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Bilirrubina: de la música popular al ictero…

Bilirrubina: de la música popular al ictero…

La bilirrubina, descubierta en el siglo XIX por Heiktz, es un pigmento amarillo-anaranjado que se localiza en la bilis. Esta, a su vez, se produce en el hígado.

La bilirrubina se genera en el hígado
El hígado juega un papel determínate en las trasformaciones que dan lugar a la formación de la bilirrubina

El término bilirrubina al parecer fusiona sus raíces latinas con la asociación de “bilis”, sinónimo de hiel; “rubrum” que proviene de rojo e “ina”, universalmente aceptado que define “sustancia”. Así, de una forma simplista, podríamos definirla como la “sustancia roja de la hiel”. ¿No se te presenta con un gran parecido a la acepción contemporánea?

Pero también en la década de los 80 del siglo pasado se hizo popular el término con la canción del célebre músico dominicano Juan Luis Guerra, con la que muchos jóvenes de aquel entonces se unían para entonar el pegajoso estribillo “se sube la bilirrubina”.

Pero, conozcamos como se forma la bilirrubina…

A fin de cuentas la bilirrubina es un pigmento biliar que toma su coloración amarillo-anaranjado consecuencia de la transformación de la hemoglobina que se encuentra localizada en los viejos glóbulos rojos que cada 120 días promedio son restituidos por nuevos glóbulos rojos. En otros términos, la vida media de un glóbulo rojo está en el orden de los 120 días, tan solo unos cuatro meses pues el hecho es que una cantidad pequeña de glóbulos rojos viejos es sustituida cada día por los nuevos hematíes o glóbulos rojos.

La referida degradación se desarrolla en el bazo, de donde sale y circula por la sangre hasta el hígado donde se conjuga.

Detengámonos en estas importantes trasformaciones que se desarrollan a nivel de hígado, y en particular las referentes al catabolismo del llamado grupo hemo, que está integrado con proteínas como son particulares de acuerdo al tejido en que se encuentra. Así tenemos la hemoglobina que se encuentra en sangre, en tanto en músculos es mioglobina y citocromos, encargados de la respiración celular a nivel de las mitocondrias.

Y en este escenario es que unas células, llamadas macrófagos, logran liberar el hierro que se encuentra en la hemoglobina, y este hierro se almacena en el hígado. De ahí en adelante la hemoglobina liberada del hierro se convierte en un compuesto químico llamado porfirina. Y ahí nuevamente los macrófagos se encargan de convertir la porfirina de la hemoglobina en bilirrubina, que empieza a circular por la sangre y llega al hígado.

Los pigmentos formados son almacenados en la vesícula biliar dando lugar a la formación de la bilis, que con posterioridad se excreta al duodeno, contribuyendo a la coloración que toman las heces fecales.

En el hígado la bilirrubina se conjuga con ácido glucurónico. Este paso origina la llamada bilirrubina conjugada, también conocida como bilirrubina “directa”, que es soluble en agua, no es tóxica y se excreta sin dificultad a través de la bilis.

Pero, ¿qué cantidad de bilirrubina se puede considerar como un valor normal?

Es normal que tengas bilirrubina en la sangre. El tema es cuanto. Y ahí surge la necesidad de cuantificar la bilirrubina y surgen los exámenes habituales para evaluar la función y estado del hígado. Así podemos considerar como niveles normales los siguientes:

  • Bilirrubina directa o conjugada: 0 a 0.3 MG/dL (miligramos por decilitro)
  • Bilirrubina indirecta o bilirrubina no conjugada. Esta se halla unida a la albúmina circulando en sangre. El valor normal es de 0,1 a 0,5 MG/dl
  • Bilirrubina total: 0.3 a 1.9 MG/dL.

Los valores considerados normales están a variaciones dependientes del laboratorio y el método aplicado. De cualquier forma lo aceptado internacionalmente es que si el nivel de bilirrubina supera los 2 MG/dl, la piel y la mucosa se vuelven amarillentas y aparece lo que conocemos como ictericia.

Enfermedades relacionadas con aumentos de bilirrubina

El incremento de bilirrubina puede estar ocasionado por múltiples causas. Entre ellas encontramos:

  • Obstrucción de las vías biliares, bien sea por cálculos, los llamados tumores de cabeza de páncreas o los tumores propios de las vías biliares.
  • Enfermedades hepáticas: Cirrosis, hepatitis o medicamentos tóxicos para el hígado.
  • Enfermedades genéticas

El hígado resulta vital para los seres vivos, conocer como funciona es posible hacerlo a través de la bilirrubina.