Siempre que se tiene un dolor es señal de que algo no anda bien. Esta es la forma que tiene el organismo de alertar sobre una enfermedad, y no porque sea en los talones significa que se le de poca importancia. Las causas del dolor de talón (o talalgia) suelen ser debidas a malos hábitos en la locomoción, pues los talones son los que sostienen el peso de todo el cuerpo. Por ello y porque son de vital importancia para trasladarnos, debe prestárseles toda la atención que merece a esta parte del cuerpo.
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¿Por qué duele el talón?
Cuando duele esta parte del cuerpo (también llamada calcañar), por lo general es provocado por tensión en los tejidos que lo rodea. Sea por la manera de caminar, estar pasados de peso, utilizar un calzado inapropiado, o algún tipo de defecto congénito: si duele, lo mejor será conocer la causa que lo motiva.
Si la tensión es excesiva sobre el mismo talón, en los tejidos, músculos, ligamentos y tendones que lo rodean, el dolor resultante puede devenir en algo más que una molestia para convertirse en una discapacidad para poder desplazarse y moverse con soltura.
Debe tenerse en consideración que el hueso del talón es el mayor de los 26 que conforman el pie y vital para el apoyo de todo el cuerpo durante la locomoción bípeda. Por ello, queda más que clara la importancia de cuidarlo y mantenerse atentos a cualquier señal que indique problemas en su funcionamiento normal.
Principales causas del dolor de talón
La causa más frecuente y de mayor incidencia son los llamados espolones calcáneos. Estos se producen como consecuencia de calcificaciones o crecimiento óseo en la parte baja del hueso del talón. Aparecen como resultado de un gran esfuerzo muscular del pie debido a calzados inadecuados o malas posturas al caminar. Esto provoca un desgarramiento continuo de la membrana que cubre el hueso del talón. Al realizarse un examen de rayos X puede ser diagnosticada porque es fácilmente apreciable en una radiografía.
Otra de las causas del dolor de talón es la fascitis plantar. Esta es la inflamación del tejido conjuntivo fibroso que va desde el talón hasta la parte anterior del pie. Se presenta con mayor frecuencia en los atletas que practican salto o carrera, y se incrementa si se usan zapatos poco adecuados y también cuando se produce una irritación crónica. En estos casos reposar no resuelve el problema, pues el dolor retorna luego de descansar, o de caminar o correr.
La pronación excesiva es otra de las causas del dolor de talón. La pronación es el movimiento normal del puente del pie que permite se adapte al suelo cuando se camina, en la que el talón primero toca el suelo y el peso se traslada a la parte exterior del pie, y luego hacia el dedo gordo. Cuando ese movimiento resulta excesivo, se provoca un estiramiento anormal de los ligamentos y tendones unidos a la parte inferior del talón.
Ya de forma muy puntual, otro problema que se presenta son las contusiones que provocan la inflamación de los tejidos que cubren el hueso del talón. Estas ocurren cuando el pie se lesiona por un golpe o caída: en estos casos, las fracturas del hueso aunque pueden ocurrir son mucho menos frecuentes que las contusiones.
Algunas enfermedades también relacionadas al dolor del talón
Existen algunas enfermedades que pueden ser causas del dolor de talón, entre ellas la artritis y la gota. Otras asociadas son el neuroma o crecimiento de un nervio y la bursitis. En ambos casos, el dolor referido por el paciente puede ser confundido con el de un espolón.
Cuando se han usado tacones altos durante mucho tiempo, suele presentarse la llamada deformidad de Haglund, que consiste en un agrandamiento del hueso trasero del talón donde el tendón de Aquiles se une con el hueso. Provoca una deformidad dolorosa y tiene de base una bursitis por presión con el zapato. Según la altura de este puede resultar más dolorosa y discapacitante.
La tendinitis o inflamación del tendón de Aquiles provoca dolor en la zona posterior del talón detrás del tobillo. Este tipo de inflamación es muy usual en las personas que caminan largas distancias cotidianamente. El tendón se tensa y puede sufrir rupturas de su tejido, condición que se agrava cuando se somete el tendón a un esfuerzo extra, una vez que ya está tenso. Es comúnmente asociada a personas con un estilo de vida muy activo.
Tratamiento médico del dolor en el talón
Cuando una persona presenta dolor de talón continuado, no debe hacer reposo por su cuenta sin haber visitado a un doctor en podología, llamado podiatra (no confundir con el podólogo, que es un técnico en podología). Por regla general, el dolor y la inflamación aunque se alivien con el descanso retornan con mayor fuerza al volver a caminar.
Cuando la persona afectada acude a consulta, el podiatra examinará físicamente la zona adolorida, observando la inflamación, el color y la temperatura de la misma. Puede además recomendar un examen de rayos X para descartar que existan problemas del hueso y así establecer el diagnóstico correspondiente.
Mientras más pronto se acuda a consulta más rápido y efectiva será la recuperación. El médico puede incluir en el tratamiento medicación antiinflamatoria ya sea oral o inyectable y recomendar el uso de vendas, plantillas o aparatos ortopédicos en dependencia de la afectación. La fisioterapia es también recomendada en algunos casos, como factor benéfico y coadyuvante del tratamiento.
En dependencia de la magnitud del problema el médico puede indicar el uso de un aparato ortopédico con el fin corregir desequilibrios biomecánicos, controlar la pronación excesiva, y ofrecer apoyo a los ligamentos y tendones que se encuentran unidos al hueso del talón.
Aunque existen casos muy puntuales, en los que sí se hace necesaria la cirugía, la mayoría de los pacientes no requieren de procedimiento quirúrgico alguno.
¿Cómo se puede prevenir el dolor en el talón?
Como medidas preventivas, es imprescindible conocer las causas del dolor de talón, pero siempre se usar zapatos a su medida y que tengan suelas rígidas que proporcionen un adecuado apoyo. También se deben usar zapatos que correspondan a la actividad que se va a realizar, no usar nunca tacones excesivamente elevados, o zapatos con las suelas gastadas de forma irregular.
Si gustas de hacer ejercicios, debes realizar siempre precalentamiento y estiramiento antes y después de realizar la actividad física. No se debe exceder la cantidad de ejercicios recomendados, hay que descansar apropiadamente, nutrirse e hidratar el cuerpo. Las personas obesas que padezcan de dolores en el talón han de acudir a un dietista para perder peso.
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