Las infusiones son uno de los mejores aliados que nos ha dado la Naturaleza. Fuente de excelentes propiedades y beneficios, lo cierto es que la gran variedad de tipos de existen nos abruma. Sería imposible detallar una por una sus cualidades y para quien están indicadas, pero a grandes rasgos todas comparten unos beneficiarios comunes… y también unas contraindicaciones con las que debes tener cuidado.
La manzanilla, los diferentes tipos de té o la cola de caballo son las infusiones más habituales que nos encontramos en supermercados y herbolarios.
Beneficios comunes de las infusiones
En general y salvo que estén especialmente indicadas para lo contrario, las infusiones nos relajan, nos ayudan a conciliar mejor el sueño y calman nuestros nervios si estamos atravesando una etapa complicada o si tenemos algún acontecimiento que nos altera.
Ciertas infecciones urinarias, como la cistitis, se pueden aliviar también gracias a las infusiones, ya que reactivan la orina.
Vinculado a la orina también está el asunto de la retención de líquidos, que como bien sabes trae algunos problemas asociados (hinchazón de pies, piernas y manos, aumento de volumen, aumento de peso, sensación de cansancio…) y que puedes evitar gracias a las infusiones.
Por último, estas bebidas a base de hierba nos alivian algunos tipos de dolores, especialmente los relacionados con el estómago y el aparato reproductor femenino, como los dolores gástricos y los dolores de menstruación.
¿Quién puede tomar infusiones?
Aunque casi cualquier persona podría tomar infusiones, hay determinados grupos a los que estas hierbas les favorecen más. Si te identificas con alguno de ellos, deberías comenzar a incluir las infusiones en tus comidas diarias:
Personas nerviosas o con problemas de insomnio: Si tienes insomnio diagnosticado pero no quieres tomar ningún medicamento, apuesta por lo natural. Las infusiones te relajarán y te ayudarán a dormir mejor. Consulta en tu herbolario por aquellas especialmente indicadas para dormir.
Personas que deseen bajar de peso o estén siguiendo una dieta: Como hemos comentado anteriormente, las infusiones nos ayudan a luchar contra la retención de líquidos, un aspecto que debemos cuidar si estamos a dieta o queremos perder peso o volumen.
Personas con colesterol: Si tienes colesterol, te gustará saber que hay algunas infusiones específicas para este trastorno, ayudándote a bajarlo. Combinar este tipo de infusiones con una alimentación adecuada son excelentes maneras de luchar contra el colesterol.
¿Quién debe evitar las infusiones?
A pesar de todos sus beneficios y propiedades, hay también grupos de riesgo que deberían evitar las infusiones o, al menos, consultar con su médico antes de consumirlas:
Embarazadas: Si estás embarazada o en período de lactancia, sabrás que debes tener especial cuidado con lo que comes y bebes, incluidas las infusiones.
Personas con problemas de potasio: Debido a que la mayoría de las infusiones son diuréticas, esto puede provocarnos una pérdida de potasio, por lo que debes moderar su consumo si sufres bajadas de este mineral.
Diabetes: Consulta con tu farmacéutico o responsable del herbolario en caso de ser diabético, ya que no todas las infusiones te sentarán bien.