocida o incorporar el significado de una nueva. ¿Acaso eso no es un crucigrama?
Y si lo haces con soluciones aritméticas, es decir con números ¿no es el Sudoku? Claro está la clave para que estas y otras alternativas tengan éxito transita por la concentración y dedicación temporal a este tipo de actividad.
En otros términos, cuando estés haciendo algo de esto reclama que eso sea el centro absoluto y único de tu actividad intelectual en ese momento. Y eso está fundamentado en que procesar cualquier información reclama en el orden de unos ocho segundos, de ahí que la concentración se convierte en una pieza clave; estar distraídos solo servirá para obviar lo que tenemos delante de nosotros.
Otra consideración es que si bien pueden ser de naturaleza repetitiva deben generar un esfuerzo, deben ser un reto y como todo ejercicio la carga debe ser de naturaleza creciente. Digamos, aumentar el nivel de complejidad ayuda a lograr el propósito.
En ocasiones imponernos el aprendizaje de nuevas actividades se convierte en la vía más idónea. Ejemplo típico, independientemente de la edad que tengas, el reto de aprender un nuevo idioma se convierte en una alternativa muy loable. O aprender a bailar o tocar algún instrumento musical…en fin cualquier actividad que te motive, más que eso te obsesiones y apasione, esas son las adecuadas. ¡Aprovéchalas!
Actividad física
Se dice y se ha demostrado en monos y chimpancés, en virtud de la condición de ser nuestros primos hermanos, de ahí la denominación de primates no humanos; y no se justifica que en muchas ocasiones, a veces indebidas, los utilizamos como modelos experimentales para demostrar nuestras hipótesis.
Pero no es el caso para los estudios de memoria realizados con monos que se utilizó un diseño que demostró que el ejercicio físico realizado de forma regular ayudaba a los primates en el aprendizaje de nuevas habilidades. Pero lo llamativo no es que sirviera de soporte para incorporar nuevos conocimientos y habilidades sino que incrementaba la velocidad de aprendizaje haciéndolo dos veces más rápido con relación a aquellos que no realizaban actividad física alguna.
Además de contribuir al establecimiento de nuevos circuitos neuronales los ejercicios que contribuyen al incremento del ritmo cardíaco, como son los aeróbicos o cardios, entre otros, que se caracterizan por generar que se incremente el flujo de sangre en el cerebro y así el aporte de oxígeno al cerebro, contribuyendo a reducir el riesgo de padecer der enfermedades cardiovasculares y depresión, situaciones que a su vez contribuyen de forma determinante en la pérdida de memoria.
Alimentación sana
Mantener una dieta sana sobre la base de frutas y vegetales, utilizar infusiones como es el caso de los te, chocolates así como ingerir carbohidratos complejos como son el arroz y el pan integral, granos que contribuirán a mantenerte sano y por lo tanto, también a tu memoria. No olvidemos el aporte del consumo moderado del buen vino rojo y pescado fresco.
Cero estrés
Sin lugar a dudas el estrés puede ocasionar daños en algunas partes del cerebro, sobre todo aquellas relacionadas la región del cerebro adonde se centralizan los recuerdos, en otros términos, la memoria.
Luchar contra el estrés ayudará a evitar algunas enfermedades como es la diabetes mellitus y la hipertensión arterial.
Reír es parte de la vida…
…así me decía una persona que no tenía título académico, salvo el más preciado, el que otorga la vida, sobre todo si es bien aprovechada. Tambien en el mundo contemporáneo aprovechamos las enseñanzas de la medicina tradicional y es el caso cuando de reír se trata.
Existen elementos sustantivos de que la risa estimula la respuesta inmunológica; pero también activa algunas áreas del cerebro contribuyendo en generar nuevos circuitos de neuronas.
Se describe que estimula las áreas del cerebro relacionadas con la asociación de ideas y la creatividad, lo que puede aumentar la capacidad para determinadas acciones lo que contribuye en el asentamiento de recuerdos nuevos.
En síntesis incorporar la risa entre nuestras cotidianas actividades, como es seleccionar compañías divertidas, asistir a actividades que generen felicidad a través de la risa como pueden ser espectáculos teatrales, películas entre otras y evitar los dramas y tragedias. E incorporar como una realidad cotidiana el que la risa sea la parte agradable de la vida.
Y todo esto se condiciona a la capacidad que tiene el cerebro humano de adaptarse a los cambios, lo que se reconoce como neuroplasticidad, que nos permite, teniendo en cuenta utilizar los estímulos adecuados, ser capaces de modificar y crear circuitos neuronales, y con esto modificar nuestra memoria.
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