Desde pequeños nos preguntan qué queremos ser de mayor y realmente no somos conscientes de lo que significa esta pregunta. Tanto el que la formula como el que la recibe, nos cuesta mucho (y de hecho a veces ni lo conseguimos) darnos cuenta de que la vida laboral va a condicionar gran parte de nuestra vida personal. A fin de cuentas, en el trabajo es donde pasaremos la mayor parte de nuestra vida, no solo en años, también en horas, por lo que todos deberíamos luchar por ese «qué quieres ser de mayor».
Sin embargo, con el paso del tiempo nos volvemos conformistas, hay quien lo llama realismo, hay quien se escuda en un «hay que comer» o «las facturas no se pagan solas». ¿Realmente podemos tener una vida laboral satisfactoria?
Otros artículos de interés: Cómo ser más productivo en el trabajo
Contenido
Todo lo que deberías plantearte sobre tu vida laboral
¿Qué quieres ser de mayor? Nuestro primer sueño
Como decimos, desde pequeños ya nos enfocan hacia nuestra vida laboral. Nos preguntan qué queremos ser y nos hacen plantearnos, aunque aún apenas tenemos uso de razón, qué nos gustaría hacer con nuestra vida, que no es otra pregunta que «quienes somos». Y es que cada uno de nosotros tenemos un talento oculto, una pasión, y no siempre sabemos llegar hasta ella, bien por no tener suficientes medios para poder desarrollarla o bien porque lo dejamos apartado como un imposible.
Piénsalo bien: aunque la mayoría de los niños pueden responder cosas como «actor», «cantante», «futbolista» o «astronauta», no debemos reírnos y quitarle importancia. ¿Por qué es menos posible ser actor que ser médico? No seas tú la primera piedra del camino de tus hijos hacia sus sueños.
Deja de llamarlo sueño y llámalo meta
Y es que esto es precisamente otro error. Hacemos caso a esa frase que nos dice que los sueños, sueños son. Y realmente no es así. Hay muchísimas personas ahí fuera que han conseguido sus sueños, simplemente porque un día decidieron que iban a dejar de ser esto para convertirse en una meta, un objetivo.
Además, esto te ayudará muchísimo en tu vida personal. Luchar por aquello que queremos, identificar lo que somos y trabajar en ello nos hará sentirnos más plenos y satisfechos a fin de cuentas. Además, es algo muy sano tanto para el cuerpo como para la mente, por lo que tenemos que poner todo lo mejor de nosotros mismos para lograr nuestras metas, aquello que nos nace de dentro, lo que de verdad somos.
Sé realista, pero no dejes de trabajar en lo imposible
Dicho esto, no te estamos pidiendo que abandonemos todo sentido de la realidad y te vayas a vivir debajo de un puente mientras llega la oportunidad de tu vida. No, no es esto. Debes ser realista porque la vida te obliga a ello, pero a la vez también debes buscar ser capaz de convertir tu vida en lo que deseas. Ten en cuenta que nada va a llegar de la noche a la mañana y que requerirá mucho esfuerzo. Tú decides cuánto estás dispuesto a dar.
A veces no es el qué, a veces es el cómo
Muchas veces, somos nosotros los que hacemos que nuestro trabajo sea aburrido, monótono, sin aspiraciones. Pero te equivocas. Tienes que ser capaz de reinventarte. Capaz de encontrar lo positivo incluso a tu trabajo, ese que te llegó de casualidad, que iba a ser temporal y que al final se ha quedado en tu vida. Algo que suele funcionar es trabajar en ser el mejor. Con una buena actitud seguro que logras ascender, llegar a puestos más interesantes y en definitiva ir cambiando.
Los cambios son positivos
Y hablando de cambios, no tengas miedo a cambiar. Esto es lo que te hará sentir vivo. Pueden ser a mejor, a veces a peor, pero no hay muerte más segura que la que llega cuando nos quedamos demasiado tiempo en el mismo sitio, un lugar que no nos reporta nada y en el que no nos sentimos satisfechos.
Encuentra el equilibrio
Hasta aquí seguro que estás pensando que debe ser agotador eso de esforzarte en lograr tus objetivos laborales. Y lo es, sin duda lo es. Es importante que nos enfoquemos en tener una vida laboral más satisfactoria, pero no te olvides de tu vida personal. Tu pareja, tu familia, tú mismo, necesitáis tiempo que no vas a ganar frente a la pantalla del ordenador. Concédete tiempo y no lo negocies: esto es tuyo, es tu territorio y necesitas tener tus dos mundos equilibrados.
Un error bastante frecuente en las personas apasionadas con su trabajo es no saber distinguir entre vida personal y vida profesional. Medítalo y evítalo.
Hazte las preguntas correctas
Durante tu vida laboral tendrás que hacerte varias preguntas que te ayudarán a saber si estás bien encaminado o no.
¿Estamos cumpliendo nuestras metas? ¿Estamos motivados? ¿Estamos alineando nuestros valores? Estas son tres preguntas básicas para saber si tu vida laboral es satisfactoria o si, por el contrario, debemos mirar más allá. Y es que un trabajo es mucho más que dinero: es lo que somos y lo que seremos durante toda nuestra vida.
Haz que tu trabajo te aporte algo
Seguro que has pensado: «sí, un salario». Nos referimos a otra cosa, evidentemente. Debemos encontrar una satisfacción adicional en lo que hacemos, más allá de un sueldo que, a fin de cuentas, es solo dinero y aunque pienses lo contrario, el dinero no puede comprar la felicidad. Sí la comodidad, pero no la felicidad, no lo olvides nunca.
Por tanto, busca motivaciones extra: posibilidad de cumplir un sueño (perdón, una meta), buen ambiente laboral, buenas relaciones personales, progreso, disfrutar con lo que haces…
Ponte retos
Por último, te animamos a tener un trabajo que te suponga un reto constante. Hay muchas personas que se conforman con lo que ya conocen, que se quedan en la zona de confort, pero no olvides que la zona de confort es la excusa de aquellos que no creen en la magia. Y existe, claro que existe. Solo tienes que buscar retos, continuos aprendizajes nuevos y cosas que te inspiren a ser siempre más y mejor.
Sigue leyendo: Evita ladrones de tiempo