Dormir no es lo mismo que descansar. Seguro que alguna vez te ha pasado que, a pesar de dormir pocas horas, al día siguiente te encuentras enérgico y fresco, mientras que otros días que no necesitas usar el despertador amaneces a deshoras con la sensación de no haber pegado ojo en toda la noche, a pesar de saber que no te has despertado en las 9 o 10 horas seguidas que has estado meciéndote en los brazos de Morfeo.

La calidad del sueño juega un papel fundamental a la hora de descansar. Durante la noche nuestro sueño pasa por diferentes etapas que es importante conocer: un sueño será reparador si el tiempo de sueño profundo ocupa aproximadamente un 30% del tiempo que pasamos entre las sábanas.

Para los médicos, si medimos el sueño profundo en horas la cantidad ideal se fijaría entre 2-3 horas a lo largo de toda la noche. Pero, ¿cómo podemos medir la calidad del sueño? Gracias a la tecnología podemos hacerlo en casa sin hacer un gran desembolso. Aprende a dormir mejor y mejorarás tu salud.

Alimentos para dormir mejor

¿Cómo medir la calidad del sueño?

Existen muchos métodos y gadgets diseñados para medir la calidad del sueño, pero por su utilidad, bajo precio y precisión hemos elegido dos maneras: las smartbands y alguna app para smartphone. Aunque dentro de cada una de ellas te recomendamos una opción, hay muchas más en el mercado, busca la que mejor se adapte a ti en cuanto a funciones y precio y comienza a medir y mejorar la calidad del sueño desde hoy.

Smartbands o pulseras inteligentes

En plena era de la tecnología, hay una variedad impresionante de pulseras cuantificadoras en el mercado que no solo nos miden la calidad de nuestro sueño, también monitorizan nuestra actividad física e incluso algunas de ellas nos miden las pulsaciones, entre otras funciones.

Hay precios y modelos para todos los gustos, pero por su excelente relación calidad precio, una de las más populares es la Xiaomi Mi Band (tanto la versión original como la nueva Mi Band 1S que incorpora medidor de pulsaciones). Otros fabricantes como Sony o Fitbit también están muy bien valorados por su buena precisión, aunque el precio es algo más elevado.

Para medir correctamente la calidad de tu sueño, debes dormir con ellas en la muñeca, pero no es ningún problema ya que están diseñadas para que ni siquiera las notemos. Al día siguiente, al sincronizarse con tu móvil te mostrará la hora a la que te has dormido, cuándo te has despertado, si has pasado algún tiempo en vela y cuándo se han producido las horas de sueño profundo.

Apps para smartphone

Si no te convence lo de dormir con una pulsera puesta, se han diseñado también apps para smartphone que miden la calidad del sueño y te dan información sobre tu descanso. Para ello debes tener el móvil bajo la almohada o junto a ella (algo que, si te mueves mucho, puede ser algo peligroso para la integridad de tu teléfono).

Una de las aplicaciones más populares para Android es Sleep Better de Runtastic, que incluso registra las fases de la luna y es totalmente gratuita.

¿Cómo mejorar la calidad del sueño?

Evita despertarte por la noche:

• Ve al baño justo antes de acostarte
• Hidrátate bien si has tomado una cena rica en sal o en harinas
• Evita las fuentes directas de luz, como dormir con la persiana subida o incluso dejar encendido el LED del standby de la televisión
• El móvil, siempre en silencio y sin vibración

Cuida tu alimentación:

• Evita las cenas pesadas que hagan que tu digestión sea lenta
• Toma un vaso de leche o un té antes de dormir. Sus beneficios son muchos.
• Evita los excitantes como la cafeína. Totalmente prohibida después de las 6 de la tarde

Tu compañero de cama, tu aliado o tu enemigo:

• Si se mueve mucho, compra un colchón con zonas diferenciadas
• Prueba a tener dos pequeñas almohadas en lugar de una grande
• Si ronca, acude a la farmacia en busca de tapones para ti y tiras nasales para él

¿Malos hábitos?:

• Hacer más ejercicio durante el día mejorará tu descanso nocturno
• Si duermes siesta, que no sea por más de 20 minutos
• Trata de eliminar el estrés y las preocupaciones, son el mayor enemigo de una buena calidad del sueño