La Dieta Mediterránea es una de las opciones más sanas para cuidarnos y perder peso. Ya con anterioridad hemos visto otras propuestas populares pero de cuestionable reputación, como la Dieta del Grupo Sanguíneo. El menú de la Dieta Mediterránea, al contrario que otros planes nutricionales, lo que defiende es el equilibrio basado en los alimentos naturales con nutrientes balanceados y un ritmo de vida saludable, en el que el reparto de 5 comidas o el ejercicio también deben ser parte de tu rutina.
Te invitamos a conocer 10 alimentos que no deben faltar en tu despensa o nevera si buscas elaborar un menú de la dieta mediterránea.
Contenido
Aceite de oliva:
El aceite de oliva aporta grasas y aunque suelen estar en el punto de mira de las dietas, también son necesarias para el organismo. La grasa de este alimento está catalogada como «grasa sana», por lo que aliñar nuestras ensaladas durante del día con un chorrito de oro líquido es siempre una buena idea.
Vino:
No vamos a defender el alcoholismo ni mucho menos, pero como seguro que has escuchado más de una vez, una copita de vino tinto al día es saludable para el corazón. Riega tu comida principal con un vaso de esta bebida.
Carne de pollo:
A la hora de tomar un filete de carne, el menú de la dieta mediterránea defiende aquellas ricas en proteínas y bajas en calorías. Una de las mejores, la carne de pollo, que además también ayuda al bolsillo ya que es una de las más económicas y versátiles a la hora de cocinar.
Carne de pavo:
Siguiendo con las carnes bajas en grasas, la carne de pavo es otro buen ejemplo. Podemos tomarla tanto en embutido como en filete para la comida o la cena.
Salmón:
Dentro del grupo de los pescados, el salmón es uno de nuestros preferidos por su inigualable contenido nutricional. Fuente de Omega 3 y otros muchos nutrientes, no debe faltar en tu mesa al menos 1 vez por semana.
Atún:
Otro pescado que no puede faltar en tu menú de la dieta mediterránea es el atún, el preferido de los niños y de muchos adultos por la ausencia de espinas y la posibilidad de tomarlo fácilmente enlatado. Por su contenido en mercurio no debemos abusar de él, pero es perfecto cuando queremos acompañar nuestra comida con una forma rápida, sana y baja en calorías. Siempre que puedas, apuesta por las latas de atún al natural.
Pasta:
Los hidratos de carbono suelen mencionarse como los enemigos de las dietas. Nada más lejos de la realidad: son fundamentales para el organismo aunque sí es cierto que debemos cuidar las horas a las que los consumimos. El mejor, la pasta. Un plato de pasta a mediodía nos sacia y nos aporta energía para el resto del día.
Nueces:
¿Y qué hay de la merienda? Por la tarde el cuerpo nos pide picoteo y una de las mejores maneras de satisfacerlo es con las nueces o los frutos secos en general. Las nueces en concreto son las más recomendadas para la salud del corazón.
Legumbres:
Lentejas, garbanzos, judías… Las legumbres en todas sus variedades no pueden faltar en tu menú de la dieta mediterránea. Eso sí, si quieres adelgazar sustituye la tradicional «pringá» por un acompañamiento de verduras. Espinacas, calabaza o arroz son tres buenos compañeros. En verano, también puedes tomarlas a modo de ensaladas de legumbres.
Naranjas:
No podemos olvidar las frutas y, una de las mejores si hablamos del menú de la dieta mediterránea son las naranjas. Con ellas podemos elaborar zumos caseros, tomarlas como postres o incluso hacer salsas bajas en calorías para acompañar nuestras carnes.