En el caso de la hernia inguinal síntomas frecuentes son bultos, ardor, dolor, incomodidad y debilidad. La hernia inguinal no es necesariamente peligrosa; sin embargo, debe tratarse para bienestar del paciente y evitar complicaciones. Una hernia puede producirse en cualquier parte del cuerpo, pero 9 de cada 10 aparecen en la pared abdominal. La mayoría (90%) sale por la ingle y otra vez, 9 de cada 10 de éstas, son intrainguinales. ¿Quieres saberlo todo sobre síntomas y tratamiento de la hernia inguinal? ¡Sigue leyendo!
Esto te interesará: Dolor de riñones
Qué es la hernia inguinal síntomas
Una hernia es una protuberancia, la salida de una parte de una víscera o músculo a través de un punto débil en las paredes de los órganos. Puede herniarse el cerebro, pueden herniarse los músculos o la médula espinal. Pero la mayoría de las hernias se produce a través de la pared abdominal anterior. Por esa razón cuando se habla de hernias generalmente se refieren a este tipo de lesión.
Desde este punto de vista, la hernia inguinal se produce cuando un tejido próximo a la ingle, como el intestino, sobresale a través de los músculos abdominales y forma una protuberancia dolorosa. En los hombres el punto débil es el canal inguinal, donde el cordón espermático ingresa al escroto. En las mujeres la hernia inguinal puede producirse cuando el tejido conjuntivo del útero se adhiere al tejido que rodea el hueso púbico.
La hernia inguinal no es peligrosa pero si no se trata o mejora por sí misma, puede causar graves complicaciones. La mayoría de las veces la hernia inguinal se trata mediante una cirugía habitual.
Los signos y síntomas más habituales de la hernia inguinal son:
- Bultos a cada lado del hueso público, más evidentes cuando se está parado, tose o hace un esfuerzo. Estos bultos pueden ser dolorosos o provocar ardor.
- Dolor o incomodidad en la ingle, especialmente al inclinarse, toser o levantar objetos.
- Sensación de pesadez, debilidad o presión en la ingle.
- Ocasionalmente, dolor e hinchazón alrededor de los testículos cuando la sección del intestino que sobresale desciende al escroto.
Si los síntomas se agravan es necesaria una atención médica de urgencia, ya que puede haberse producido un estrangulamiento de la hernia:
- Dolor intenso en la ingle o el abdomen.
- Fiebre.
- Taquicardia.
- Hinchazón abdominal.
- Náuseas y vómitos.
Cuando la hernia no puede ser empujada hacia adentro, su contenido puede quedar atrapado en la pared abdominal: esto se denomina hernia estrangulada. La hernia estrangulada corta el flujo de sangre hacia el tejido poniendo en riesgo la vida.
La hernia inguinal puede afectar a niños y recién nacidos. Según Healthy Children se producen como consecuencia de una debilidad congénita de la pared abdominal o cuando, en el momento del nacimiento, no se cierra el peritoneo adecuadamente.
La madre podrá observarla cuando el bebé llore, tosa o se esfuerce durante la defecación. En el caso de los bebés con hernia inguinal síntomas habituales son la irritabilidad y falta de apetito, además de la hernia observable a simple vista.
En los niños mayores con hernia inguinal síntomas visibles y palpables cuando tose, se esfuerza o permanece de pie un tiempo prolongado.
Si observas estos síntomas te recomendamos consultar con el médico, especialmente si el bulto cambia de color a rojo o morado pues puede tratarse de una hernia estrangulada.
Factores de riesgo de la hernia inguinal
En el caso de la hernia inguinal síntomas y factores de riesgo se confunden. Los factores de riesgo incluyen:
- Edad avanzada
- Sexo: masculino (las hernias de la ingle son aproximadamente 10 veces más comunes en los hombres. Las hernias femorales son más comunes en las mujeres).
- Actividad física vigorosa como ocurre en deportes como el fútbol y el rugby
- Aumento de la presión dentro de la cavidad abdominal debido a levantar objetos pesados, estreñimiento, esfuerzo para orinar.
- Tos severa o prolongada.
- Obesidad.
- Embarazo.
Causas y tratamiento
Muchas veces las hernias inguinales no tienen una causa identificable. Sin embargo pueden ser el resultado de:
- Aumentos de la presión dentro del abdomen, un punto débil preexistente en la pared abdominal o una combinación de ambos factores.
- Esfuerzos para defecar u orinar.
- Actividad física o laboral extenuante.
- Embarazo.
- Tos o estornudos crónicos, tos del tabaquismo.
- Envejecimiento.
- Después de una lesión o cirugía abdominal.
La hernia inguinal tiene un tratamiento principalmente quirúrgico, aunque en el caso de los niños los médicos pueden intentar otras estrategias antes de llegar a la cirugía como empujar el tejido hacia adentro.
Los tipos de cirugía son:
- Herniorrafia: para reparar el defecto en la pared abdominal
- Hernioplastia: para reforzar el área débil con malla o alambre de acero
- Resección intestinal: para extirpar una sección del intestino, se puede usar cuando parte del intestino se retuerce o se bloquea o se gangrena y muere
- Reparación de hernia laparoscópica: a través de varias incisiones pequeñas en la ingle o el abdomen, la recuperación puede ser más rápida.
Prevención de la hernia inguinal
No hay forma de prevenir una hernia inguinal, sin embargo si te encuentras dentro del grupo de riesgo puedes intentar algunas estrategias para reducir la tensión en los músculos y tejidos abdominales. Por ejemplo:
- Mantener un peso saludable, con dieta y ejercicio.
- Mantener fuertes los músculos abdominales.
- Realizar unos minutos de calentamiento antes de forzar los músculos.
- Incorporar alimentos ricos en fibra para prevenir el estreñimiento y el esfuerzo.
- Evitar levantar objetos pesados o hacerlo con cuidado. Siempre flexionar las rodillas, no doblar la cintura. O pedir ayuda con las cosas pesadas.
- Dejar de fumar.
- Las fajas o bragueros no reemplazan la cirugía, ni previenen complicaciones ni curan la hernia. Pueden ayudar a sentirse más cómodo, como por ejemplo los cinturones protectores cuando se levantan o mueven objetos pesados. Tu médico puede indicarte el uso de un braguero un tiempo antes de la cirugía o tratamiento.
Curiosidades: Importancia de un buen colchón