Cuando nos proponemos perder peso, en muchas ocasiones hay un propósito detrás más allá de la necesidad por salud o por sentirnos mejor. Un evento importante como una boda, un viaje señalado o una ocasión que para nosotros sea especial suele empujarnos a bajar esos kilos de más casi forzosamente, pero en ocasiones se nos echa el tiempo encima y comenzamos a buscar soluciones casi desesperadas como adelgazar en una semana todo lo que no has conseguido en varios meses.
Sabes que nunca te animaremos a realizar ningún tipo de dieta peligrosa o poco saludable y que en general no somos partidarios de las dietas express no solo por su efecto rebote, si no porque suelen ser demasiado drásticas y pueden comprometer nuestra salud.
Sin embargo, hoy te vamos a dar una serie de consejos para adelgazar en una semana al menos 2 o 3 kilos, nada demasiado drástico pero lo justo para que ese vestido que ahora queda tan ceñido te deje respirar durante tu gran cita. ¿Te animas a probarla?
Adelgazar en una semana: depurar + proteínas, la combinación perfecta
Nuestra dieta para adelgazar en una semana cuenta con dos fases.
En una primera etapa, aplicaremos la dieta del limón durante 3 días, un régimen alimenticio especialmente indicado para depurar el organismo, una de las llamadas dietas detox bastante estricta y con grandes carencias nutricionales que se compensan al tratarse de un período de tiempo muy corto.
Esta dieta se basa fundamentalmente en la toma de zumo de limón diluido en agua durante todo el día, como un modo de saciar el apetito y rebajar la ingesta de comida. El limón es muy depurativo y diurético, nos ayudará a limpiar el organismo mientras acabamos con la retención de líquidos, dos básicos a la hora de bajar de peso. Frutas y verduras son los principales protagonistas de esta dieta.
La segunda etapa introduce las proteínas y se centra en las carnes y pescados bajos en grasas. Salmón, lenguado, pavo y pollo deben representar el plato principal de cada día de la segunda etapa, acompañado siempre de verduras hervidas y evitando los hidratos de carbono después de las 12 de la mañana.
Ya que durante el día nos hemos restringido la toma de hidratos, sí debemos tomarlos durante el desayuno: cereales integrales y pan integral son los mejores desayunos cuando estamos a dieta, acompañados siempre de zumo de frutas natural o leche de avena.
Evidentemente, en cualquiera de las dos etapas debemos eliminar totalmente los fritos y las grasas saturadas. Los azúcares, aunque de manera moderada, son necesarios para la salud, pero hay que tener cuidado en cómo lo tomamos para que no nos engorde durante la segunda etapa. Opta solo por una cucharadita de azúcar moreno, aunque recuerda siempre que el edulcorante más sano es la stevia.