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Grasa visceral: qué es, cuáles son sus valores normales y por qué es peligrosa

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Grasa visceral: qué es, cuáles son sus valores normales y por qué es peligrosa

A la hora de medir nuestra forma física solemos caer en el error de medir solo el peso y con esto saber si estamos saludables o no. Y esto es un error. Dos personas pueden pesar lo mismo y, sin embargo, que una de ellas esté en buena forma y la otra no. De hecho, ni siquiera el concepto de “gordo” o “delgado” son indicativos de nada. Más allá del peso, hay una serie de valores que deberíamos medir para saber mejor si vamos por el buen camino o si necesitamos un cambio. El IMC, el músculo, la grasa o el agua son valores a tener en cuenta. Además, hay otro que se menciona mucho menos y que también es de gran importancia: la grasa visceral.

Es probable que, hasta ahora, estos valores no se tenían en cuenta porque era inviable medirlos en casa. Las básculas eran muy sencillas y solo medían los kilos de peso. Para una medición más exacta y con más valores había que ir, en el mejor de los casos, a la farmacia, aunque a veces ni siquiera estas proporcionaban esta información y eran los médicos y nutricionistas los que recibían visitas por este motivo. Ahora que muchos modelos de básculas inteligentes ya permiten medir la grasa visceral, queremos que conozcas qué significa, qué mide exactamente, cuáles son sus valores normales y por qué deberías cuidar que este valor no se vaya de la raya.

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Qué es la grasa visceral

La grasa corporal no es buena, cuanto más baja la tengamos, mejor. Sea cual sea el tipo de grasa, significa que nuestro cuerpo no se está alimentando correctamente y que nos falta ejercicio y, en definitiva, tener una forma física más sana. Dentro de unos valores normales, si la grasa pasa de los límites saludables debemos controlarla. Pero, lo que poca gente sabe, es que existe la grasa visceral y la grasa periférica. Concretamente, la visceral es la más peligrosa. Veamos por qué.

La grasa visceral es la que se localiza en la zona del abdomen, rodeando los órganos internos. Si tienes una barriga algo prominente, es por esta razón: tienes demasiada grasa visceral. La grasa visceral es superior, por lo general, en hombres. Mientras tanto, la grasa periférica se localiza en extremidades, caderas y glúteos y es más habitual en mujeres, también por cuestiones genéticas. La más peligrosa de las dos es la grasa visceral, por lo que debemos tomar especial cuidado si nuestros valores se disparan o si notamos que empieza a acumularse grasa en la zona abdominal… ¡Cuidado!

Los principales peligros de la grasa visceral pasan por ciertas enfermedades metabólicas, como diabetes o hipertensión, así como problemas cardiovasculares y respiratorios. Como ves, no es ninguna tontería. No queremos que cuides tu grasa visceral solo por una cuestión estética si no que es importante que tengas en cuenta que mantenerla a raya te puede salvar la vida.

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Cómo calcular la grasa visceral

La mejor manera de calcular la grasa visceral es mediante una báscula inteligente que te ofrezca este dato. Por ejemplo, la báscula de Huawei te da este resultado solo con subirte a ella, en menos de cinco segundos. Ahora, una vez que lo tengas, debes mirar estos valores para saber si estás en lo correcto o si por el contrario deberías tener algo más de cuidado y trabajar para eliminar esta grasa.

Entre 1 y 12, la grasa visceral se encuentra en un estado saludable. Por supuesto, cuanto más cerca esté del valor mínimo, mejor, pero dentro de estos umbrales no te deberías preocupar. También ten en consideración que un hombre, por genética, tiende a tener más grasa visceral que una mujer, por lo que lo ideal es que la mujer se mueva por debajo de 10. Si tu grasa visceral es entre 12 y 60, tienes un grave problema. Como te hemos mencionado anteriormente, un valor bajo (en torno a 12-15) solo te está diciendo que debes cambiar hábitos y preocuparte más por tu salud, sin embargo, si tu grasa visceral llega a niveles mucho mayores (40, 50…) es una auténtica salvajada y tu salud corre mucho peligro. Ponle solución ya.

Cómo reducir los niveles

Si te has concienciado de la importancia de reducir los niveles de grasa visceral o, al menos, mantenerlos siempre en unos valores saludables (en caso de que ya estén dentro de estos), te recomendamos que practiques el archiconocido estilo de vida sano. Parece que nos falte imaginación a todos los divulgadores de salud y nutrición, pero lo cierto es que mantener un estilo de vida saludable es la clave del éxito. Siempre.

¿Cómo lo conseguimos? Con un poco de ejercicio, una alimentación equilibrada y un buen descanso. Mantener a raya al estrés también te ayudará. Hablando de comida saludable, es importante que elimines todo lo que puedas los ultraprocesados de tu dieta y que consumas alimentos bajos en grasas saturadas. En nuestra web encontrarás muchos consejos de nutrición y estilo de vida sano, incluso ejercicios para hacer en casa, con los que puedes mejorar muchísimo tu salud y también tu forma física, por supuesto.

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No hace falta que te restrinjas muchos alimentos, que pases hambre o que te mates en el gimnasio. De hecho, hacer esto sería contraproducente. Precisamente lo que necesitas es mantener un estilo de vida saludable y convertirlo en un hábito para que vivas siempre así sin ningún esfuerzo. Hacerlo una o dos semanas no te va a marcar la diferencia, aunque estéticamente creas que sí.

Recuerda tener paciencia. Se dice que se trata en torno a tres semanas en conseguir convertir una intención en un hábito. ¡Tú puedes con ello!

¿Por qué tengo tanta grasa visceral?

Por último, queremos tratar de responder a una pregunta que suele ser bastante habitual entre aquellas personas que tienen una barriga predominantemente generosa y que presentan altos niveles de grasa visceral. Es posible, incluso, que creas que tienes un estilo de vida sano, que hagas algo de ejercicio y que comas bien. Entonces, ¿qué está fallando?

La grasa visceral aparece principalmente por alimentación rica en grasas y azúcares, sedentarismo, baja calidad del sueño y altos niveles de cortisol. Todo esto provoca que se aumente de peso, pero también que se agrande la circunferencia abdominal, provocado por la redistribución de la grasa en el cuerpo, la retención de líquidos, el aumento del azúcar y la estimulación del hígado.

Si, a pesar de cumplir con un estilo de vida saludable, con buena alimentación, ejercicio habitual, buen descanso y nulo estrés, no consigues disminuir los valores de grasa visceral, te recomendamos que acudas a un médico para que pueda evaluar dónde se encuentra el problema y, sobre todo, qué puedes hacer para luchar por eliminarlo si no quieres tener problemas a medio plazo debido a esta condición. Cuanto más joven seas menos te costará eliminar la grasa visceral, pero recuerda que nunca debes tirar la toalla y darlo por perdido. Cualquier momento es bueno para cambiar de hábitos y empezar a cuidarte para tener una vida más larga y con más calidad, algo que, al final, debería ser el propósito de todos.

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