El hígado es el órgano que actúa como la fuente fundamental de energía para los seres vivos. La mayoría de las transformaciones metabólicas se realizan en el hígado. Este órgano es el encargado de cumplimentar en el orden de unas cinco mil funciones imprescindibles para los seres humanos.
También actúa como un sistema de decodificación en aras de eliminar del organismo las toxinas que se acumulan como consecuencia de la alimentación, inhalación o por la contaminación ambiental. Otro tanto sucede con el alcohol. De todo esto se traduce que del adecuado funcionamiento del hígado depende el buen vivir de los seres humanos y para eso debemos limpiar el hígado.
Y esto, disculpando lo banal del ejemplo pero es sustantivo de una gran verdad. A nadie se le ocurre usar un carro por 10 años sin darle mantenimiento. Y la razón fundamental es compartida: preservar la vida.
¿Cómo limpiar el hígado?
Para mantener el hígado funcionando adecuadamente debemos hacerle limpiezas periódicas. Y para cumplimentar esta importante función de mantenimiento debemos hacer uso de determinados suplementos. De estos se refiere que este comprobado su adecuado funcionamiento para limpiar el hígado.
La mayoría de estos suplementos son ricos en aceites, sales o jugos, todos ellos deben ser de procedencia natural.
¿Qué productos naturales podemos utilizar para limpiar el hígado?
Se pueden utilizar una gran diversidad de productos naturales en función de limpiar el hígado. Entre estos se encuentran:
- Té: rico en antioxidantes.
- Jugo de limón: es aconsejable tomar unas gotas de jugo de limón en un vaso de agua tibia, contribuyendo a regular el hábito intestinal
- Uvas: aportan antioxidantes y azucares que ayudan en la producción de bilis.
- Cúrcuma: especia elevada capacidad como antiinflamatorios.
- Manzanas: tienen altas concentraciones de pectinas que coadyuvan en la función de eliminar productos tóxicos presente en el aparato digestivo.
- Ajo: rico en compuestos azufrados, que participan en activar las enzimas hepáticas.
- Verduras y hortalizas: las remolachas y zanahorias son ricas en flavonoides y beta carotenos, los que protegen la función hepática.
- Agua
- Aceite de oliva: grasa natural y por lo tanto menos dañina al hígado.
- Berenjenas: activa las funciones de la vesícula biliar.
- Coles de Bruselas: alto contenido en compuestos ricos en azufre que protegen al hígado de daños químicos y tóxicos.
- Aguacate: contribuye en la protección del hígado como fuente de grasas saludables.
¿Qué otros factores pueden predisponer al daño del hígado?
La obesidad y el sobrepeso conducen al acúmulo excesivo de grasa en todo el cuerpo sin que el hígado se escape de esta situación, de ahí que puede crearse las condiciones favorables para el desarrollo del hígado graso.
Las grasas acumuladas también producen daño cardiovascular y crean las condiciones para que se desencadene la diabetes tipo 2, con todas sus secuelas.
De estas consideraciones se deriva una clara conclusión: llevar una alimentación sana contribuirá a preservar la salud del hígado y por ende, la tuya.
La nutrición sana de conjunto con la práctica sistemática de ejercicios se convierten en la mejor herramienta para evitar el mal funcionamiento del hígado, a lo que contribuirá, sin lugar a dudas, al limpiar el hígado con cierta regularidad.
Los que lo practican refieren manifestaciones de mejoría en sentido general incluyendo bajar de peso así como en la calidad de la piel e incluso aquellos que padecen de acné reportan una sustancial mejoría.
De cualquier manera resulta aconsejable acudir a un especialista antes de acometer acción alguna y establecer la mejor estrategia para limpiar el hígado.
Si te decides a limpiar el hígado sería útil no ingerir alcohol, o comer carnes rojas, productos refinados o derivados lácteos, mantenerse hidratado al tomar agua en exceso y mantener la rutina de ejercicios.