No seas demasiado exigente contigo mismo. Aunque te encuentres a dieta o la báscula te recuerde continuamente que deberías plantearte hacer una, de vez en cuando hay que darse un capricho y dejar la rutina. Igual que los domingos (o tu día libre de trabajo) lo dedicas a pasear y descansar, también tu alimentación merece un break. Hoy te traemos deliciosas recetas de buñuelos… calóricas, sí… riquísimas, también. ¡Un día es un día!
Estas recetas de buñuelos te servirán como postre, merienda o incluso hay quien disfruta incluyéndolas en el desayuno, aunque siempre nos gusta recomendar algo más sano para comenzar el día de la mejor manera.
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Recetas de buñuelos caseros para prepararlas en casa
Ingredientes:
- 125 gramos de harina de repostería
- 50 gramos de azúcar
- 30 gramos de mantequilla
- 250 ml de agua
- 4 huevos M
- Sal
- Aceite de oliva
- Azúcar glas
Preparación:
Como verás, los ingredientes que utilizamos para las recetas de buñuelos caseros no son precisamente bajos en calorías, pero el resultado final es tan delicioso que merece la pena darse un homenaje algún día. Aunque es una receta típica de Semana Santa, la podemos preparar en cualquier otro momento del año. De hecho, muchas cafeterías o churrerías también los preparan de forma casera.
Comenzamos nuestras recetas de buñuelos añadiendo un cazo la mantequilla, el agua, el azúcar y un poquito de sal. Cuando comience a hervir añadimos la harina poco a poco y sin dejar de remover para evitar que nos quede una masa muy grumosa o que se nos pegue a las paredes o la base del cazo. También es importante ir controlando bien el fuego para que no se queme la masa. No es una receta en la que te puedas ausentar, pero igualmente es fácil y rápida.
Una vez que la harina esté integrada con el resto de ingredientes, retira del fuego y en el mismo cazo añade los cuatro huevos y vuelve a mezclar bien. Ahora tendrás dos horas de descanso mientras la masa reposa.
Cuando haya pasado este tiempo, pon una sartén con aceite bien caliente y vuelca una cucharada de la masa anteriormente preparada. Ve agregando una a una más cucharadas de masa, pero no trates de hacer mucho buñuelos de golpe ya que la masa irá cogiendo más tamaño y necesitarás espacio en la sartén para que se prepare bien por todos los lados.
Les damos la vuelta y cuando veamos que ya tenemos nuestros buñuelos, los sacamos y los dejamos sobre un plato con papel absorbente para que reduzca aceite.
Una vez estén listos, espolvoreamos con azúcar glas. Los más golosos, también pueden añadirle un poco de chocolate líquido, nata… ¡o las dos cosas!
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