La Trichomonas vaginalis es un parásito que causa tricomoniasis, enfermedad de transmisión sexual que se expresa como vaginitis en las mujeres.
La vaginitis es uno de los trastornos ginecológicos que con mayor frecuencia se presenta en la consulta médica, además del herpes genital. Se reporta que en el mundo hay anualmente unos 180 000 000 de casos infectados por este protozoo, y solo en los Estados Unidos de Norteamérica el Centro Nacional de Control de Enfermedades (CNCE) señala que anualmente enferman de tricomoniasis alrededor de 3 000 000 de mujeres y los tratamientos médicos cuestan al sistema de salud en el orden de los 16 mil millones de dólares.
¿Qué es la tricomoniasis?
La tricomoniasis es una enfermedad del grupo de las ETS, es decir una enfermedad de transmisión sexual y es causada por el protozoo Trichomonas vaginalis. La forma en que se manifiesta la enfermedad va desde la infección aguda hasta la crónica, esta última de difícil caracterización.
Existe un conjunto de factores de riesgo de infección vaginal, entre ellos se destacan el empleo de dispositivos intrauterinos (DIU) y condones, el inicio precoz de las relaciones sexuales, la promiscuidad sexual, en otros términos, el número de parejas sexuales y su cambio frecuente, así como los factores relacionados con conductas sexuales de riesgo, que son más frecuentes en jóvenes y mujeres en edad reproductiva.
¿Qué otras causas de vaginitis pueden estar presentes?
El diagnóstico de vaginitis puede ser difícil y complicado debido al carácter inespecífico de los síntomas. En otro orden de consideración debemos tener en cuenta que sus causas infecciosas son predominantemente secundarias a la vaginosis bacteriana, la candidiasis vulvovaginal o la tricomoniasis.
Todos los síntomas y manifestaciones son confusos e inespecíficos no obstante por su importancia médica y social serán temas que abordaremos en futuros trabajos.
De hecho los síntomas clínicos pueden ser parecidos a la tricomoniasis, de ahí que se deba confirmar el diagnóstico mediante pruebas de laboratorio.
Síntomas que ocasiona la tricomoniasis
Si bien afecta tanto a hombres como a mujeres, no es menos cierto que los síntomas son más usuales entre las mujeres.
Las manifestaciones que evidencian la infección por trichomona varían de una mujer a otra, sin que se pueda seguir un esquema estricto que permita arribar a la conclusión de que se trata de una vaginosis producida por Trichomona vaginalis. Al punto que algunas mujeres no refieren síntomas, en tanto otras manifiestan picazón, flujo o secreción vaginal amarillo-verdosa, fetidez o mal olor, así como sangramiento con posterioridad a mantener relaciones sexuales. En algunas ocasiones se refiere molestias para orinar.
En tanto la mayoría de los hombres con tricomoniasis no exhiben síntomas ostensibles, pero pueden manifestar irritación en el pene. Es de destacar que en los hombres la infección puede desaparecer de forma espontánea sin ocasionar manifestaciones de infección por este parasito.
Diagnóstico de tricomoniasis
El diagnóstico clásico de este protozoo, Trichomonas vaginalis o tricomoniasis se realiza mediante el uso de la microscopia óptica que permite la observación directa del exudado vaginal. Esta técnica, si bien es económica resulta poco sensible.
Otro acercamiento al diagnóstico de tricomoniasis es el cultivo del exudado, y este método se ha utilizado ancestralmente como la técnica de certeza, es decir, se ha convertido en el método de referencia para confirmar el diagnóstico de tricomoniasis. Comentario al margen: este método es muy costoso y reclama al menos de una semana para dar el resultado.
De ahí que se ha implementado el uso de técnicas inmunológicas para conformar juego de reactivos a partir de partículas de látex sensibilizadas con anticuerpos contra Trichomonas vaginalis.
¿Se puede tratar la tricomoniasis?
La tricomoniasis puede ser tratada mediante el empleo de antibióticos. El tratamiento debe ser impuesto a la pareja, pues un hombre contagiado va a continuar infectando y reinfectando a las mujeres hasta que reciban tratamiento ambos.
Mediante el uso de preservativos de látex, como sucede con otras enfermedades de transmisión sexual, se puede reducir extraordinariamente, el riesgo de contraer y contagiar la tricomoniasis, aunque no se elimina totalmente.
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