Si anteriormente hablamos de las propiedades de esa fantástica fruta que es la granada hoy nos vamos a centrar en como preparar un buen zumo de granada, para que puedas disfrutar de todas las variantes de esta fruta otoñal de la forma más sabrosa y conozcas todos los beneficios que nos aporta.
Cómo preparar zumo de granada:
Existen múltiples formas de hacer zumo de granada, te vamos a explicar dos sistemas para que elijas el que mejor se adapte a ti.
Primer sistema:
Esta es la forma más sencilla de preparar zumo de granada. Empezamos cortando la granada por la mitad, dejando en un lado la flor y en el otro la parte en la que se une al árbol, parecerá que tuviera una flor roja dibujada en el centro. Con un exprimidor como el que usamos para el zumo de naranja, no importa si manual o eléctrico, pasamos nuestras medias granadas, verás como se desprenden todas los granos y queda el rico zumo.
Lo malo es que no todos los granos terminan exprimidos y no se aprovecha del todo, por eso te damos otra forma de hacerlo, más elaborada pero con mejor resultado.
Segundo Sistema:
Para esta segunda forma de preparar zumo de granada vamos a desgranar nuestra fruta. Para ello empezaremos cortando la cáscara en dos con un cuchillo, pero teniendo cuidado de no alcanzar las semillas para no romperlas. Una vez hecho el corte ejercemos algo de fuerza con las manos para separar las dos mitades, utiliza el cuchillo como palanca si te resulta más sencillo.
Continuamos separando los granos entre sí. Cogemos media granada por la parte en la que hemos cortado y con una mano a cada lado presionamos como si quisiéramos darle la vuelta. Esto lo hacemos por varias partes de la cáscara para intentar romper lo que los une.
Vamos a coger un bol y una cuchara de palo, sujetamos nuestra granada con una mano manteniendo la parte seccionada hacia abajo y con la cuchara iremos dando golpecitos al rededor de la cáscara para que todos los granos se vayan desprendiendo. Es un proceso que necesita su tiempo, no esperes que salgan todos disparados con un par de golpes, pero con un poco de paciencia tendrás todos los granos en el bol y la cáscara completamente limpia. A pesar de que parezca tedioso es la forma más sencilla de desgranar esta fruta.
Ya solo falta sacar del bol si hubiera caído algo de piel blanca para que no amargue y tendremos todo listo para preparar nuestro zumo de granada.
Si tienes una licuadora será lo más sencillo. Solo introduce los granos por la apertura, conecta la licuadora y te saldrá el zumo como por arte de magia (recuerda poner un vaso o acabará la encimera roja). Obtendrás un zumo de granada puro y no se desperdicia nada.
Si no tienes licuadora no desesperes, también hay una forma casera de prepararlo. Sólo necesitas una bolsa con cierra fácil, llenas la mitad con los granos, cierras bien y con un rodillo de cocina vas pasando por encima para triturar bien y que salga todo el jugo. Después únicamente pasar por un colador para que no quede ninguna impureza y ya tendremos listo nuestro zumo de granada. no es tan rápido como con la licuadora ni quedan tan limpias las cascaritas, pero es una forma fácil para que no tengas escusa en preparar tu zumo.
Consejos:
- Cuanto más madura esté la fruta más cantidad de zumo de granada tendremos y será más dulce y sabroso.
- Recuerda beber el zumo lo más rápido posible para evitar que se oxide y pierda propiedades.
- Una vez desgranada además de para zumo podemos aprovechar para añadir nuestra ensalada y sea diferente.
Beneficios:
El zumo de granada tiene un poder antioxidante enorme, tres veces mayor que el té verde o el vino tinto, y muy rica en vitaminas del grupo c y e. Sus componentes activos actúan previniendo determinados tipos de cáncer, sobre todo el de colon y el de próstata. También se ha demostrado que mejora la disfunción eréctil, reduce el colesterol “malo” y se utiliza como remedio casero para tratar la diarrea. Además tiene muy pocas calorías por lo que es un perfecto complemento si sigues una dieta para perder peso.
Te invitamos además a conocer los beneficios del zumo de granada desde el punto de vista medicinal.