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Tu cerebro es tu enemigo para bajar de peso, ¿por qué?

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Tu cerebro es tu enemigo para bajar de peso, ¿por qué?

Toda la vida hemos creído en la fórmula de kilocalorías y energías gastadas por el organismo era la más eficiente para lograr el peso ideal. También creemos que el sedentarismo es una de las razones fundamentales por la cual la obesidad se está transformando en una de las epidemias más peligrosas en la mayoría de los países. Sin embargo, se ha demostrado que el cerebro es tu enemigo principal, cuando deseas bajar de peso.

La gran teoría para mantener un peso ideal es ingerir la misma cantidad de calorías que las que gastamos. Si ingresamos al organismo más energía de las que gastamos, éstas se convertirán en grasa. Aunque esta teoría no es del todo falsa, hay otro dato más importante que está oculto. Los compuestos químicos de los alimentos procesados son las verdaderas causales de un sobrepeso.

Conoce a tu cerebro

El cerebro es tu enemigo número único

Alguna vez te preguntaste porque no puedes seguir un estilo de vida saludable por mucho tiempo. Un día estás entusiasmada y tomas el coraje de comenzar una dieta nutricionalmente equilibrada y un plan de ejercicios básicos. Sin embargo, luego de algunas semanas o meses, en algunos casos de valientes, no puedes más y los abandonas, aunque te invadan remordimientos.

¿Qué pasa? ¿Es cuestión de voluntad o aburrimiento? No, ninguna de las dos son las razones fundamentales por las que no podemos seguir un plan saludable para bajar de peso. El factor fundamental se encuentra escondido en un enemigo que vive camuflado en nuestro organismo. Se trata de nuestro cerebro y aunque se lo puede engañar, cuesta mucho.

Ya no comes porque tienes hambre, comes porque sientes ganas de comer

El sobrepeso se puede transformar rápidamente y sin darnos cuenta en obesidad, todo porque el cerebro es tu enemigo. Porque, aunque es cierto que debemos respetar el balance de energía y gastar lo que consumimos, si deseamos bajar de peso tenemos que ver más allá. Tenemos que conocer a los disruptores endócrinos porque están convirtiendo a nuestro cerebro en nuestro enemigo.

Qué son los disruptores endócrinos

Básicamente, los disruptores endócrinos cuyas siglas son DE son químicos que cuando ingresan en nuestro organismo se camuflan y modifican el comportamiento de las hormonas. Provocando que envíen señales equivocadas, disminuyan o aumenten su intensidad o la anulación de la función de las hormonas.

Esta acción tiene efectos muy nocivos en nuestro organismo puesto que afecta directamente al sistema endocrino. Los niveles más perjudicados son el metabolismo, la sexualidad, problemas cardiovasculares y neurológicas. Es la razón fundamental por la cual tu cerebro es tu enemigo.

Lo más grave es que se encuentran en la mayoría de los productos que nos rodean incluyendo los alimentos. Es una contaminación invisible que nos está afectando gravemente.

Cómo evitar tomar contacto con los DE

Las sustancias químicas que nos afectan se encuentran en muchos inmobiliarios, equipos electrónicos e incluso en la tinta del ticket que recibimos de las tiendas. Por lo tanto, es muy difícil no tomar contacto con ellos.

Sin embargo, ahora que sabemos de qué se trata podemos disminuir tener contacto con estas sustancias optando por alimentos orgánicos en lugar de los procesados como los enlatados o envasados. También podemos tomarnos el trabajo de lavar bien los alimentos o incluso pelarlos antes de consumirlos para evitar el contacto con pesticidas.

El plástico es uno de los conductores principales de estas sustancias, por lo tanto, se debe tratar de optar por el vidrio en lugar de los envases plásticos.

Gracias a los DE tu cerebro es tu enemigo

Hasta ahora sabemos que los DE afectan a nuestro organismo, en especial al metabolismo. Sin embargo, al principio comentamos que el cerebro, o mejor dicho nuestra mente, es la principal enemiga de nuestro esfuerzo por bajar de peso.

Entre los mayores defectos de la naturaleza del hombre se encuentran la gula, la pereza y la indolencia. Por ese motivo es que sentimos culpa cuando notamos que no podemos seguir con un plan de nutrición o ejercicios.

Pero no es nuestra culpa es un circuito llamado de recompensa instalado en la zona de ingesta de nuestro cerebro. ¿Qué está sucediendo en nuestra mente?

Tu cerebro es tu enemigo

Normalmente, el cerebro nos tiene que enviar una señal nutricional comandado por un mecanismo hedonístico. Así tendríamos la necesidad de comer cuando nuestro organismo necesita de energía. Esto nos obligaría a elegir alimentos orgánicos, frescos y sin agregados químicos, que sean ricos en propiedades nutricionales que en este momento necesitamos.

Sucede que ahora el cerebro es tu enemigo porque no está funcionando así, debido al efecto de los DE. Ahora nuestra parte hedonista dejó de coincidir con nuestras necesidades biológicas y está respondiendo a señales externas. Este nuevo cerebro desea comer, aunque no tenga hambre y se manifiesta en estados de ansiedad que sólo se puede calmar comiendo.

Por eso es que nos resulta muy difícil seguir una dieta para adelgazar. Entonces, ya no sólo debemos comenzar un plan nutricional y de ejercicios que nos permita bajar de peso. También debemos enfocarnos en nuestro cerebro y reprogramarlo para sentir alegría y bienestar al cumplir otras metas y no tomar como recompensa nada de comida.

Mira: Cómo motivarse para bajar de peso sin sacrificios