Los seres humanos nos hemos ido desligando de nuestro verdadero hábitat y origen, la misma naturaleza en pos de la medicina química. Existen numerosos recursos naturales, gratuitos y muy accesibles para cualquiera que cuentan con grandes propiedades como es el agua de mar.
Si además, lo hacemos en un entorno natural, a través de baños o compresas con este agua, aportaremos grandes recursos que necesita nuestro organismo a diario para su funcionamiento. Sigue leyendo este artículo para conocer los diferentes tipos de baño de agua de mar.
Beneficios del baño de agua de mar
Es por muchos conocido que el baño de agua de mar es muy beneficioso para la salud, y desde el siglo pasado numerosas personas se someten con regularidad a curas de baños de mar. Ahora bien para que estas curas sean realmente provechosas, hay que evitar disminuir sus efectos por el alcohol, el tabaco o una alimentación demasiado pesada.
Las curas por baño de agua de mar son siempre, simultáneamente, curas climáticas. El clima marítimo se caracteriza por la pureza del aire y la tendencia compensadora del mar a los cambios de temperatura estacionales.
Por ser estimulante, se impone siempre un periodo de adaptación. Las personas de edad, sobre todo, solo deberán empezar con los baños después de transcurridos unos días en el mismo lugar donde vayan a ser tomados. Es muy importante que durante este período se goce de una tranquilidad absoluta.
El viento, las olas y el agua, junto con la luz contribuyen a elevar el nivel de excitación del sistema nervioso, mejorando además el funcionamiento de la hipófisis (glándula endocrina que segrega hormonas). Las permanentes corrientes atmosféricas provocan reacciones en los vasos y los nervios de la piel, con lo cual se consigue un incremento de la resistencia general y una mejor adaptación a las variaciones climáticas ambientales.
Tipos de baño de agua de mar
Baño de agua de mar frío
En estos baños, la temperatura del cuerpo varía según el individuo. Si los bañistas hacen poco ejercicio o nada en el agua, se produce un descenso de la temperatura en las personas que solo tienen una delgada capa de grasa, mientras que no aparece ningún cambio de temperatura en los que tienen una capa de grasa normal. En quienes la tienen gruesa, la temperatura incluso se les eleva. Si al tomar el baño de agua de mar se practica la natación, se evita el descenso de la temperatura.
Si la temperatura acusa un descenso de más de un grado y se manifiesta un sentimiento de apatía, es que el baño de mar ha durado demasiado tiempo, y ha producido un efecto nocivo. Los ejercicios físicos practicados al salir del baño ayudarán a recuperar antes la temperatura corporal. El baño de agua de mar frío es un método excelente de mejorar la resistencia.
Además, se deben tener en cuenta una serie de precauciones:
- No tomar nunca más de un baño de agua de mar frío por día, pues la normalización de las funciones vegetativas (respiración, ritmo cardíaco, etc) tarda más de dos horas.
- Es preferible bañarse por la mañana, que es cuando los vasos sanguíneos están más cerrados; de manera que es menor el peligro de enfriamiento.
- Al principio, el baño no puede durar más de tres minutos; los sucesivos deben durar entre cinco y diez minutos.
Baño de agua de mar caliente
Durante la estación fría, así como en los días frescos del verano, el baño de mar caliente es un complemento indispensable de la cura climática. Los baños calientes (33º a 37º) o muy calientes (37º a 42º) deben ir siempre seguidos de duchas o de lavados fríos.
Los efectos del baño de mar de agua caliente son análogos a los de los baños de agua salina (con una salinidad media del 3,5% en el agua de mar, puede hablarse ya de agua salina). Los baños de mar calientes, igual que los de agua salina, estimulan el metabolismo general y el metabolismo de los prótidos (proteínas). Además, el aire marítimo y el sol añaden sus efectos estimulantes a los de los baños, mejorando las capacidades respiratorias o la absorción de vitamina D, entre muchos otros beneficios.
En general, estos baños suponen una modificación de las reacciones del organismo y fortalece sus mecanismos de defensa; a lo que le sigue un proceso de regeneración y mejoría del funcionamiento glandular. La mayoría de las veces también desaparecen los trastornos neurovegetativos de las vísceras y se estabiliza la circulación. También actúa de una manera muy eficaz contra los eccemas de la piel.
Los baños de mar calientes son también muy saludables para los pequeños de la casa. Estimulan las funciones de asimilación y el apetito de los niños inapetentes o subalimentados, lo que a menudo les permite subir de peso. Al mismo tiempo, estos baños les ayudan a hacerse resistentes al frío y a las infecciones.
Baños de mar muy calientes
Los baños de mar muy calientes (37º a 42º) deben durar de cinco a quince minutos, y no más, porque imponen una sobrecarga a la circulación. La temperatura elevada y la salinidad del agua provocan reacciones vasculares que, desencadenadas por el cerebro, producen una irrigación intensa de la piel, los tejidos subyacentes y los músculos.
El tono muscular se relaja, y se comprueba un mejor funcionamiento de la hipófosis y las glándulas suprarrenales. Se recomiendan para casos de afecciones reumáticas, ciática y neuralgias.
Una cura de baño caliente o muy caliente, comprende de doce a quince baños, tomados a un promedio de dos o tres veces en semana. Después de cada baño es necesario hacer una hora de relajación.