La limpieza de cara es el primer paso para el cuidado del cutis y para lucir una piel sana y saludable. En realidad, esta es la etapa más importante, ya que de una correcta limpieza de cara depende la eficacia de la acción de los productos utilizados para las etapas posteriores. No importa que utilices productos caseros, naturales o dermocosméticos, una buena limpieza de cara es el paso inicial.
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Limpieza de cara, primera etapa del cuidado del cutis
El proceso de cuidado de cutis comienza con la limpieza de cara. El primer objetivo de esta etapa es quitar el maquillaje, eliminar las células muertas, quitar todo vestigio de elementos extraños como contaminantes, polvo o partículas depositadas sobre la superficie del rostro. A continuación, abrir los poros de la piel de la cara para facilitar la absorción o acción eficaz de los productos a utilizar en las etapas siguientes.
El proceso completo de cuidado del cutis está compuesto por los siguientes pasos:
- Limpieza de cara
- Hidratación
- Nutrición
Como bien nos lo recuerda la NIH, el cuidado de la piel es fundamental, ya que es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y el que nos protege de las agresiones del medio ambiente. En los últimos tiempos estas agresiones han aumentado: la contaminación, la polución y el efecto de invernadero se han convertido en verdaderos problemas, además del estrés de la vida moderna, el sedentarismo y la mala alimentación.
La piel del rostro es particularmente delicada y la que más sufre no solamente las agresiones ambientales sino el paso del tiempo.
Si bien es cierto que el paso del tiempo es inevitable y que el envejecimiento natural se puede compensar con inteligencia y buen humor, si no tomas las precauciones necesarias la piel envejecerá prematuramente.
Y precisamente una de estas precauciones, es la limpieza de cara en la forma y con los productos adecuados.
Cómo realizar una buena limpieza de cara
La limpieza de cara debe realizarse diariamente, aunque algunos especialistas recomiendan realizar la limpieza hasta dos y tres veces por día. Sin embargo, más de tres veces por día llevaría a un resecamiento excesivo de la piel. Te recomendamos realizar dos veces por día la limpieza de cara: una a la mañana, antes del maquillaje, y otra por la noche (esta quizás es la más importante), antes de ir a dormir.
- Limpieza de cara con jabón: utiliza un jabón neutro. Aplica el jabón mediante una brocha, con movimientos circulares en el sentido contrario a las agujas del reloj, de arriba hacia abajo y desde las orejas hacia la nariz. Repasa bien toda la superficie de la cara. Cuando consideres que está bien enjabonada, quita el jabón con agua tibia y seca la piel del cutis sin frotar sino dando pequeños golpecitos con la toalla.
- Limpieza de cara con crema limpiadora: luego del jabón se puede aplicar una crema limpiadora. Estas cremas tienen la propiedad de arrastrar las impurezas que hayan quedado luego de la limpieza con jabón restituyendo el pH natural de la piel. La base de la crema puede ser agua o leche; en este caso se llaman leches limpiadoras. Se aplica una pequeña cantidad con la yema de los dedos, realizando un movimiento de arriba hacia abajo y desde las orejas hacia la nariz como en el paso anterior. Te recomendamos elegir una crema limpiadora adecuada a tu tipo de piel, ya que hay cremas limpiadoras para piel seca, normal, grasa, mixta o para todo tipo de pieles.
- Limpieza de cara con tónicos y lociones: después del lavado otra alternativa es utilizar lociones o tónicos, o también como un paso adicional después de la crema limpiadora. Los tonificadores o lociones ayudan a limpiar todo resto de impurezas, cierran los poros y mantienen la humedad y frescura de la piel, aumentando la permeabilidad para facilitar la penetración de los productos que se utilizarán a continuación. Al igual que en el caso anterior, te recomendamos elegir un producto adecuado a tu tipo de piel: normal, grasa, seca o mixta. La forma de aplicarlos es de a pequeñas cantidades, dando golpecitos o toques con la yema de los dedos. En realidad, los tónicos son adecuados a todo tipo de piel pero las lociones son más recomendadas para pieles grasas ya que tienen propiedades astringentes.
Limpieza de cara con agua
El agua es un hidratante por excelencia, y en los últimos tiempos se está revalorizando su importancia para el cuidado de la piel. De hecho, durante mucho tiempo se consideró que la limpieza de cara con agua no era suficiente o perjudicaba la piel. Hoy en día se recomienda combinar la limpieza con agua y la utilización de productos específicos.
La utilización de agua ayuda a la penetración de otros productos que se utilicen para el cuidado de la piel, pero al mismo tiempo tiene propiedades calmantes y revitalizantes:
- Acción limpiadora
- Acción calmante
- Acción hidratante
- Acción protectora
- Acción refrescante
- Acción fijadora del maquillaje
¿Cómo es posible que el agua pueda hacer todo esto? Según los especialistas, se debe a la particular composición del agua. En relación con la limpieza de cara podemos decir que el agua:
- Aumenta la elasticidad, ya que la piel está compuesta por un 30% de agua. Al hidratar la piel el agua le devuelve la elasticidad natural.
- Protege la piel. Un piel seca no puede cumplir adecuadamente su función, se encuentra debilitada y más expuesta a sufrir las agresiones externas. Al aportar hidratación, el agua ayuda a proteger la piel y mantenerla saludable.
- Calmante: unas compresas de agua fría desinflaman la piel y calman la picazón o ardor causado por los factores climáticos.
- Estimulante: lavar la cara con agua fría no sólo estimula funciones necesarias para la piel como la circulación, sino todo el organismo, ayudándote a sentirte animada y llena de energía desde la mañana.
- Limpiadora: es el tema que hemos desarrollado en todo este artículo.
- Refrescante: compresas frías o lavar la cara con agua fría ayuda a bajar la temperatura corporal en días de intenso calor.
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