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¿Cómo estar seguro de una decisión que no te atreves a tomar?

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¿Cómo estar seguro de una decisión que no te atreves a tomar?

Estar seguro de una decisión importante es probablemente de las cosas más difíciles que vas a hacer en tu vida. Es obvio, que cada día, a cada instante, tomamos diferentes decisiones, muchas de ellas nada trascendentales: elegir menú, elegir la ropa que nos vamos a poner, el sitio de la comida o la hora a la que vamos a salir de casa. Sin embargo, hay una serie de momentos en nuestra vida en los que vamos a tener que tomar decisiones mucho más importantes: cambiar de trabajo, tener un hijo, casarnos o incluso mudarnos a otra ciudad.

¿Cómo puedes estar seguro de una decisión? ¿Cómo saber si es el camino correcto? Obviamente, nadie tiene una varita mágica para poder ver el futuro y saber, en qué medida, va a afectar esto al desarrollo de su vida y, lo más importante, si va a conseguir ser feliz con esa decisión tomada o si su felicidad estaba en otro lado. Pero, si quieres estar seguro de una decisión, hay una serie de pasos o indicios que te ayudarán a tomar una decisión con la seguridad de que, vaya bien o vaya mal, es realmente lo que quieres.

Sigue leyendo y te damos los consejos básicos para no equivocarte.

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No te metas prisa:

pensamientos positivos

Ni permitas que nadie te meta prisa. Hay decisiones que son más fáciles de tomar y otras que llevan más tiempo y, ya que cada persona es un mundo, cada uno de nosotros necesitamos unos tiempos diferentes para llegar a tomar una decisión. ¿Por qué? Por no se trata de un sí o un no, detrás de toda gran decisión hay un proceso más o menos lento en el que debemos ser conscientes de lo que queremos, de cómo hemos llegado a ese punto, de qué va a ocurrir después y de que realmente nos acerca al futuro que soñamos. También, si tiene implicaciones grandes, debemos estar preparados para afrontarlas y sentirnos física, pero sobre todo mentalmente fuertes para todo lo que venga a raíz de esa decisión que llevas tanto tiempo dando vueltas en tu cabeza. Por tanto, no te metas prisa, vive a tu propio ritmo y no dejes que las opiniones de fuera te hagan acelerar o frenar si no es lo que deseas o para lo que aún no estás preparado.

Analiza pros y contras:

Este segundo consejo para tomar una decisión te ayudará en algunos casos, pero en otros no demasiado. Depende de lo que esté en juego. Cuando sean implicaciones sentimentales, está claro que los pros y contras ayudarán poco, porque al final un solo pro puede destruir a cien contras. Sin embargo, cuando entren en juego factores laborales o económicos, sí que te puede ayudar a ver la situación con perspectiva y analizar, de forma más o menos objetiva, qué te aporta y qué te quita esa decisión, qué puedes conseguir con ello y qué puedes perder por el camino. Porque no nos olvidemos que al final el miedo a tomar una u otra decisión es precisamente por todas las implicaciones que va a tener en tu futuro. Pero, no tomarla también las tendrá, por lo que debes valorar todos los puntos, todo lo que puede ocurrir tanto en un camino como en otro y en base a eso tratar de tomar la mejor decisión, aquella que, como te vamos a contar a continuación, es la que te hace feliz y por la que te merece la pena estar vivo.

Escoge el camino que te hace feliz:

soledad

Muchas veces, a lo largo de nuestra vida, nos vamos encontrando con diferentes caminos. Unos son más fáciles, otros más difíciles, unos no nos hacen felices y otros sí. ¿Cómo saber cuál es el correcto para nosotros, cómo estar seguro de una decisión? No hay dos personas iguales, por lo tanto, no hay dos caminos correctos para dos personas diferentes. Cada uno de nosotros estamos hechos de nuestra propia historia, de lo que hemos vivido, de lo que nos ha hecho sonreír y de lo que nos ha hecho llorar, y al final de todo, al final lo único que va a importar en la vida es que te hace feliz, que te haga levantarte cada mañana pensando que la vida merece la pena. Y en este caso no hay lista de pros y contras que valga. Tómate tu tiempo, párate a pensarlo bien y no te dejes obnubilar por un estado de fiebre temporal. ¿Te hace feliz? ¿De verdad que te hace feliz? Pues no hay más, en algunos temas eso es todo lo que debes saber para decidir cuál es la mejor decisión para ti y para tu vida. Si todos nos esforzásemos más en buscar exclusivamente la felicidad, el mundo sería un mejor lugar para vivir.

Valora las consecuencias:

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Toda acción tiene una contraprestación, una consecuencia directa o indirecta que, no lo olvides, también forma parte de dicha decisión. Todo camino nos conduce a un destino pero no olvidemos que en este nuevo destino vas a tener que renunciar a algunas cosas que no estaban en esta dirección que ha tomado tu vida. Por tanto, para estar seguro de una decisión, debes también valorar lo que vas a perder por el camino además de lo que vas a ganar. ¿Vas a seguir siendo feliz cuando esto haya cambiado? Solo tú puedes responder a esta pregunta. ¿Vas a ser capaz de afrontar las implicaciones que se van a generar al tomar esta decisión que te ronda en la cabeza? ¿Cuándo se haya pasado la fiebre inicial, vas a ser capaz de sobrellevar lo bueno y lo malo que irá asociado a esta decisión? Todo esto también lo debes tener en cuenta, porque tan importante es el camino como el destino al que vas. Si no vas a ser capaz de lidiar con las consecuencias o implicaciones con las que te vas a encontrar, quizás deberías volver al punto uno y tomarte tu tiempo antes de decidir si estás seguro para tomar una decisión.

Apóyate en alguien:

amigos

Siempre, sea una decisión grande o pequeña, siempre debemos buscar el modo de apoyarnos en alguien. Alguien que nos quiera, que sea de confianza y que no nos vaya a lanzar dardos envenenados, que realmente quiera cuidar de nosotros y apoyarnos en todo, salga bien o salga mal. Además, aunque las decisiones las debes tomar tú solo sin dejarte influenciar por nadie, contar con una visión externa, imparcial, te ayudará a ver las cosas desde una perspectiva que quizás necesitas ver. Sin embargo, no lo olvides, esa persona de confianza debe estar ahí para ayudarte y apoyarte, para hacerte sentir más valiente y para darte buenos consejos, pero nunca nunca nunca para imponerte algo, para hacerte sentir mal o para transmitirte el mensaje de que debes hacer lo que él piensa porque solo él tiene la única verdad. Para nada es así, tenlo claro, como decíamos antes, no hay dos caminos correctos para dos personas diferentes.

Por tanto, en resumen, para estar seguro de una decisión debes valorar bien la situación, sus implicaciones, tomarte todo el tiempo que necesites para llegar a una respuesta y sobre todo ser feliz. Sobre todo eso.

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