La miel es el edulcorante natural más antiguo que existe. Desde hace miles de años se ha utilizado como un alimento estrella al que pocos podían acceder, por lo que se ganó el apodo de el néctar de los dioses. Y es que este producto tan dulce y pegajoso tiene multitud de propiedades beneficiosas para nuestro organismo, entre las que se encuentran el defendernos de los resfriados o aclararnos la garganta. Pero a pesar de ello, muchos nos preguntamos si la miel engorda y la criticamos injustamente. ¿La miel de abeja engorda? ¿Qué hay de cierto en esto?
Es por estas propiedades que la miel ocupa un lugar especial en nuestra cocina, sobre todo en el invierno. Pero debido precisamente a su dulzor y espesura no podemos evitar pensar que la miel engorda, y bastante. Sin embargo, entramos en duda cuando vamos a hacer una dieta y, ¡sorpresa!, nos sustituyen el azúcar por miel. Es entonces cuando nos quedamos algo estupefactos y comenzamos a pensar que hemos vivido toda nuestra vida equivocados. Por que seguro que tú, que ahora nos estás leyendo en busca de una respuesta a tu pregunta, siempre habías pensado que la miel engorda mucho. Veamos si estabas equivocado.
Así que, ¿cuál es la verdad? ¿La miel engorda? ¿O por el contrario podemos tomarla sin ningún problema incluso si estamos a dieta? ¿Qué engorda más, la miel o el azúcar? Digamos que la respuesta no es tan sencilla, en este caso no todo es blanco ni todo es negro. Es por eso que vamos a intentar dar una respuesta a la pregunta sobre si la miel de abeja engorda.
Beneficios de la miel: más allá de si comer miel engorda.
Antes de responder a la gran pregunta de si la miel engorda mucho o no, vamos a hacer un pequeño resumen de los beneficios que nos proporciona, sea cual sea su contenido calórico. Dejamos de lado por un momento el asunto de si comer miel engorda y miraremos única y exclusivamente por nuestra salud.
- Facilita la digestión y evita el estreñimiento. Para comidas pesadas puedes tomar una cucharadita de miel, ayudará a tu sistema digestivo. Una cucharadita de miel tras las comidas nos ayudará a conciliar mejor el sueño, ya que la digestión no nos entorpecerá a la hora de dormirnos, además durante el día tendremos energía para continuar la jornada.
- Ayuda a la formación de glóbulos rojos, lo cual nos ayuda a mejorar cuando sufrimos anemia. Junto con los mejillones y las legumbres, son un perfecto complemento de tu dieta para mejorar el hierro y los glóbulos rojos.
- Posee propiedades relajantes. Por eso si te cuesta dormir, prueba a tomar un vaso de agua o leche caliente con una cucharadita de miel. Además de facilitar las digestiones como hemos visto antes, tambien nos ayuda a relajarnos. ¡Pruébalo! Además, también se habla mucho sobre si la leche con miel engorda más que sin ella y lo cierto es que una cucharadita nos va a aporta más beneficios que cosas negativas, por lo tanto merece la pena totalmente. Si quieres restar calorías a tu pregunta sobre si la leche con miel engorda, añade leche desnatada en lugar de leche entera. Menos calorías y sobre todo menos grasa en tu vaso.
- Es un gran aporte de energía. La miel en ayunas nos dará energía suficiente para el resto del día. Esto lo saben muy bien los deportistas y también es la razón por la que las barritas energéticas llevan casi todas miel.
- Endulza mucho más que el azúcar blanco. Y es más sano, al margen de si la miel engorda mucho o no.
- Ayuda a la formación de anticuerpos, por eso se utiliza para el tratamiento de dolores y molestias de garganta, estados depresivos menores, úlceras, gastritis y quemaduras entre otras.
La miel engorda mucho, ¿realidad? Paso por paso
¿La miel engorda? ¿Cuánto engorda la miel? Para saber realmente si la miel engorda mucho o no, hay que tener en cuenta su composición.
Si hablamos sobre si la miel de abeja engorda y más concretamente, si hablamos de calorías, a muchos os sorprenderá saber que la diferencia entre el azúcar y la miel no es tan grande, siendo de 400 y 320 calorías por cada 100 gramos respectivamente. Obviamente, si estamos a dieta esas 80 calorías de diferencia vana venirnos realmente bien, aunque simplemente por el índice calórico no podemos decir si la miel engorda o no.
Siguiendo por este camino y analizándola en profundidad, encontramos la primera diferencia significativa entre la miel y el azúcar: la miel está compuesta por antioxidantes, minerales y vitaminas que el azúcar no tiene, ya que el azúcar blanco realmente sólo aporta calorías.
Finalmente le llega el turno a la glucosa. Y es que el índice glucémico de la miel es de 87 por cada 100 gramos, frente a los 100 que tiene el azúcar blanco: sí, básicamente el azúcar es sólo azúcar. Además, la miel también tiene fructosa, algo de lo que el azúcar carece.
Además, también tienes que tener en cuenta que hay diferentes tipos de mieles y no todas tienen ni la misma composición, ni las mismas calorías o nutrientes, por lo que es injusto generalizar. Ten en cuenta que en este artículo estamos tomando siempre como referencia la miel de abeja tradicional, estamos hablando en concreto sobre si engorda la miel de abeja, la que todos tenemos en casa y que siempre, injustamente, termina caducando. ¡Dale una segunda oportunidad! Esperamos que al final de este artículo te hayamos convencido de todo lo que puedes hacer con ella.
¿La miel engorda o adelgaza? Conclusión
No es fácil responder a la pregunta sobre si la miel engorda o adelgaza, pero vamos a tratar de darte una respuesta. No hablaremos concretamente sobre cuanto engorda la miel, ya que es difícil cuantificarlo. Como ya hemos dicho, la miel contiene azúcar, pero al contener vitaminas y minerales, éstos ayudan a digerir el azúcar permitiendo que el resto de nutrientes que están almacenados en el cuerpo puedan ser utilizados para eliminar grasas y colesterol.
Por otro lado también es una gran fuente de energía gracias a la glucosa y la fructosa. Ésto a nivel metabólico se traduce en que, al contrario que el azúcar que sólo tiene glucosa, la miel nos aporta una energía mantenida en el tiempo porque la fructosa se absorbe más despacio. De esta forma, el cuerpo no necesita coger nada prestado a lo largo del día ni almacenar grasa para casos de emergencia, pues la propia fructosa se lo proporciona.
Por tanto no es que la miel engorda, pero tampoco que adelgaza. ¿La miel engorda más que el azúcar? No es esto lo que te debe preocupar, porque también debemos mirar por nuestra salud además de por nuestra báscula. La miel es un sustituto más que perfecto para eliminar el azúcar de nuestra vida y es una buena aliada para poder perder peso. Sin embargo, debemos tener cuidado y no tomar más de dos cucharaditas al día. Puede parecer poco si eres de los que se echan dos cucharadas de azúcar con el café, pero piensa que la miel es mucho más dulce y necesitarás sólo un poco de miel para el mismo sabor. Esto también se traduce en que la cantidad de azúcar que tomas es menor, por tanto menos calorías. Prueba no sólo a sustituir el azúcar por la miel, sino también añádela en tus platos: por ejemplo, una tostada con miel por la mañana te dará ese aporte extra de energía para mantenerte activa el resto del día.
Conclusión: ¿La miel engorda más que el azúcar? Sólo si la tomamos en exceso. Igualmente, los beneficios hacen que merezca la pena sustituir el azúcar por el néctar de los dioses, ¡pruébalo tú también! No hace falta que ahora todas tus recetas vayan con miel, pero pequeñas dosis, como una cucharadita de miel tras una comida o un vaso de leche al acostarte (¿la leche con miel engorda? No si no abusamos de ella) hará que introduzcas de forma sencilla este ingrediente en tu alimentación y, sobre todo, en tu salud. ¡Cuídate! Eso debe estar siempre por encima de cualquier asunto estético.
Sustitutos naturales del azúcar y de la miel.
Ambos suelen ser edulcorantes muy habituales en nuestra cocina. Aunque habitualmente nos decantamos por el azúcar (por comodidad, por tradición, por costumbres…) lo cierto es que la miel es mucho más sana que el azúcar blanco. Si no queremos renunciar al primero, podemos optar mejor por el azúcar de caña o azúcar moreno. Lo encontrarás fácilmente en grandes superficies y supermercados habituales y aporta un sabor fantástico además de menos calorías en tu plato y mejores valores nutricionales.
Pero además, si no te convence ninguno de estos dos, ni la miel ni el azúcar, hay otros edulcorantes sustitutos. ¿Por ejemplo? La sacarina, la stevia y el jugo de frutas. La sacarina suele ser la opción más popular por facilidad de uso y precio, además de estar recomendada para quienes busquen perder peso y para personas diabéticas; por su parte, la stevia está ganando seguidores gracias a ser una alternativa natural que no contiene calorías ni altera los niveles de azúcar en sangre; hablamos por último del jugo de frutas, otra opción menos popular aunque al alcance de todos. ¿Qué es exactamente el jugo de frutas? Es el líquido (fructosa) que contienen las frutas, por ejemplo, las manzanas. Puedes extraer un poco de este jugo y añadirle unas gotas a tus comidas y bebidas para edulcorarlas. No hay nada más natural que esto.
¿Y tú? ¿Cuál es tu edulcorante preferido? ¿Optas por lo tradicional, el azúcar, o utilizas otros métodos?