Todos podemos estar algún día un poco malhumorados, pero es importante reconocer cuándo ese enojo o irritación es algo más que un estado de ánimo. Por otra parte, los cambios en los estados de ánimo y en especial los sentimientos de irritación, enojo o tristeza se pueden deber a muy diferentes causas según la etapa de la vida en la que nos encontremos.
Hay casos patológicos: son los llamados trastornos del estado de ánimo como la depresión y el trastorno bipolar o depresión maníaca, que afectan aproximadamente al 10% de la población.
Sin llegar a este extremo, hay una sustancia que juega un papel principal en la regulación de los estados de ánimo y de la que seguramente has escuchado hablar: la serotonina.
¿Quieres saber más? Cambia de humor y… ¡sigue leyendo!
Conoce más: Serotonina, todo lo que debes saber sobre ella
Cambios de estados de ánimo en la adolescencia
Los adolescentes están muy expuestos a los cambios de estados de ánimo. De hecho, por momentos se sienten enfadados, o pasan de la risa al llanto casi sin transición. Es muy común entre los adolescentes que sientan que pierden el control de sus estados de ánimo. Si eres el feliz padre o madre de un adolescente del que nunca se sabe con qué humor se va a levantar cada mañana… piensa que los adolescentes están sometidos a constantes cambios y presiones debido a la etapa de la vida en la que se encuentran.
Los adolescentes básicamente están construyendo su identidad y su propia imagen y todo esto les produce sentimientos encontrados. Son niños que se están convirtiendo en adultos… ¡suficiente motivo como para navegar entre distintos estados de ánimo! Otra causa de los cambios en los estados de ánimo de los adolescentes es el comienzo de la producción de hormonas sexuales. Las hormonas producen cambios físicos y emocionales y hasta que el organismo adolescente se estabiliza por momentos parece que todo se sale de control.
¿Es lo que te está ocurriendo? Entonces sigue estos consejos:
- Toma un respiro; si te sientes enojado o irritado, trata de tranquilizarte contando hasta diez o utilizando alguna técnica de relajación o meditación.
- Si sientes que los cambios en los estados de ánimo te superan, habla con un adulto en el que confíes.
- Muévete. La actividad física ayuda a la producción de beta-endorfinas y serotonina, hormonas que ayudan a controlar el estrés y mejorar el estado de ánimo además de ayudarte a descargar tensiones.
- Controla tus horas de sueño: tu organismo está desarrollándose y necesita buena alimentación y descanso suficiente. La falta de sueño causa tristeza e irritabilidad.
- Desarrolla la creatividad. Concentrarse en un esfuerzo creativo genera placer y estimula la producción de serotonina, una de las cuatro hormonas que nos ayudan a sentirnos más tranquilos y felices.
- Llora. Llorar ayuda a descargar tensiones y recuperar el equilibrio, pero si después de llorar no te sientes mejor, si tu estado de ánimo negativo persiste, quizás sea el momento de pedir ayuda.
Trastornos de los estados de ánimo
En las personas adultas, sentirse irritable, enojado, triste, aburrido, desesperado o indiferente pueden ser síntomas de enfermedades del estado de ánimo. En realidad, si se trata de cambios de estados de ánimo pasajeros y no interfieren en tu vida familiar, personal o laboral (simplemente hay que dejar que pase), no hay ningún problema; todos tenemos derecho a sentirnos enojados alguna vez. Pero cuando estos cambios afectan tu relación con las demás personas o te impiden disfrutar la vida… es momento de consultar con un especialista pues puede ser que estés padeciendo un trastorno del estado de ánimo.
Esto es importante, porque muchas personas padecen durante años estos trastornos sin recibir el tratamiento adecuado, por ignorancia o por temor al rechazo social. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud , más de 300 millones de personas viven con depresión. Analiza estos datos:
- Los casos de depresión aumentaron un 18% en los últimos diez años.
- La depresión encabeza la lista de las causas de enfermedad.
- La depresión es más frecuente en las personas entre 25 y 44 años.
- La depresión afecta al 24% de las mujeres y al 15% de los varones.
Para reconocer un estado depresivo y diferenciarlo de los cambios en los estados de ánimo, toma en cuenta estas preguntas y actúa en consecuencia:
- ¿El malhumor o depresión desaparece en unos días o se extiende durante más de dos semanas?
- ¿El malhumor es soportable o te impide ir a trabajar o estudiar y te priva de pasar tiempo con tus afectos?
Los estados de ánimo y la serotonina (la hormona de la felicidad)
No en vano la serotonina ha sido llamada “la hormona de la felicidad”. En realidad forma parte de un verdadero “cuarteto de la felicidad” junto con sus hermanas las endorfinas, dopamina y oxitocina. Últimamente la ciencia ha descubierto los efectos de cada una de ellas:
- Endorfinas: poder analgésico.
- Serotonina: felicidad, control de la depresión.
- Dopamina: motivación
- Oxitocina: vínculos emocionales.
Es interesante saber que el 90% de toda la serotonina que tenemos en nuestro organismo se encuentra… ¡en el intestino! Y el 10% restante se distribuye entre la sangre y el cerebro. Pero… como ya lo dijéramos en un artículo anterior, nuestro intestino alberga el sistema nervioso entérico, verdaderamente un segundo cerebro ya que está compuesto por 100 millones de neuronas conectadas con las del cerebro principal.
La serotonina tiene importantes funciones como reguladora de los estados de ánimo. Se ha comprobado que bajos niveles de serotonina están relacionados con la depresión, ansiedad, miedo, fatiga y cansancio. Niveles adecuados de serotonina son responsables de la calma, la sensación de bienestar, el buen humor y la felicidad.
Más información: Serotonina en tu dieta