A veces son sinónimo de risa, hacen gracia y pueden crear una pequeña situación incómoda si se escapan en el momento más inoportuno. No son plato de buen gusto para nadie, sin embargo, los gases pueden hacer que nos duela mucho el estómago, incluso que nos impidan hacer nuestra vida normal mientras los sufrimos. No los ignores. Identificar la causa de los gases es lo mejor que puedes hacer para tratar de acabar con este problema que te persigue y que, a veces, es símbolo de unos hábitos incorrectos o de algún trastorno de salud.

En Actitud Saludable queremos tratar este trastorno de la forma que merece. Sin burlas, sin risas, sin vergüenza y teniendo en cuenta que es importante evitarlos para acabar con el dolor que provocan.

No te conformes con sufrirlos. Por supuesto, si son bastante habituales, duelen demasiado o notas que te están impidiendo hacer tu vida como deberías, son tres razones más que suficientes para acudir a un doctor y evaluar la verdadera causa por la que sucede, ya que por ejemplo, la causa de los gases puede estar en una intolerancia alimenticia que deberías tener presente para adaptar tu dieta.

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Ropa apretada

Sí, la ropa puede provocarte problemas de salud. Igual que debemos evitar el uso prolongado de tacones por los problemas óseos y musculares que nos puede acarrear, también debemos tener cuidado con medias o pantalones muy apretados. El uso continuo de vaqueros muy apretados, por muchas horas y todos los días sin descanso, presiona la zona del abdomen, la comprime y pueden existir problemas a nivel intestinal.

Por ello, tenemos que intentar llevar ropa fluida cuando sea posible o, al menos, hacer todo lo posible para que sea de nuestra talla y de ese modo no nos comprima la zona. Vestidos para ella o pantalones fluidos para él pueden ser una buena solución. Evita el uso de cinturones siempre que puedas y en cuanto llegues a casa coge la costumbre de quitarte la ropa de la calle o ponerte el pijama o una ropa de casa con la que estés cómodo y sobre todo que no te apriete en esta zona tan delicada que, a medio plazo, te puede acarrear este tipo de problemas que se pueden llegar a convertir en casi crónicos.

No ir al baño con regularidad: una de las causas de los gases

Otro de los problemas que pueden surgir en tu estómago es no ir al baño con regularidad. Esto es bastante habitual si nuestros horarios del trabajo son intermitentes, si no tenemos una rutina fija o si viajamos mucho. Especialmente en este último caso, muchas personas experimentan fuertes dolores en sus viajes y lo relacionan con el hecho de viajar, con alguna comida o con la ingesta de agua de una ciudad o país diferente. Sin embargo, si revisas tus hábitos, verás que en los viajes (especialmente en los primeros días) las rutinas cambian y en muchos casos incluso no pasamos por el baño. La acumulación de heces provoca sin ninguna duda estos problemas, incluso permanecen durante unas horas más después de haber conseguido evacuar.

¿Qué podemos hacer en este caso? Intenta mantener tus horarios y rutinas, busca un momento de intimidad para ir al baño cuando sueles hacerlo en casa. Si el problema no es viajar, si no los horarios de trabajo, intenta detectar a que hora estás siempre en casa y elegir esa hora para acostumbrar al estómago a tener regularidad en esto. Al principio es complicado, pero el cuerpo muchas veces funciona como un reloj y con el tiempo puedes conseguirlo.

Alimentación

Al inicio de este artículo hablábamos sobre la relación entre las causas de los gases y la intolerancia alimenticia, pero el hecho de que esto suceda no tiene por qué estar siempre relacionado con un alimento que nos siente mal, puede ser simplemente por unos malos hábitos alimenticios.

Entre estos, contamos con comer demasiado rápido, deglutir o masticar poco. Todo esto provoca que se formen los gases en el estómago y podemos tener problemas durante uno o incluso más días.

También hay ciertos alimentos que deberías evitar (sobre todo por la noche) si tienes tendencia a acumular gases. Por ejemplo, las legumbres o ciertas verduras, como las coles o la coliflor.

Por supuesto, las bebidas gaseosas son las mayores enemigas del estómago. Además de ser ricas en azúcar, el gas que contienen provoca que este se pueda quedar en el estómago y provocar los dolores que ya hemos comentado anteriormente.

Cuida lo que comes, detecta qué te sienta bien y qué te sienta mal y, por supuesto, en caso de intolerancia, debes evitar ese tipo de comida y consultar con un doctor.

Medicamentos: otra de las causas de los gases

Algunas medicinas también pueden estar entre las causas de los gases que más afectan a la mayoría de las personas. Existen, de hecho, algunos medicamentos específicos para luchar contra ellos, pero, por el contrario, hay otros que aumentan su presencia. Por supuesto, no podemos decidir cambiar la medicación por nosotros mismos, pero, si desde que hemos comenzado un tratamiento hemos notado que tenemos más gases que antes, debemos ponerlo en conocimiento del doctor que esté siguiendo nuestro caso para que valore la situación. No dudes en decirle todo lo que te suceda: algún efecto secundario añadido, diarrea o estreñimiento, dolor intenso en la barriga, retortijones…

¿Se pueden eliminar los gases de forma natural?

Seguro que ya te has dado cuenta de un factor clave. Poder eliminar los gases depende de la causa que los haya originado. Si, por ejemplo, ha sido por un cambio de hábitos a la hora de ir al baño, debes tratar de ir a la mayor brevedad y en las próximas horas repetir el proceso, ya que puede ser que los gases estén originados por una acumulación de heces.

Si, por el contrario, se trata de un problema a la hora de hábitos de alimentación, debes concienciarte de la necesidad de comer bien y correcto para evitar este tipo de problemas.

Aparte de subsanar la causa que está provocando los gases, también puedes esforzarte en sacarlos de ti para eliminar el dolor. Hay dos técnicas que funcionan bastante bien: tomar algún medicamento específico para ello (tipo Aerored) y masajearte la zona. Seguro que notas puntos de dolor, que aumentan al apretar con los dedos. Posa los dedos en esas zonas, de forma firme pero suave y presiona mientras vas notando que el dolor aumenta y se desplaza hacia abajo. En unos minutos la zona se movilizará y conseguirás que poco a poco vayan saliendo.

No te avergüences, no tienes ningún motivo para ello. El hecho de que tengas gases (y te duela) solo significa que debes expulsarlos. Una vez que consigas liberarte de ello conseguirás también reducir el dolor, la hinchazón y la molestia que ocasiona este trastorno tan importante, que normalmente se toma a modo de burla pero que, sin duda, es algo que debemos tratar de evitar y corregir para que no nos suponga un problema en nuestra vida diaria.

No te conformes con sufrirlos en silencio, identifica las causas de los gases y trata de olvidar este problema evitable.

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