Tan importante como una buena alimentación en los niños es que estén bien ejercitados y se diviertan. La vida que llevamos hoy día hace que estemos cada vez más estresados y nuestros hijos también, ya sea porque les exigimos mucho o llevan un ritmo de vida tan acelerado como el nuestro o porque de forma inconsciente les transmitimos ese estrés que llevamos con nosotros. Una buena forma de que aprendan a relajarse es asistiendo a clase de yoga, ese deporte que tanto nos ayuda a los adultos también puede ser un gran beneficio para nuestros hijos y que complementa a la perfección con otros deportes más activos como por ejemplo el fútbol o la natación. Y si además nos animamos a practicarlo con ellos nos beneficiaremos todos.
Clase de yoga para niños
Una edad adecuada para que los niños comiencen a ir a una clase de yoga como tal son los tres o cuatro años, aunque desde que son bebés pueden acompañar a las madres en sus ejercicios e incluso hay asanas que se pueden realizar con el bebé encima, con una mochila porta bebés, que además de aportar tranquilidad a madre e hijo refuerza la unión entre ambos.
¿Por qué es buena una clase de yoga para los niños?
Además de aportar tranquilidad y equilibrar cuerpo y mente les hace ser conscientes de su cuerpo, evitar perder elasticidad y relacionarse con otros niños, además de aprender a canalizar su energía de una forma positiva. Como puedes ver una clase de yoga puede ayudar a todos los niños, tanto el que tiene un carácter tímido, que aprenderá a relacionarse con los demás; como el niño que sea muy activo, que aprenderá a relajarse.
En esa edad la clase de yoga debe ser un juego, ya que de ser de otro modo los niños se aburrirían, pero de ese modo consiguen desconectar y eliminar la tensión que puedan tener, que es el objetivo final.
Lo mejor es acudir a un centro especializado en yoga, que tenga clases adaptadas a todas las edades y también que sepan cómo enfocar esta clase de yoga dependiendo de los distintos niños que puedan acudir, para que todos puedan disfrutar de la clase sin problema.
¿Qué beneficios aporta una clase de yoga a nuestros hijos?
Durante una clase de yoga los niños aprenden a relajarse, a concentrarse y a emplear la respiración para enfrentarse a las situaciones complejas que les puedan surgir. Además consiguen una serie de beneficios físicos y mentales con los que poder complementar su crecimiento de la mejor forma.
Tendrán un mejor desarrollo de sus músculos, aun en formación, aumentando su percepción de los mismos y mejorando su destreza y agilidad. Junto con los músculos aumentará su flexibilidad en las articulaciones y evitará que la pierdan, cosa que suele suceder con la edad. También aprenderán a mantener una postura correcta, lo que ayudará a que su columna vertebral no sufra y se mantenga siempre bien alineada evitando problemas futuros.
Los ejercicios de estiramiento y el aprender a respirar ayudarán en la disminución del estrés de los niños, los enseñará a relajarse canalizando su energía en acciones positivas.
Al estar la clase de yoga enfocada especialmente para niños, las actividades les ayudarán a interactuar con sus compañeros y aumentar su autoestima. Desarrollarán la atención y concentración, así como potenciar factores tan importantes como la imaginación, afianzando la personalidad de cada uno y su carácter.
Recuerda complementar el ejercicio de los niños con una alimentación variada, reduciendo al mínimo los alimentos precocinados, comida basura y golosinas, aunque creas que con eso los premias y te dejan descansar un rato es algo contraproducente. En su lugar crea múltiples y variados platos verduras que harán que las adoren y te las pidan a cada momento, y alimentos para evitar la anemia que tanto les puede afectar. Con esta combinación crecerán con una salud de hierro pudiendo enfrentarse a todos los retos de la vida y salir airosos de ellos.
La alimentación en la infancia también puede ser un juego de niños