Los frutos secos son uno de los mejores alimentos que nos regala la Naturaleza. Con un solo puñado, conseguimos propiedades y beneficios que ningún otro alimento nos puede aportar. Además, son realmente fáciles de consumir: merendar snacks de frutos secos o tomarlos a media mañana es un gesto que te llenará de vida mientras hace que dejes de lado otro picoteo menos saludable, como la bollería industrial, las patatas fritas de bolsa o las golosinas, tres clásicos que llenan nuestro estómago de calorías vacías cuando pica el gusanillo del hambre. Sí, el picoteo sano también existe y uno de los mejores ejemplo lo encontramos en los frutos secos.
Concretamente hoy te queremos hablar de las nueces de macadamia, un alimento con unas propiedades magníficas y unos beneficios realmente buenos. Además, con ellos podemos preparar deliciosas recetas como salsas, postres o incluso batidos.
¿Qué son y de dónde vienen las nueces de macadamia?
Aunque su origen se localiza en Australia, las nueces de macadamia se cultivan también en otros puntos del planeta como Sudamérica o el Sur de África. Entre sus usos, destaca aparte del alimentario, el uso en cosméticos o como perfume.
Las nueces de macadamia son una variedad de frutos secos muy extendida en nuestros días y con una alta presencia en la cocina de los hogares de todo el mundo gracias a su riqueza en nutrientes. Para aprovecharlos, es mejor consumirlas en crudo, ya que si las procesamos pierden propiedades, como ocurre con otros alimentos como cierto tipo de verduras o la cebolla y el ajo.
5 beneficios y propiedades de las nueces de macadamia
Beneficios cardiovasculares:
Las nueces en general y las nueces de macadamia en particular, son uno de los alimentos que mejor nos ayudan en nuestra tarea de proteger el corazón y por ende cuidar nuestra salud. La salud cardiovascular es probablemente una de las ramas más importantes de nuestro organismo. En el llamado «primer mundo», es uno de los principales riesgos de salud al influir en ella factores como el estrés o una alimentación rica en grasas. Las nueces de macadamia, gracias a su alto contenido de minerales, vitaminas y ácidos grasos omega 3, entre otros, nos ayudan a mejorar la calidad de nuestra salud cardiovascular y a reducir la posibilidad de sufrir infartos y otros accidentes relacionados.
Es importante concienciarse de la importancia de cuidar el corazón desde jóvenes, no hay que esperar al primer síntoma para saber que es uno de los órganos que más debemos proteger.
Ayuda a disminuir el colesterol:
El colesterol también se relaciona con el punto anterior. Si ya has tenido anteriormente alguna conversación sobre ello con un doctor, seguro que habrá incidido en la importancia de llevar una alimentación muy cuidada para acabar con él. No solo debemos saber qué alimentos están prohibidos, también es importante conocer cuales nos pueden ayudar a reducirlo en caso de que seamos nosotros mismos los que lo generemos por genética. Las nueces de macadamia encabezan la lista de alimentos para bajar el colesterol.
Rico en ácidos grasos omega 3:
Los ácidos grasos omega 3 son esenciales para nuestra salud. Los encontramos en fuentes como el pescado azul, pero también en frutos secos como las nueces de macadamia. ¿Sus beneficios? Desde mejorar la salud del corazón, hasta mantener un cerebro joven, reforzar la memoria, ser un aliado durante el embarazo por su incidencia positiva sobre el desarrollo del bebé e incluso mejorar el estado anímico o ayudar a superar una depresión. Un puñadito de nueces de macadamia contiene todos estos beneficios.
Rico en potasio:
Mantenernos con energía, producir proteínas, mejorar los músculos y favorecer el crecimiento son algunos de los beneficios asociados al potasio y por tanto a las nueces de macadamia. Son una rica fuente de él, por lo que este fruto seco es recomendable tanto en la niñez como en la edad adulta.
Rico en fibra:
La fibra nos ayuda a mantener un sistema digestivo estable, bajar de peso y regular nuestra actividad intestinal, entre otros. Las nueces de cualquier tipo, no solo las nueces de macadamia, nos aportan una dosis extra de fibra. Si buscamos maximizar esta propiedad, la mejor hora para consumirlas es durante el desayuno o a media mañana.
