Hablar del té blanco y sus propiedades resulta una difícil y ardua encomienda: mientras que el té verde es un gran conocido, sobre el té blanco se desconoce aún bastante información. Y es que esa forma de té, que se conoce como té blanco, es la forma menos procesada conformada por los cogollos blancos que recuerdan el color de la plata, y que a fin de cuentas son las yemas sin abrir del té, de ahí la denominación que lo caracteriza como té blanco.

Se conoce que en la región china de Fujian no crece el té en el invierno y no es hasta la primavera que se pueden ver los primeros brotes, los más jóvenes, cubiertos de un delicado y corto vello blanco que son justamente los que se utilizan en la selección del té blanco lo que hace que se enriquezcan sus reconocidas propiedades.

Esto brotes, ricos en nutrientes, conforman el reconocido Yinzhen o agujas de plata, y justifica el por qué es un producto saludable y exquisito al gusto, y explica su alto valor en el mercado al ser considerado el té de más alta calidad.

Otra característica que marca la diferencia es la exquisita  selección de hojas que una vez recolectadas se deja evaporar el agua y se secan al sol y al aire, lo que garantiza que se mantengan  sin modificar  sus propiedades.

Esto garantiza, mediante este sistema para procesar las hojas, que como se puede apreciar es una manipulación  mínima lo que garantiza que el té blanco contenga más nutrientes que las otras variedades de té, es decir los llamados  negro o verde, de ahí que se justifique la apreciación bien fundada de que es el más saludable de los tés.

Al preparar la infusión resulta en una bebida que presenta un sabor ligeramente dulce, delicado, que agudiza las sensaciones y deleita el paladar.

Propiedades del té blanco

Entre sus más importantes propiedades podemos encontrar:

1. Su alta capacidad como antioxidante, fundamentalmente dado por la concentración elevada de polifenoles. Esta se considera que se encuentra en el orden de unas  tres veces más polifenoles que los otros tipos de té.

2. Una de sus más importantes propiedades está relacionada con la baja concentración de cafeína que tiene si la comparamos con las formas de té negro o verde, sin mencionar el café que sobrepasa a los tés en todas sus manifestaciones.
3. Es rico en unas sustancias llamadas catequinas que contribuyen en buena medida a la salud cardiovascular al controlar la presión arterial y mantener en el rango normal los niveles del colesterol.
4. Contribuye a mantener la calidad y salud de la piel contribuyendo a mitigar el efecto de las radiaciones solares.
5. Se reconoce su activo papel en la lucha contra las enfermedades infecciosas.
6. Su relevante función como diurético ayuda mantener el balance hídrico en los seres humanos.
7. Alto contenido de flúor, participando de forma definitiva en el control de las caries dentales
8. Posee una alta capacidad para mantener el peso corporal y participando en evitar el sobrepeso y la obesidad.

Como se debe preparar el té blanco

Para optimizar la preparación del té blanco para beber se usa agua fría corriente sin calentar. Esta se calienta  entre 60 a 70 grados Celsius, sin que llegue a hervir  y se deja enfriar. En ese momento se añade  el té.

Recomendaciones para seguir una dieta con té blanco

Se considera que se debe tomar alrededor de tres o cuatro tazas por día. El té blanco tiene los elementos que coadyuvan a quemar las grasas, mantener el equilibrio hídrico al actuar como diurético, desintoxicar al ser humano y disminuir el peso corporal.

¿Qué contraindicaciones se le reconocen al té blanco?

Realmente se conocen limitadas contraindicaciones o efectos secundarios que se puedan atribuir al consumo de té blanco, entre estas se encuentra la alergia que se presenta en algunas personas.

En definitiva, el té blanco con sus particulares propiedades es aromático y evocador… ¡compruébalo por ti mismo!