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Los mil y un usos del aceite de oliva

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Los mil y un usos del aceite de oliva
El aceite de oliva nos ayuda en el día a día

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¡Que nunca falte el aceite de oliva!

Uno de los ingredientes de los que más orgullosos podemos estar en nuestra cocina, una de las bases de la maravillosa dieta mediterránea, es el aceite de oliva, el oro líquido que acompaña nuestros platos transformando el producto de una manera prácticamente alquimista.

Pero también sirve para muchas otras cosas. Los usos del aceite de oliva, este regalo de la naturaleza que los hombres pronto aprendieron a utilizar para su día a día, van mucho más allá de lo gastronómico y le encumbran como un producto de máximo rendimiento. ¿Queréis conocer un poco mejor para todo lo que sirve?

aceite de oliva
El aceite de oliva tiene múltiples usos

Aceite de oliva, el mejor amigo de nuestra piel…

El aceite de oliva es la base para muchísimas cremas naturales que podemos usar a diario para el cuidado de nuestras manos, rostro o piel en general. Pero también podemos aplicarlo solo, sin necesidad de otros componentes, y pronto veremos sus maravillosos resultados. Para evitar la sensación de sequedad al salir de la ducha o para que nuestras manos se vean bellas, el zumo de la oliva es un gran aliado.

… y nuestro pelo

El aceite de oliva supone una mascarilla perfecta para cuidar nuestro cabello. Aunque, en un primer momento, algunos podrían pensar que puede aportar un efecto grasiento, lo cierto es que es recomendable usarlo una vez por semana. Sólo necesitamos una cucharadita, que repartiremos bien por el cuero cabelludo, masajeando suavemente. Dejaremos actuar durante al menos veinte minutos y aclararemos después. Conseguiremos un pelo mucho más sano y nutrido gracias a las propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.

Aceite de oliva para los dolores de garganta

Si nos duele la garganta o la notamos irritada, podemos aliviar las molestias y mejorar considerablemente cualquier problema combatiendo ese malestar con aceite de oliva. Tomar una cucharada, sola o acompañada de miel, será la manera perfecta de encontrarnos muchos mejor.

Nos hace sentir bien

Un remedio natural, que conocían y usaban muchos de nuestros abuelos, era tomar una cucharada de aceite por las mañanas, nada más levantarse. Este sencillísimo truco ayuda a activar nuestro metabolismo. Gracias al ácido oléico, además, podemos controlar y equilibrar el peso de nuestro cuerpo.

¿Problemas de quemaduras?

El aceite de oliva es un líquido que nos ayuda a curar heridas como las provocadas por una quemadura. No se trata de aplicar el aceite justo en el momento en que hemos sufrido el problema, en este caso, es mejor que la herida «respire». La idea es emplearlo después. El aceite hidratará la piel, lo que favorecerá un alivio del dolor pero también una cicatrización más rápida y correcta.

El aceite de oliva en el hogar

Además de para cuidar de nuestro cuerpo, los usos del aceite de oliva se trasladan a muchos otros ámbitos de nuestra vida, como la limpieza de ciertos objetos caseros. Por ejemplo, seguro que muchos conocéis ese uso tan ancestral del aceite para limpiar instrumentos de cocina como ollas o sartenes, pues ayuda a mantener estos utensilios tan perfectos como el primer día.

De igual forma, también podemos usar el aceite de oliva para poner a punto nuestras estufas y eliminar suciedad y grasa que puedan tener acumulada. Sólo tenemos que aplicar unas gotas sobre la superficie que queramos limpiar y, después, frotar con un paño. El resultado es sorprendente.

Jabón natural de aceite de oliva

Para terminar, os vamos a enseñar una sencilla receta para que podáis preparar en casa vuestro propio jabón de aceite de oliva, y podáis emplearlo para los cuidados diarios de vuestra piel o para aliviar un problema puntual. Animaos a intentarlo porque veréis qué fácil resulta de preparar.

Los ingredientes que usaremos para preparar nuestro jabón son:

  • 60 ml de aceite de oliva
  • 200 ml de sosa cáustica
  • 250 ml de agua
  • 40 ml de miel

Su elaboración es muy sencilla:

En un recipiente metálico (nunca de aluminio), mezclaremos el agua con la sosa cáustica hasta que ésta se deshaga. Para evitar que la mezcla se ponga dura, lo calentaremos.

En otro recipiente, mezclamos el aceite y la miel hasta conseguir una masa homogénea.

Unimos el contenido de ambos recipientes, removiendo para que quede una pasta uniforme.

Volcamos la mezcla en un molde a propósito y dejamos que seque durante cuatro días.

¡Nuestro jabón de aceite de oliva está listo para ser usado!