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¿No logras descansar bien? Estos hábitos podrían arruinar tu descanso

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¿No logras descansar bien? Estos hábitos podrían arruinar tu descanso
Respeta las horas de sueño por la noche. Es el momento en que el cuerpo debe descansar

Descansar bien es fundamental para conseguir tener una buena salud, aguantar la rutina diaria y poder llevar adelante todo lo que nos demanda la vida. Sin embargo, no siempre lo conseguimos. Algo tan sencillo como dormir, algo que sabemos hacer desde la infancia y que en el fondo a todos nos gusta, puede llegar a convertirse en un suplicio si no conseguimos hacerlo correctamente o si, por los motivos que sean, seguimos cansados durante todo el día.

Si descartamos algún tipo de enfermedad o trastorno que nos impide conciliar bien el sueño y que además este sea de calidad, vamos a hablar a continuación de una serie de hábitos perjudiciales para tu descanso que es posible que estés haciendo sin ser consciente de ello o, al menos, sin saber que pueden llegar a influir tanto en tu sueño y en tu descanso.

Recuerda que estar descansado es vital para que el cuerpo y la mente funcionen como deberían, por lo tanto, no dejes de leer la siguiente información y pon todo lo que esté al alcance de tu mano para evitar pasar otra noche en vela o para que, aunque hayas conseguido dormir, tus horas de sueño hayan sido de calidad pobre.

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5 hábitos perjudiciales que te impiden descansar bien

Cenas pesadas:

ansiedad por comer

A todos nos gusta llegar del trabajo y darnos un buen homenaje. Una pizza, pedir comida a domicilio o asaltar la despensa de los dulces mientras nos los tomamos en el sofá viendo una peli o una serie. Te gusta el plan, ¿verdad? A tu cuerpo no tanto. No solo es un hábito perjudicial en el sentido de que, cuando menos te quieras dar cuenta, vas a engordar bastante, si no que además las cenas pesadas o hipercalóricas tienen una incidencia directa sobre la calidad de sueño sueño, impidiéndonos descansar como deberíamos y, por tanto, teniendo consecuencias directas en nuestra rutina del día siguiente, a nivel de productividad, estado de ánimo, etc.

Por ello, siempre que puedas, opta por cenas ligeras y acordes con la etapa del año en la que te encuentres. En invierno, por ejemplo, un plato caliente de algo tipo crema de verduras o sopas, te ayudará a preparar tu cuerpo para la noche de descanso, mientras que en verano algún alimento ligero, como ensaladas, fresquito e hidratante, también te echarán un buen cable.

Demasiado nivel de actividad por la noche:

Manifestaciones de ansiedad

¿Eres de estar haciendo actividades hasta el último momento del día? Este es uno de los factores que te van a impedir descansar bien. Tener un nivel de actividad elevado a últimas horas del día no es nada recomendable, aunque después nos vayamos a dormir pronto. El cuerpo necesita prepararse para ello, saber que ya es hora de ir desconectando su actividad y adaptarse al estado de letargo en el que debería entrar si queremos dormir y descansar bien.

Sabemos que muchas veces el día no nos da para mucho y en ocasiones aprovechamos la noche para preparar la comida para el día siguiente, arreglar el cuarto de los niños o incluso para hacer deporte intenso, pero te aseguramos que no es lo que quiere tu cuerpo. Él prefiere un baño caliente y una lectura relajada para prepararse para dormir y descansar bien. Hazle más caso y apaga tu ritmo frenético de actividad desde un par de horas antes de acostarte si quieres conseguir conciliar bien el sueño y, además, que este sea de calidad para lograr que sea efectivo.

Preocupaciones antes de dormir:

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Otro tema recurrente a la hora de determinar por qué no conseguimos descansar bien es que, a muchos de nosotros, nos cuesta mantener al margen a los fantasmas de nuestro día a día cuando nos metemos en la cama. Tendemos a dejar la noche para pensar en los temas más importantes que nos afectan y habrá quien piense que es el mejor momento, ya que ahí no tenemos nada que hacer, no interrumpe otra actividad y podemos dedicarle más o menos tiempo a pensar con claridad. Y sin duda así es.

Sin embargo, también hace que nos vayamos a dormir con mala sensación. Llevarte las preocupaciones a la cama no te va a hacer ningún bien y si no, piénsalo. ¿A que esas noches en las que has dormido peor, en las que te has desvelado de madrugada, te has despertado varias veces e incluso no has podido dormir más tiempo desde una hora concreta, han estado precedidas de un rato de reflexión sobre un tema que te preocupa? Es evidente: si nos dormimos preocupados o angustiados por algo, el cerebro no va a conseguir descansar como debería, por lo tanto, es frecuente que te despiertes varias veces y que tu descanso no sea óptimo.

Ruido e iluminación:

Ver menos televisión como hábito saludable

Al hilo de lo que te comentábamos de tener un nivel de actividad elevado en las últimas horas del día, a veces es posible que, aunque estemos en reposo, el ambiente no acompañe. Por ejemplo, imagínate que estás viendo una película, una serie o vídeos en Youtube. Puedes verlo en la cama, tumbado y relajado con las luces bajadas y el volumen también muy bajito, con contenido que no haga grandes cambios de sonido ni con efectos especiales… o puedes ver una película de acción, a todo volumen, en el salón, con todas las luces de casa encendidas a toda mecha. ¿No es lo mismo, verdad?

Aunque la actividad sea la misma, el entorno va a condicionar mucho que sea relajante o no, que nos duerma o nos desvele. Por ello, desde al menos 90 minutos antes de irte a dormir, te recomendamos que comiences a crear ambiente. Baja las luces, pon la televisión (si la ves) a un volumen bajito o comienza a hacer actividades que sí que te relajen y que requieran poca atención, como por ejemplo un baño o simplemente poner algún vídeo en Youtube relajado al que no debas prestarle todos tus sentidos.

Trabajar hasta tarde:

Ojo seco en edad avanzada

Y por último, también en la misma línea de lo que te hemos ido contando en este artículo sobre hábitos perjudiciales para descansar bien, encontramos la posibilidad de trabajar hasta tarde. Esto es muy frecuente en grupos de trabajadores que pueden llevarse trabajo a casa y que finalmente acaban haciendo horas extras (no remuneradas en la gran mayoría de los casos) desde el domicilio. Además, si dejamos este rato para última hora del día, estaremos enviándole a nuestro cerebro un mensaje muy negativo: no es hora de desconectar todavía. Por lo tanto, cuando queramos apagar el ordenador y acostarnos, nos va a costar mucho más tener un descanso de calidad… aunque tú creas que has dormido las horas suficientes.

Es muy importante que nos concienciemos de «apagar» el cerebro cuando sea necesario. El ruido, las luces, el trabajo, la actividad excesiva, las preocupaciones… todas ellas tienen una incidencia directa sobre nuestro descanso y nuestros niveles de sueño y nos van a impedir descansar bien y mucho. Y sin descanso, lo sentimos, pero no vas a poder tener una vida sana, relajada y feliz. Así que tú decides: ¿vas a evitar caer en estos hábitos perjudiciales o por el contrario continuarás con una rutina que no te está favoreciendo nada?

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