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Lo que debes hacer y lo que no ante una crisis de pareja

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Lo que debes hacer y lo que no ante una crisis de pareja
Ante una crisis de pareja, el distanciamiento es normal, pero no dejes que se convierta en una constante o no conseguiréis resolverla

Ninguna relación es perfecta. A lo largo de tu vida amorosa, atravesarás momentos buenos y malos, momentos en los que todo vaya genial y otros en los que las cosas se tuerzan bastante y parezca muy complicado solventar. Es cierto que, según lo que esté determinando la crisis, es posible que tengas más o menos la solución en tu mano. A veces, ni siquiera depende de una «solución» como tal, si no que debes dejar que pase el tiempo y que las posturas se reconcilien. Las crisis de pareja son muy complicadas porque cada una de ellas es un mundo.

Por eso, hoy queremos darte algunas indicaciones generales para resolver una crisis de pareja. ¡Esperamos ayudarte!

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Lo primero que debes hacer es tener claro qué ha determinado la crisis de pareja. Nosotros no lo sabemos y no podemos darte instrucciones precisas sobre tu asunto en cuestión, pero tú sí sabes qué ha ocurrido y por tanto, tú puedes enfocar mejor la solución al problema.

Además, aunque parezca algo muy evidente, debes querer solucionarlo. De nada sirve que te empeñes en salvar algo que tú mismo no quieres salvar.

Una vez que tengas claro estos dos puntos, la solución puede que  no depende de ti, pero sí depende de ti y del otro la actitud que toméis. La actitud es fundamental para resolver cualquier problema de pareja, no solo en el tiempo presente, también de cara al futuro, para que no vuelva a suceder lo mismo y esto que ha ocurrido ahora sirva para crecer ambos, como personas individuales y como pareja.

En este punto, hay tres vertientes: que tú hayas tenido la culpa, que el otro haya tenido la culpa o que la culpa no sea de nadie. Evidentemente, se enfocará la solución y la actitud a tomar según este punto, que es sin duda uno de los más importantes.

En cualquier caso, hay algo que debes hacer, sea quien sea el culpable. Muestra predisposición a solucionarlo. Sí, parece fácil de decir pero a veces es difícil de llevar a cabo. ¿Cómo lo podemos hacer? Sentándonos a hablar, sin echar nada en cara, simplemente tratando de entender al otro, identificando cómo lo ha vivido y tratando de empatizar. La empatía es fundamental para resolver una crisis de pareja.

Acude a los recuerdos. Recordad qué os gustaba hacer juntos, los sitios a los que ibais y que son «vuestros» o incluso las primeras películas y canciones. Toda relación tiene una canción o varias. Darle al lado sentimental te vendrá bastante bien por esta vez.

En definitiva, múestrate comprensivo, empatiza y abre la mente. No te centres en lo malo, busca lo bueno si realmente quieres resolver la crisis de pareja.

Si los dos os queréis pero no conseguís encontrar una solución, os puede venir muy bien hacer una terapia de pareja en un psicólogo. No te asustes: este tipo de profesionales especializados en la materia pueden ayudarte a encajar esas piezas que vosotros no sabéis dónde poner. ¿Por qué no lo intentas?

Lo que no debes hacer:

Sexo doloroso crisis de pareja
Ante una crisis de pareja, el distanciamiento es normal, pero no dejes que se convierta en una constante o no conseguiréis resolverla

Ahora que ya sabes lo que debes hacer, te contamos brevemente lo que no debes hacer, ya que con esta actitud hundirás aún más la situación y no podrás encontrar la solución al problema que os afecta directamente.

Hay un gran enemigo en toda relación de pareja, especialmente cuando hay una crisis de pareja: el orgullo. Sí, sabemos que a veces es difícil tragárselo o dejarlo de lado, pero debes tener claro que el orgullo no sirve de nada. No te pongas una máscara de lo que no eres, deja que hable tu interior. No por esto te vas a querer o valorar menos, al contrario, una persona nada orgullosa es una persona más segura de sí misma, con los valores más claros y más fuerte. Verás como cuando dejes de ser una persona orgullosa eres más feliz.

Cerrarte en banda no te va a ayudar en nada. De hecho, lo más importante en una crisis es sentarse a hablar y poner los dos de vuestra parte para hacerlo con sinceridad. Olvida los gritos, los reproches y las acusaciones. No servirán de nada.

Si la culpa ha sido tuya, pide perdón todas las veces que haga falta, pero sobre todo demuestra un cambio de actitud. Demuestra que vas a hacer todo lo posible para resolver la situación y que lo que ha propiciado que estéis así no se va a repetir más (¡pero si lo prometes cúmplelo de verdad!). Si eres tú el que tiene que perdonar y lo haces, hazlo de verdad. No sirve de nada que le perdones hoy y mañana sigas sacando el mismo tema o sigas tomando actitudes que demuestran que en realidad no le has perdonado. Habla con el corazón: si no vas a ser capaz de perdonar, dilo claro y tomad la decisión oportuna.

No metas a terceras personas, no trates de involucrar a amigos o familiares para que se posicionen de un lado o del otro. Es un problema vuestro, solo de vosotros dos (incluso aunque hayan habido terceras personas, al final la relación es solo vuestra). Por tanto, solo vosotros podéis opinar, hablar y buscar una solución. Los demás pueden aconsejar pero nunca, nunca meterse en algo con lo que al final ellos no van a vivir.

Otro punto importante es no perder de vista la realidad. Hay veces que una crisis de pareja no se puede resolver porque el problema ha sido lo suficientemente grande (por ejemplo, imaginemos el caso de violencia de género) o porque la actitud de uno de los dos ya ha ocasionado esta misma situación varias veces anteriormente y no cambia. En ese caso, quizás debas plantearte si ha llegado el momento de dejarlo ir. No siempre se puede volver a arreglar todo lo que está roto, ¿no crees?

Y mientras que estamos en crisis de pareja… ¿qué hacemos?

beneficios de irte a vivir con tu pareja
La vida de pareja no es fácil, pero si los dos ponéis de vuestra parte podéis conseguir que sea un camino de rosas

Está claro que cada persona se toma estos tiempos de una manera diferente. Evidentemente, estar todo el día subiendo fotos a las redes de lo bien que te lo pasas saliendo de fiesta con esa amiguita que siempre ponía celosa a tu pareja o con ese compañero de trabajo que no le gustaba nada a tu novio no va a arreglar las cosas, si no que las va a detonar aún más.

Aprovecha este tiempo para encontrarte contigo mismo, reflexionar acerca de lo que quieres de tu propia vida y de la relación, pensar si quieres realmente solucionarlo o si ya está muerto.

No te encierres en casa, sal, apóyate en tus amigos y familiares y trata de coger aire. Es un tiempo difícil, no lo dudamos, pero como todo en la vida tiene solución. ¡La tendrá, ya lo verás!

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