Se reconocen los efectos en el tratamiento de algunas enfermedades que nos brinda el uso de una alimentación sana. A esto debemos sumar la seguridad que ofrecen para nuestro organismo y al medio ambiente. Estos son, entre otros, los principales beneficios de las dietas macrobióticas.
En contraposición al consumo de las llamadas “comidas rápidas” o “comidas chatarra”, las dietas macrobiótica suponen una disminución en la incidencia de enfermedades. Sobre todo en aquellas en las que la dieta tiene un alto peso y un cambio significativo en nuestros estilos de vida.
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A esta altura de seguro te preguntas ¿Qué son las dietas macrobióticas?
Se le llama dieta macrobiótica o alimentación macrobiótica a un modo de nutrición que tiene sus bases en la aplicación del principio de equilibrio del Yin y el Yang. Estas dietas consisten en, la adaptación de las costumbres más tradicionales de la culinaria oriental, al llamado mundo occidental.
Es bien conocido que, muchas de estas tradiciones orientales, se basan en el principio de dualidad de las cosas y de esta filosofía es precisamente que surge la macrobiótica.
Se conoce que, en Asia Oriental, especialmente en China y Japón, siempre se ha considerado que, la alimentación humana, la medicina y la espiritualidad, están profundamente relacionadas entre sí. De ahí la importancia que tienen la alimentación sana para mantener la salud y el equilibrio físico. Pero también se reconoce su impacto incuestionable en el equilibrio emocional de los seres humanos. Este es uno de los aspectos que propugna la macrobiótica.
No obstante, es bueno destacar que este principio no es para nada exclusivo de las filosofías orientales. En la antigua Grecia ya se propugnaba la necesidad de una alimentación sana. El propio Hipócrates abogaba desde entonces por la ingestión de alimentos que balancearán nuestro organismo. Lo cierto es que los principios equivalentes a la actual alimentación macrobiótica han estado presentes en la mayoría de las culturas del mundo desde tiempos inmemoriales.
Pero, ¿que significa macrobiótica?
Macrobiótica significa “vida grande” y entre sus principios se establece la necesidad de respetar y cuidar de la naturaleza. Y dentro de este abarcador enunciado también se considera el conjunto de la humanidad. De igual modo, la macrobiótica, considera la alimentación como uno de los procesos más importantes para la vida. Mención aparte, la alimentación no debe realizarse de un modo mecánico, sino que la debemos efectuar de un modo razonado.
¿Cuándo y donde surgen las dietas macrobióticas?
Las dietas macrobióticas surgen a partir de una filosofía desarrollada en el Japón de principios del siglo XX. Esta filosofía fue desarrollada por Yukikazu Sakurazawa, más conocido en occidente como George Ohsawa. Este era un filósofo japonés quien se inspiró a su vez en las enseñanzas del doctor Sagen Ishizuka. A principio de los años 30, Ohsawa trajo su teoría macrobiótica a Europa y luego a los Estados Unidos de América.
El hecho de que la macrobiótica surgiera en el oriente marcó buena parte de su desarrollo. Precisamente por la influencia de las filosofías budista y taoístas, la macrobiótica se considera como una enseñanza global. Y a su vez se plantea que va más allá de la alimentación. Se define que su objeto es el desarrollo del entendimiento humano. Las dietas macrobióticas son solo un complemento de lo que se considera una técnica de evolución personal.
¿Cuál es el alcance de la macrobiótica?
Para Ohsawa, la macrobiótica era mucho más que un cambio en la dieta. Bajo este calificativo se definían aquellas medicinas que consideraban la necesidad de tener en cuenta la totalidad del individuo. Y considerarlo como un ser biopsicosocial, al que se le debe brindar interés en curar las causas de la enfermedad y no solamente sus síntomas.
Según George Ohsawa, el entendimiento humano pasaba por diferentes etapas. Estas estaban relacionadas, por supuesto, con nuestra manera de alimentarnos. Las etapas descritas por Ohsawa son las siguientes:
- Mecánica o ciega. En la que reaccionamos de manera automática ante los estímulos y no por un proceso racional
- Sensorial. Cuando Simplemente queremos aquello que nos resulta agradable o placentero sin pensar en consecuencias.
- Sentimental. Cuando juzgamos algo como bueno o malo, de acuerdo a nuestros sentimientos.
- Intelectual. Cuando por fin tomamos conciencia de la interrelación que existe entre nosotros y el mundo que nos rodea.
- Social. Cuando comenzamos a tomar en cuenta los intereses de otros para considerar si algo es conveniente o no.
- Ideológica. cuando nuestras decisiones comienzan a ser dictadas por una conciencia moral.
- Suprema o global. Cuando finalmente el hombre alcanza la libertad y se rige por principios universales.
Al punto, la dieta macrobiótica
La dieta macrobiótica es un tipo de alimentación sana que busca la aplicación biológica y fisiológica del principio filosófico del Ying y el Yang. Según los filósofos orientales, todas las cosas están divididas en dos fuerzas que deben estar en equilibrio.
Los practicantes de la macrobiótica ven la alimentación como un proceso donde los alimentos son descompuesto a través de la digestión. De ese modo, las sustancias ingeridas se convierten en elementos moleculares que, al ser introducidos en la sangre, alimentan cada célula de nuestro organismo. Para los partidarios de la macrobiótica, si un alimento requiere de un esfuerzo digestivo sustancial, dicho alimento fatiga al organismo que intenta digerirlo y acaba por producir la enfermedad.
Por esta razón, la macrobiótica clasifica a los alimentos en dos tipos fundamentales. Estos se dividen en los alimentos categoría Ying, y los que pertenecen a la categoría Yang. En el caso de los alimentos Ying, estos se consideran que son de fácil digestión y su absorción por el organismo resulta mucho más sencilla. Por el contrario, los alimentos Yang, son aquellos cuya asimilación nos resulta mucho más pesada.
Lo que recomienda la macrobiótica es precisamente conseguir un balance entre ambos elementos. Y esto se logra por medio de la elaboración de alimentos basados en la intuición y en el razonamiento. Se trata de cocinar los alimentos de modo tal que equilibremos ambas manifestaciones energéticas.
¿Cuáles son los principios básicos de las dietas macrobióticas?
Los principios básicos de las dietas macrobióticas son bien sencillos. De hecho, el principio fundamental de esta filosofa es otorgarnos la mayor libertad. Y esto es sustantivo a la hora de tomar decisiones respecto a nuestra alimentación y a nuestra salud. En materia de dietas macrobióticas resulta fundamental cierta concentración previa. Así se crearán las condiciones que permita interiorizar la importancia de la alimentación sana. Y esta será la base de toda manifestación de vida. Fuera de ello, los principios a seguir son los siguientes:
- Comer sólo si se tiene hambre y en la cantidad necesaria. Nunca comer por razones sociales. O a sabiendas de que estamos realizando un exceso tan solo porque nos gusta este o aquel producto.
- Consumir alimentos provenientes del medio en el que se vive, especialmente frescos y naturales. No es recomendable el consumo de enlatados o productos congelados. Incluso cuando se trate de frutas o vegetales.
- Mantener un balance en la alimentación sana. Para nuestro organismo puede resultar negativo ingerir alimentos poco saludables. Pero también resulta negativo el rechazar de plano algunos productos necesarios, como pueden ser ciertas carnes. Se necesita ingerir todo lo necesario, en las cantidades adecuadas.
- Usar alimentos que se produzcan de un modo tan natural como sea posible. En este sentido, lo ideal es consumir productos con la menor manipulación humana. Bien sea esta de tipo genética, o por el uso de abonos químicos. E incluso por un uso extenso de medios de transportación. En síntesis, mientras menos presencia humana tenga un alimento, este será mucho mejor y más saludable.
- Masticar conscientemente cada bocado de comida. Tenemos que ser conscientes de que en repetidas oportunidades tragamos los alimentos sin apenas realizar la masticación. Y esta se convierte en un procedimiento básico de una buena alimentación sana.
¿Cómo realizar una dieta macrobiótica para tener una alimentaciouna alimentación sana?
Lo principal es seleccionar alimentos de tipo natural. Para las dietas macrobióticas es importante incorporar alimentos básicos como pueden ser:
- Cereales
- Vegetales
- Legumbres
- Frutas
Entre los cereales fundamentales que podemos utilizar para llevar una dieta macrobiótica se destacan el arroz integral, así como el trigo, la avena y el maíz. Por su parte, los vegetales que podemos incorporar son casi infinitos. Tan solo por mencionar algunos, te recomendaríamos el consumo de la zanahoria, la cebolla, el ajo, el apio, la col, el berro y el perejil.
Lo mismo ocurre con las frutas y legumbres. Estas son ricos en fibra, vitaminas, proteínas y minerales. Especialmente las legumbres, pueden ser un magnifico sustituto de las proteínas de origen vegetal. Pero también constituyen una fuente importante de elementos nutritivos para el organismo humano.
Hay que destacar que, según la macrobiótica, la mejor base de alimentación balanceada la constituye el consumo de cereales. Para este tipo de dietas, el consumo de cereales resulta esencial y óptimo para nuestro organismo. Estos deben ser consumidos a modo de grano integral. Este criterio está relacionado con el hecho de que la mayoría, por no afirmar que todas las civilizaciones humanas, han experimentado un desarrollo asociando al cultivo de los cereales.
¿Las dietas macrobióticas son vegetarianas?
Para nada, las dietas macrobióticas no tienen relación alguna con el vegetarianismo. En una dieta de esta clase se puede comer lo que uno quiera, no existen limitaciones. La alimentación macrobiótica consiste en comprender las especificidades de cada alimento. Pero, en igualdad de condiciones, obtener de cada uno de ellos su máximo potencial. Decidir si se desean consumir productos de origen animal o no, depende de cada persona y de sus necesidades y gustos personales.
Si bien es cierto que las dietas macrobióticas recomienda especialmente el consumo de verduras, esto no se debe a que el consumo de carnes está prohibido. Lo que sucede en este caso es que realmente el organismo humano no parece necesitar de una cantidad excesiva de proteínas de origen animal. Lo cierto es que las proteínas que consumimos pueden ser aportadas por otros alimentos mucho más saludable. De ahí que no se le dé prioridad al consumo de carnes, aunque se reconoce su importancia.
Principales recomendaciones de las dietas macrobióticas
En sentido general se recomienda el consumo diario de verduras y hortalizas. De hecho, se deben considerar a las grasas como un condimento. Y en particular debemos prescindir de estas tanto como sea posible. En este sentido, se recomienda el uso de aceites vegetales. Estos son más saludables que grasas de origen animal, como puede ser la manteca de cerdo.
Consejos sobre: Alimentos sanos
Debemos tener en cuenta que nuestro organismo no necesita consumir alimentos de origen animal de forma diaria. Con el consumo de apenas una onza de carne, a razón de tres veces en la semana, podemos cubrir perfectamente las necesidades que presenta nuestro cuerpo de tales alimentos. De igual modo, es preferible que prioricemos el consumo de carnes blancas, como pueden ser el pescado o el pollo, sobre carnes rojas.
También resulta muy importante disminuir el consumo de dulces y en general la utilización de azúcar. Especialmente la llamada azúcar blanca o refinada, la que aumenta notablemente los riegos de padecer obesidad y conlleva a otros problemas de salud. Algo parecido ocurre con el consumo de la sal. Este producto debe ser eliminado en la medida que nuestro gusto lo permita. De no ser posible eliminarlo, al menos minimizar su uso. Debemos tratar de sustituirla por limón, ajo, cebollinos u otros condimentos. Haciendo uso de estos podemos mejorar el sabor de nuestros alimentos.
¿Que debemos hacer con relación al consumo de líquidos?
El consumo abundante de líquidos y en particular de agua, es una de las principales recomendaciones de la macrobiótica. Realmente no existe ninguna otra bebida capaz de sustituir a tan importante elemento.
Los horarios de alimentación también son importantes. Si vamos a consumir alimentos de origen animal, es recomendable hacerlo en horario diurno. De igual modo, si necesitamos ingerir alimentos en horas de la noche, lo mejor para ese horario es el consumo de vegetales.
De lo que tratan las dietas macrobióticas, en definitiva, es de lograr una alimentación sana. Esta estará basada en una dieta balanceada, donde se le aporte al organismo los elementos que precisa para mantenernos sanos. No se trata de llevar un régimen específico que mantenga el consumo privilegiado de un determinado producto. Ni tampoco que excluye la ingestión de otros. Siempre que logremos un balance en nuestra dieta, estaremos contribuyendo entonces a la salud de nuestro organismo mediante una alimentación sana.