Tanto si hemos sido nosotros quienes han dejado la relación como si ha sido la otra persona quien ha decidido no continuar, superar una ruptura nunca suele ser fácil. Nos quedan los recuerdos, las costumbres, incluso la rutina, esa que en ocasiones tanto detestamos, hace mella en nosotros y nos cuesta bastante superarla.
También, el tipo de relación que hemos llevado condicionará mucho el cuánto nos costará superarlo. El tiempo, por supuesto, también tiene mucho que ver. Todo esto actúa sobre nosotros como un cóctel molotov que nos hace cerrarnos en banda en un primer momento y pensar que no hay vida más allá de esta relación que acaba de terminar.
No te vamos a engañar, no te vamos a decir que encontrarás mañana a tu nueva media naranja o que dentro de una semana habrás olvidado todo. Ten en cuenta que todo necesita un tiempo y que solo tú determinas cuánto va a durar ese luto. Depende de muchos factores, pero hoy queremos ayudar a todos esos corazones rotos que no ven salida y que necesitan saber cómo superar una ruptura antes de que la ruptura les supere a ellos.
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Cómo superar una ruptura
Lo primero, debes no tener prisa. No te impacientes, no tomes decisiones a lo loco, no trates de arreglar un problema añadiéndote diez más. Ni puedes, ni debes hacerlo. Date el tiempo que necesites, pero siempre con cuidado de no regocijarte demasiado en la pena. Si necesitas pasar dos días en la cama, hazlo. Si necesitas llorar, hazlo. Si necesitas comer pizza y helado de chocolate mientras maldices el mundo, hazlo.
Pero cuidado con este tipo de conductas tóxicas que te absorben tan rápido y que quizás cuando te quieras dar cuenta no podrás salir de ellas tan fácil.
Ten siempre clara la perspectiva temporal y date un par de avisos cuando ya se te esté yendo de las manos. No olvides que en algún momento tienes y debes que levantar cabeza. ¿Qué tal si lo haces hoy? No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy.
Además, tus pensamientos y tu actitud serán fundamentales para superar mejor o peor una ruptura. No te cierres en banda a ser feliz. No te decimos que conozcas a otro chico o a otra chica mañana, no es eso, primero debes sanarte. Pero sí que intentes reilusionarte, descubrir de nuevo la ilusión por vivir, por hacer cosas, por insignificantes que te parezcan ahora. El simple hecho de que planees ir a un concierto o quedar a tomar unas cañas con tus amigos de toda la vida te van a hacer mucho más bine del que imaginas. Quedándote en casa no solucionas nada y recreándote en pensamientos destructivos, menos aún.
No le des más vueltas a las cosas. Las cosas pasan como tienen que pasar, ni más ni menos. No te eches la culpa de todo, una relación es siempre cosa de dos, tú habrás podido tener tus fallos, pero nadie es perfecto. Y si alguien te exige perfección, no merece estar a tu lado. No te victimices, no eres la peor persona del mundo ni la que tiene los problemas más graves. Simplemente, trata de identificar qué ha podido fallar, sin culparte a ti ni al otro, y trata de aprender para el futuro.
Otro aspecto muy importante es con quién te rodeas a partir de ahora. Lo ideal sería que buscaras un abanico amplio de personas: amigos divertidos que te saquen a bailar, pero también esos amigos con los que no te importa sincerarte del todo y los que te pueden salvar con un abrazo sincero. Realmente, estos son los que más falta te hacen. Lo importante es que no te quedes tu pena dentro. Sácala, háblalo y escucha a los demás. Tener otra perspectiva de la historia te ayudará a verlo con otros ojos.
Hablando de «formas de ver», no idealices la relación ni a la persona. Nada es perfecto, como te hemos dicho antes, y aunque ahora solo recuerdes todo aquello que te hacía feliz, piensa eso de que si se ha acabado es por algo. No estaba en tu camino, no era tu destino. Agradece por el tiempo vivido junto a esa persona y trata de limpiarte por dentro para recibir a los que vengan en un futuro. Si el dejado has sido tú, quizás te venga bien hacer una lista de cosas negativas que tenía tu relación o la otra persona. No hablamos de crucificarle, ni mucho menos, no te ciegues con lo malo, pero sí que te puede ayudar a ser más objetivo.
Por otro lado, disfruta de la soledad. Sí, la soledad puede ser también muy bonita, siempre que pases esa etapa inicial de películas de Nicholas Sparks y de pañuelos. Disfruta de dar un paseo simplemente porque te apetece, de un baño, de un libro… Disfruta de ti y de tu tiempo, sin tener que vendérselo a nadie.
Y sobre todo, no te olvides de quién eras. Si ha sido una relación muy larga, posiblemente ya no recuerdes quién eras tú cuando eras solo uno. ¿Qué tal si aprovechas para redescubrirte de nuevo? Abre tus ojos, abre tu alma y disfruta de nuevo de tu verdadera personalidad.
¿Cuánto tiempo se tarda en superar una ruptura?
Lamentamos decirte que no hay una ciencia exacta para esto. Hay quienes tardan más y hay quienes tardan menos. Hay quienes lo superan en unas semanas y quienes necesitan mucho más tiempo. En cualquier caso, no pierdas de vista esto: cada uno necesita un tiempo diferente. No te agobies, piensa que todo se supera, antes o después, pero pasará, te lo aseguramos, confía en nosotros.
No cuentes el tiempo en días o en semanas, mejor cuéntalo en logros. Proponte cada semana hacer algo diferente, algo que te pueda ayudar, que te dé un efecto placebo aunque al momento no lo notes, al final todo suma y ya verás como te ayudará.
¿Y si nada funciona?
En muchos casos, es necesaria la asistencia de un psicólogo para ayudarte a superar una ruptura. Una etapa traumática de tu vida te puede dejar tocado si no le pones solución y, si ves que ni tu círculo cercano ni tú mismo son suficientes para salir de ahí. Si lo dejas que se postergue demasiado en el tiempo, tu imposibilidad a la hora de superar una ruptura te puede provocar una depresión, ansiedad o incluso problemas físicos.
Acude a un profesional que te dará las herramientas necesarias para superar este bache de tu vida del que no consigues salir. Igual que si te duelen los dientes vas al dentista o que si te duele la cabeza vas al médico, ¿por qué no vas a ir a un psicólogo si tu estado de ánimo no mejora tras un tiempo prudencial? Ponle solución cuanto antes antes de que vaya a más.
No pierdas esto de vida y piensa siempre que lo importante es aprovechar tu vida, que solo tienes una y que no se la debes hipotecar a nadie ni a nada, bajo ningún concepto. Sonríe y sé feliz. Siempre.
Y si necesitas ayuda, pídela. Nunca dejes que una situación, de este tipo o de cualquier otro, te supere.
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