Si entre tus buenos nuevos propósitos se encuentra el de comer más sano y sobre todo comer mejor, seguro que ya te has planteado eliminar de tu dieta los ultraprocesados, los azúcares, las harinas, las grasas saturadas… Y sí, es mucho más fácil de lo que piensas, solo tienes que introducirte un poco en el mundo de la comida real y saber discernir entre aquello que te puede sentar mejor y lo que no. Para echarte una mano, hoy te dejamos todos los ingredientes y el paso a paso de la receta del bizcocho de avena y plátano.
Se trata de una preparación de repostería que no tiene harinas, ni azúcares, ni grasas saturadas. Es super sano, dulce y tiene muchísimas propiedades ya que, en este bizcocho de avena y plátano, prima lo natural y lo real por encima de cualquier otra cosa. Además, es muy fácil de preparar y puede convertirse en un desayuno o una merienda ideal para toda la familia. A los peques les encantará y a ti te alucinará poder comer tan sano y tan rico, con ingredientes de calidad y con una preparación super sencilla. A continuación, te contamos todo lo que necesitas para preparar esta receta del bizcocho de avena y plátano.
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Ingredientes para el bizcocho de avena y plátano
Para preparar esta receta vas a necesitar 180 gramos de copos de avena molidos (ojo, no compres harina de avena, mejor los que son 100% naturales. Si tienes dudas puedes “escanear” el producto con la app My Real Food), 3 huevos de tamaño M, 2 plátanos, cuanto más maduros estén mejor ya que te será más fácil trabajarlos, 2 onzas de chocolate negro, muy importante que sea con un porcentaje superior al 85% y que no tenga azúcar, 1 sobrecito de levadura Royal y, como extra, un chorro de leche desnatada. Como verás en la receta, el chorro de leche debe ser a ojo, porque es lo que te va a dar suavidad y que puedas trabajar mejor la masa, que, al ser íntegramente de avena, te puede costar un poquito.
Un punto que no se suele comentar en las recetas y que a nosotros sí que nos gusta mencionarlo son los utensilios que también vas a necesitar. En este caso, para esta super receta del bizcocho de avena sin azúcar con plátano tendrás que usar, por supuesto, un horno, pero también un bol grande, un bol pequeño, unas varillas, un tenedor, un pelapatatas (opcional), un molde (de la forma que más te guste) y papel para hornear.
Y si ya tienes todo esto preparado… ¡Vamos al lío!
Receta del bizcocho de avena y plátano
Dicho esto, tal vez te resulte raro que esta receta del bizcocho de avena y plátano no lleve ni un poquito de azúcar, ni de harinas. Aunque, si ya estás familiarizado con el mundo realfooder sabrás que el dulzor se lo va a aportar el plátano. Por eso es importante que esté bien maduro, porque, como además irá machacado, así le aporta más dulzor. De cualquier modo, si te gustan los platos muy dulces, también puedes echarle un dátil triturado (importante que no queden trozos). Estas son pequeñas modificaciones que puedes hacer tú mismo, en la primera vez que prepares esta receta o en sucesivas ocasiones.
¡Vamos al lío! Lo primero que tienes que hacer es preparar la avena. Si los has comprado ya molidos (recuerda, que solo sea avena, que no lleve nada más), puedes pasar al siguiente paso. Pero si los tienes que triturar este es el momento. Es importante que el triturado sea muy efectivo y que le des con insistencia. Para que te hagas una idea, tiene que quedar como si fuese polvo, una arenita muy ligera. ¿Ya lo tienes listo?
Bien, pues tanto si los has triturado tú como si has comprado esto ya molido, ahora es el momento de echarlo en un bol pequeño, junto con el sobre de levadura y moverlo todo bien para que se integre. A nosotros nos gusta poner hincapié en este paso porque, aunque no sea del todo necesario, es la mejor manera de asegurarnos que nuestro bizcocho va a crecer de forma uniforme… O al menos todo lo uniforme que permite esta elaboración porque, como verás en el paso final, es cierto que, por sus ingredientes y por usar papel de horno, es algo más complicado que quede lisito. Esta mezcla la reservamos.
Ahora nos vamos al bol grande y cascamos los huevos, con cuidado de que no caiga cáscara, pero utilizaremos tanto la clara como el huevo. Utiliza las varillas para batirlos y es muy importante que pongas ahora toda la carne en el asador para que se quede ligero y bien espumoso. Los huevos para cualquier receta de repostería quedan mejor si los bates hasta que empiezan a ponerse blanquitos y a salir un poco de espumita. ¡Apunta el truco!
Ahora, volvamos la mezcla de la avena con la levadura, de pocos en pocos. No hace falta que lo tamices, aunque sabemos que a muchas personas les gusta usar tamizador. El truco está en ir añadiendo poquito a poco y moviendo bien con las varillas. Cuando esté integrado, un poquito más y así hasta que termines de volcarlo todo.
Y ojo porque aquí es donde viene el punto de añadir la leche. Es posible que llegue un momento en que notes que la masa ya no te da para más y que empieza a ponerse un poco harinosa y no te permite mezclar más. Añade leche en chorritos, poco a poco, mientras vas removiendo para que puedas ver cuánta cantidad necesitas. Para que te hagas una idea, no suele hacer falta más de 100-150 ml, pero, como te decía, ve poco a poco, porque mejor quedarte corto que pasarte.
Cuando ya tengas todo esto listo, ahora tienes que machacar los plátanos. Como ya estamos terminando la preparación, te recomendamos que vayas precalentando el horno, a 180º. Como te decíamos, machacamos bien los plátanos y los añadimos a la mezcla, bien repartidos e intentando que no queden trozos, porque lo que queremos con ellos no es encontrar la fruta en sí, es que le dé dulzor a nuestra mezcla y un poco más de esponjosidad.
Ahora, con el pelapatatas rallamos el chocolate negro y también añadimos a la mezcla, removiendo bien. Si prefieres encontrarte tipo pepitas puedes añadir el choco en trocitos pequeños.
Ahora vuelva toda la masa en un molde forrado con papel de hornear. Puedes prescindir de él, pero nosotros te lo recomendamos para que luego te resulte más fácil limpiar, aunque, eso sí, la presentación del bizcocho suele quedar más bonita cuando no utilizamos este papel.
Mételo al horno a 180ºC durante 20 minutos. Como siempre, comprueba con un palillo si está lista la masa en su interior. ¡Y ya lo tienes! Ahora deja que temple antes de comértelo. Como consejo, si te resulta muy seco, puedes darle un desafío al paladar y untarle un pelín de ricotta. La mezcla salado – dulce queda bastante bien, aunque, como es algo delicado, si quieres prueba con un trocito pequeño antes de untárselo a todo. ¡Y ya lo tienes!
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