Normalmente, solemos achacar al invierno o al frío la mayoría de las enfermedades leves que padecemos a lo largo del año. Catarros, resfriados, tos, mocos, dolor de garganta… suelen ser consecuencia de no habernos abrigado correctamente o de haber estado en contacto con los miles de virus que pululan por el ambiente en esta época del año. Sin embargo, en primavera también estamos predispuestos a sufrirlos: los cambios de temperatura nos vuelven locos, además de que tendemos a descuidarnos más: comienzan los helados (¡y los cogemos con ganas!), empezamos a vestir ropa más ligera y a darnos nuestros primeros baños en la playa, a pesar de que el agua aún está bastante fría aunque el sol nos invite a hacerlo. Y con esto, aparecen de nuevo esos síntomas que creíamos que ya podíamos olvidar.
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Por ello, hoy queremos traerte un efectivo remedio para la tos primaveral. Por supuesto, si me estás leyendo desde cualquier otra parte del mundo, también puedes llevarlo a cabo, también te servirá para otro tipo de tos, siempre que no sea tos con flemas o tos derivada de enfermedades tipo neumonía.
Remedio para la tos que puedes hacer ahora mismo
Cuidado: no confundas la tos primaveral con la tos por alergia. En el primer caso, se trata de una tos idéntica a la que sufres habitualmente en invierno u otras estaciones del año, mientras que en el caso de la tos alérgica, irá acompañada de picor de ojos, picor de nariz y el resto de síntomas de la alergia. En este segundo caso, te recomendamos acudir a productos (naturales o de farmacia) para tratar directamente la alergia: piensa que la tos es una consecuencia más de ella y que, cuando ella desaparezca, desaparecerá también la tos, por lo que no merece la pena atacar solo a ella.
Pero en el caso de la tos normal, te dejamos por aquí el remedio para la tos que te hemos prometido.
Té de pimienta negra y miel
Ingredientes:
- 1 cucharada de miel
- 1 cucharadita de pimienta negra molida
- 1 vaso de agua
Preparación:
Para preparar nuestro remedio para la tos, comenzamos hirviendo el agua. Lo podemos hacer en el microondas, pero lo ideal es que lo hagamos en un cazo en la vitrocerámica para controlar bien el punto de ebullición. Cuando comience a hacer pompas, añade la pimienta y apártalo del fuego, dejándola reposar 15 minutos.
A continuación, pasa el agua por un colador para eliminar los restos de pimienta, añade la miel y bebe poco a poco. Ya debe estar templado y habrá adquirido todas las propiedades de la miel y de la pimienta.
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