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Lavado de las manos: puerta abierta a la salud

Lavado de las manos: puerta abierta a la salud
Cuando las manos están visiblemente sucias se recomienda su lavado con agua y jabón

El lavado de las manos, una maniobra que resulta sencilla y rápida, puede garantizarnos en gran medida una buena salud. Incluye varios métodos que en su conjunto se han  nombrado como  higiene de manos por la Organización Mundial de la Salud.

Son numerosas las enfermedades infecciosas que circulan entre las personas con las que nos relacionamos en nuestra vida diaria, de manera directa o directa.  Piensa como ejemplo, en cuando te apoyas en un pasamano de una institución o medio de transporte público. O simplemente usas un teclado de PC o un teléfono móvil. ¿Cuántas personas han entrado en contacto con el mismo a través de sus manos? Y algunas de ellas pueden estar contaminadas con secreciones que portan microbios dañinos.

Las manos y la contaminación microbiana
Al tocar diferentes objetos de uso público podemos contaminar con microbios nuestras manos las cuales sirven de vehículo para que adquiramos enfermedades infecciosas.

De manera que, con un sencillo acto de tocar algún objeto, estamos aumentando  la probabilidad de que nos infectemos con los microorganismos causales de diferentes  enfermedades infecciosas, algunas de las cuales pueden ser mortales.

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Incluso aunque tengamos la conciencia de la importancia del lavado de las manos para nuestra salud, es frecuente  que no tengamos los conocimientos acerca de cómo debe realizarse este procedimiento de manera eficiente y segura.

Sobre el correcto lavado de las manos te brindamos información en este artículo, de manera que te invitamos a que continúes con su lectura.

¿Qué importancia tiene  el lavado de las manos?

Mediante el lavado de las manos se pueden evitar enfermedades infecto-contagiosas como la neumonía, la bronquitis, la meningitis, la hepatitis A, las infecciones herpéticas  y la mayor parte de las diarreas de origen infeccioso, entre otras.

Por la gran importancia que se le otorga al lavado de las manos para evitar la diseminación de estas enfermedades infecciosas y mantener un buen estado de salud, se ha decidido homenajear este procedimiento designando un   “Día mundial del lavado de manos”,  que resultó ser el  15 de octubre.

Esto forma parte de las acciones que diferentes asociaciones internacionales como la Organización Panamericana de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, lideradas por la Organización Mundial de la Salud han delineado, para incrementar el uso del lavado de las manos en la prevención de enfermedades y el conocimiento de su importancia entre la población.

Y es que muchas veces pensamos que los microbios colonizan nuestro cuerpo  viajando a través del aire.  Y esto de hecho ocurre en el caso de algunas enfermedades infecciosas.  Sin embargo,  en realidad es más frecuente que sean nuestras manos quienes constituyan la puerta de entrada o más bien el vehículo que lleva a los microorganismos infecciosos hacia el interior de nuestro cuerpo.

Luego de que las manos experimentan contaminación  con microbios sin darnos cuenta, las llevamos a diferentes partes de nuestro cuerpo, que pueden ser vulnerables y constituir puertas de entrada de dichos microbios  al interior de nuestro organismo.  Ejemplo de ello son: la boca, los ojos, oídos, los genitales, las heridas en la piel o las mucosas, entre otras puertas de entrada. También podemos tocar con las manos los alimentos que ingerimos contaminándolos de esta manera.

Por ello, aunque lo ideal es que mantengamos nuestras manos limpias todo el tiempo, hay situaciones en que por el alto riesgo de contaminación microbiana, el lavado de las manos se hace imprescindible para evitar enfermarnos y enfermar a los que nos rodean.

¿Cuándo debemos realizar el lavado de las manos?

Entre estas situaciones se pueden citar:

  • Cuando a simple vista se observa suciedad en las manos
  • Antes de ingerir cualquier alimento ya sea líquido o sólido
  • Antes de preparar los alimentos
  • Luego de manipular alimentos crudos que pueden estar contaminados, como las carnes crudas, los huevos y los vegetales
  • Al ingresar a la casa luego de haber estado fuera realizando cualquier actividad
  • Luego de la defecación y de la micción o acto de orinar
  • Luego del aseo de los genitales y el ano
  • Después de toser o estornudar
  • Antes y después de manipular personas encamadas o con discapacidad, especialmente si se trata con heridas, heces fecales, orina u otras secreciones.
  • Luego de cambiar el pañal y asear a los bebés y niños pequeños
  • Después de realizar cualquier actividad de limpieza en el hogar, centro de trabajo o sus alrededores, incluso si hemos utilizado guantes
  • Después de tocar animales o mascotas, sus excretas, las cubetas de alimentación y las camas, entre otros aditamentos relacionados con su cuidado
  • Luego de colectar y trasladar los desechos o basura, cualquiera sea su origen
  • Para el personal de salud, antes y después de examinar o manipular a cualquier persona, aunque se usen guantes para ello. También cuando se realiza limpieza y mantenimiento del instrumental, mobiliario, utensilios y  equipos  médicos, así como al deshacerse de los residuos generados por la atención de salud.

¿Cómo se debe realizar el lavado de las manos?

Son dos los métodos principales por los que podemos realizar el lavado de las manos de manera regular. Estos son:  el  lavado de las manos con agua y jabón (con o sin antiséptico) y la descontaminación en seco de las manos con preparados a base de gel con o sin alcohol.   También existe un tercer método solo empleado en los centros de atención de salud que es el lavado de las manos quirúrgico.

Explicaremos los dos primeros, que son los que podrán ser utilizados por la población en general.

El  lavado de las manos con agua y jabón

Este método es preferible ante situaciones que requieren del arrastre proporcionado por el agua y jabón.  Ejemplo de ello es después del contacto con secreciones o excreciones corporales y cuando las  manos muestran  suciedad macroscópica o visible.

Los pasos que se recomiendan por la Organización Mundial de la Salud son:

  1. Enjuagar las manos con agua abundante
  2. Cerrar el grifo y enjabonar las manos, preferiblemente desde un dispensador de gel, porque la barra de jabón puede sufrir contaminación
  3. Frotar primeramente las palmas de las manos
  4. Coloque una mano sobre la otra, entrecruce los dedos y frote la palma de la mano que está encima, sobre el dorso de la otra. Repita la operación cambiando la mano que queda encima.
  5. Coloque las palmas una frente a otra con los dedos intercalados y continúe frotando los espacios entre los dedos
  6. Con las palmas de las manos una frente a la otra, en dirección inversa, agarre los dedos en forma de gancho y restriegue de un lado a otro
  7. Coloque una mano alrededor del dedo pulgar de la otra, agárrelo y frótelo circularmente limpiando el agarre de la mano. Repita con el dedo pulgar de la otra mano.
  8. Frote las yemas de los dedos contra la palma de la mano contraria. Repita con los dedos de la otra mano.
  9. Enjuague las manos con agua abundante durante al menos 8 segundos.
  10. Seque las manos. Es mejor realizarlo con una toalla de papel desechable que con una toalla de tela, pues esta última puede  alojar microbios. Lo preferible es utilizar aire caliente.
  11. Cierre el grifo con una toalla desechable. Tenga en cuenta que los grifos son considerados por la Organización Mundial de la Salud entre los objetos más sucios y contaminados, por ello con sus manos limpias no debe volver a tocarlo.
La higiene de manos por arrastre
Cuando las manos están visiblemente sucias se recomienda su lavado con agua y jabón

Lavado por descontaminación en seco de las manos con preparados a base de alcohol

Las preparaciones alcohólicas para la descontaminación en seco de las manos incluyen soluciones, geles o espumas.  Es recomendable solo para manos visiblemente limpias.

Este método  ha incrementado la adherencia del personal de salud a la higiene de manos. Es muy eficiente y se puede realizar sin limitación de su frecuencia.

El lavado en seco de las manos tienen las ventajas de que:

  • Elimina mayor cantidad y variedad de microbios
  • Las soluciones se secan rápidamente sobre la piel

Los pasos recomendados son:

  1. Deposite abundante preparado sobre la palma de una mano
  2. Frote las palmas generando la fricción

De manera similar a lo descrito para el lavado de las manos con agua y jabón, realizar las maniobras de frotación que incluyen:

  1. Frote la palma de una mano contra el dorso de la otra, incluyendo las zonas interdigitales
  2. Frote las palmas con los dedos intercalados
  3. Agarre los dedos en forma de gancho y restriegue de un lado a otro
  4. Friccione los pulgares y el agarre de las manos
  5. Friccione las yemas de los dedos
  6. Extienda las manos para que se sequen
Descontaminación en seco para manos limpias
La descontaminación en seco de las manos utiliza preparados a base de alcohol en forma de soluciones, geles o espumas

Cuidados adicionales al lavado de las manos

Es conveniente, después del lavado de las manos cubrirlas con una crema hidratante para contribuir a la conservación de la piel en buen estado de salud.

También es aconsejable, cuando se realizan algunas de las actividades mencionadas como riesgosas, desde el punto de vista infeccioso, utilizar guantes para disminuir el grado de contaminación y suciedad que deberá después eliminarse con un lavado de las manos más intenso.

Debe mantenerse una estricta limpieza de los lavabos y sus grifos.

Si sigues las orientaciones sencillas y efectivas que te hemos transmitido, podrás comprobar que el lavado de las manos es una verdadera puerta abierta a la salud.

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