Si alguna vez has tenido un desamor, seguro que no hace falta que te expliquemos qué se siente o cómo reacciona tu mente y tu cuerpo. Es evidente que cada persona es un mundo y cada relación también y que no todos nos lo tomamos de la misma manera. Algunos, consiguen olvidar antes mientras que otros caen en una espiral de la que les cuesta mucho trabajo salir. En un caso o en otro, hoy te queremos ayudar a saber cómo olvidar un amor poniendo de tu parte, con pequeños esfuerzos que ni siquiera vas a notar pero que son precisamente los que van a marcar la diferencia.
¿Preparado? Sonríele a la vida y ella te sonreirá a ti. Apúntate estos pequeños trucos y ponlos en marcha. Te van a ayudar aunque tú ahora creas que no hay salida. Siempre la hay.
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Cómo olvidar un amor antes de lo que esperas
Tómate tu tiempo:
Muchas veces, nos puede la impaciencia, cuando se trata de dolor más aún. Es como cuando tenemos un dolor de cabeza, pretendemos que se nos pase inmediatamente aunque sabemos que, a pesar de haber tomado la medicación para ello, debemos esperar un poco para que esta haga efecto.
Con el dolor del corazón pasa lo mismo. Y sí, hablamos de dolor como tal porque el amor puede llegar a doler físicamente, por lo tanto es fundamental que te tomes tu tiempo y tengas paciencia. No va a desaparecer de un día para otro, si esto ocurriera no sería amor, pero debes saber que el tiempo siempre, siempre, jugará a tu favor en este caso, que las sensaciones se irán durmiendo, que el dolor irá desapareciendo y que algún día (no muy lejano), volverás a mirar atrás, recordarás esta etapa de sufrimiento y te alegrarás por haber salido de ella. Nadie se muere de amor, nunca pierdas esto de vista aunque ahora creas que sí.
No idealices ni a la relación ni a la persona:
Durante el tiempo que dura el desamor, ya sea en una fase inicial como cuando ha transcurrido más tiempo pero aún no lo hemos superado, es muy habitual idealizar a la otra persona, a la relación y al tiempo vivido juntos.
Con este mecanismo, te estás engañando. Nadie es perfecto, tú tampoco y él o ella menos. Trata de hacer un ejercicio de voluntad y ponte sobre la mesa todos los defectos que tenía tu pareja (seguro que no son pocos), todas esas cosas por las que piensas que no era perfecto y todas las ocasiones que la relación no iba tan genial como ahora crees. Esto te ayudará a bajarle de un pedestal y a reducir un poco la ansiedad.
Mímate:
Igual que tenemos que bajar al otro del pedestal también debemos subirnos algún que otro escalón a nosotros mismos. ¿Cómo? Precisamente pensando en todo lo bueno que tenemos y todo el bien que hemos aportado a la relación. Incluso si se ha terminado por algo que ha sido por tu parte, también has hecho mucho bien a la otra persona, y prueba de ello es que estés buscando cómo olvidar un amor.
Una vez que entiendas que tú también tienes tus cosas buenas, mímate, repítelo día a día y piensa cómo puedes mejorar y llegar a ser mejor. De este modo, transformarás tu tristeza en algo positivo y te servirá como evolución personal.
Tú no eres el culpable de todo:
No, como decíamos antes, incluso si has sido tú quien ha metido la pata, tú no tienes culpa de todo. La relación es de dos. Muchas veces nos condenamos pensando en que la otra persona ha dejado de querernos por algo que hemos hecho o dicho o pensamos que podríamos haberlo hecho mejor para retenerle pero, como decimos, una relación es de dos y no podemos responsabilizarnos de pensamientos, acciones o sentimientos de la otra persona.
A veces, las cosas simplemente suceden y ni uno ni otro podemos hacernos responsables de ello. ¿Tu pareja ha dejado de quererte? No tienes la culpa. Ni él o ella se lo podrá explicar, al igual que tampoco nos explicamos cómo llega el amor. Es algo que sucede, tanto para bien como para mal y no está en nuestra mano. En cuanto comprendas esto conseguirás soltar lastre y avanzar un paso más.
Mantén la esperanza pero no lo conviertas en el centro de tu vida:
¿Te gustaría volver con esa persona? Recuerda que donde hubo fuego siempre quedan cenizas. Pero cuidado, no te obsesiones con la idea, ya que las reconciliaciones no siempre son fáciles. Sin embargo, hay a quienes les ayuda mucho pensar en que quizás con el tiempo las cosas volverán al punto en el que estaban antes de la ruptura. Si esto te ayuda a cómo olvidar un amor, aunque parezca contradictorio, mejor que mejor.
Este pequeño rayo de esperanza es posible que te salve de los estados de ansiedad en los que se ha convertido tu vida, pero lo mejor es que no te aferres a ello. Simplemente déjalo ahí, relájate y sigue con tu vida. Si el tiempo os hace volver, genial, si no, no era para ti. Al hilo de esto hay una frase que seguro que te ayuda: «Si es para ti, ni aunque te quites. Si no es para ti, ni aunque te pongas».
Rodearte de tus seres queridos está muy bien y es imprescindible, pero también te ayudará mucho a cómo olvidar un amor conocer gente nueva. Abrirás tu mente, descubrirás nuevas aficiones, nuevas sensaciones, nuevos hábitos y nuevos lugares. Sentirás que vuelves a renacer y que aún queda gente maravillosa en el mundo, que siempre va a existir y que las personas, al igual que salen de tu vida, también entran.
Ojo, no te estamos diciendo que amplíes tu círculo social solo con la intención de reemplazar con otro el espacio que esa persona ha dejado. Esto no funciona así. Pero sí que estés receptivo, que no te cierres en banda porque, quién sabe, en una de esas personas nuevas (o no) puede estar quien te vuelva a hacer sentir.
Rescata a aquel que eras:
Al igual que es interesante que hagas cosas nuevas también lo es que recuerdes quién eras. Trata de echar un vistazo a tu yo de hace unos años. ¿Qué te gustaba hacer? ¿Con qué disfrutabas? ¿Con qué reías? Vuelve a rescatar antiguos hábitos, aunque te parezca una tontería, volverás a conectar contigo mismo y entenderás que al final la vida son etapas, ciclos, algunos maravillosos, otros menos increíbles, pero al final todos forman parte de lo que somos, de lo que fuimos y de lo que llegaremos a ser.
Pide ayuda:
Cómo olvidar un amor es difícil en muchos casos, por ello, no tengas miedo de pedir ayuda. Al principio te puede ayudar tu círculo, pero si no avanzas, si pasa el tiempo y vas a peor sin notar ninguna mejoría y sobre todo si tienes ideas peligrosas, lo mejor es que acudas a un profesional que te ayudará a superar esto que, recuerda, solo es un bache más en tu vida aunque ahora sientas que es la piedra definitiva que te sepultará. Nada dura para siempre, ni siquiera el dolor. Cúrate.
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