¿Qué es el cacahuete?

El cacahuete es una de esas golosinas que la naturaleza nos regala para hacer nuestra vida mucho más rica. Despierta nuestra imaginación para convertirlo en un manjar que está sabrosísimo tomado de muchas maneras: frito con sal, con miel, con chocolate, en forma de la famosa mantequilla, un símbolo de la gastronomía estadounidense… e incluso crudo.

Su nombre científico es Arachis hypogaea, de la familia de las pailionáceas. Curiosamente, aunque se le considera dentro del grupo de los frutos secos, el cacahuete es una leguminosa. Los frutos secos suelen crecer en árboles, mientras que el cacahuete se desarrolla bajo tierra.

Un poco de historia

El origen del cacahuete es americano, para ser concretos, de la zona tropical del continente. Se cree que los incas ya los cultivaban hacia el 8.000 a.c.  Como tantos otros productos, su llegada a Europa se produjo a partir del siglo XV, cuando los españoles llegaron al nuevo continente. A partir de ahí, su cultivo se extendió por África, donde su rápido crecimiento lo convirtió en un alimento fundamental, y por Asia.

Los amantes del cacahuete le deben mucho a George Washington Carver, un botánico que impulsó su cultivo en Estados Unidos en el periodo de la gran hambruna que la Guerra de Secesión provocó. Carver defendió el uso del cacahuete ya no sólo como alimento, sino como uno de esos estupendos elementos naturales de los que se pueden obtener productos tan dispares como gasolina, tintes, plásticos…

Propiedades y beneficios del cacahuete

En primer lugar, no podemos dejar de señalar que la mayor parte de los beneficios que podemos obtener del cacahuete se obtienen a través de la piel del mismo, por lo que es recomendable comerlo sin pelar.

El cacahuete es una fuente de energía. Tiene una gran cantidad de proteínas y grasas, por lo que podemos tomarlo para obtener una «recarga de pilas» muy natural.

Uno de los elementos que encontramos en el cacahuete es la tirosina, un aminoácido con el que nuestro organismo puede producir dopamina. La dopamina es esencial para sentirnos felices, por lo que el cacahuete puede ayudar a las personas que se encuentran tristes y apagadas.

El cacahuete también tiene propiedades antioxidantes. Ello se debe al revesratrol, un componente que ayuda a vigilar el colesterol y a mantener a raya las enfermedades del corazón. La procianidina oligomérica, que encontramos en la piel del cacahuete, también produce estos beneficios y, además, ayuda a las personas que padecen arteriosclerosis.

El zinc es un mineral muy importante para nuestras defensas y el cacahuete lo contiene en gran medida. Así, el consumo de este producto ayuda a prevenirnos de posibles infecciones.

Para las embarazadas, comer cacahuetes puede ser muy saludable. La causa es la cantidad de ácido fólico que encontramos en este fruto. El ácido fólico es fundamental para el correcto y sano desarrollo del feto. Además por su contenido en ginesteína, también es muy apreciado para aliviar las molestias premenstruales.

Si tenemos problemas de memoria, también podemos encontrar un buen aliado en el cacahuete. La vitamina B3 y la niacina que encontramos entre sus nutrientes favorecen y fortalecen la salud de nuestro cerebro y de sus capacidades cognitivas. Algunos recomiendan su ingesta para prevenir patologías neurodegenerativas, como el alzheimer.

Tipos de cacahuete

Entre las diferentes variedades de cacahuete, podemos encontrar:

• Cacahuete Español: se usa principalmente para tostar. Las vainas son de paredes delgadas y suelen contener dos semillas.
• Cacahuete Virginia: se usa para el consumo humano pero también para hacer aceite o como forraje.
• Cacahuete Malgache: también llamado «guisante de la tierra». Las semillas son redondas y duras.
• Cacahuete Kersting: es originario de la sabana del oeste africano.

Información nutricional del cacahuete

Para terminar, os dejamos con la tabla nutricional del cacahuete, para que conozcáis un poco mejor este rico producto.