Tanto si se habla de presión alta en el embarazo como si es durante otra etapa de la vida, la presión arterial es definida como «la presión que ejercen las paredes, hacia ambos lados de las arterias, es decir, es la fuerza que ejerce la sangre al circular por las arterias». Son dos los factores implicados en la regulación de la misma:
- Frecuencia cardíaca: número de latidos por minutos
- Resistencia periférica: resistencia que ejercen los vasos sanguíneos periféricos
Es por ello que la presión varía de acuerdo a los latidos cardíacos y con las diferentes actividades que realizamos durante el día.
La hipertensión arterial se define como «el aumento sostenido de la tensión arterial en por lo menos tres tomas consecutivas.»
Contenido
Hipertensión arterial en la mujer embarazada
La presión alta en el embarazo es una de las complicaciones más comunes, que generalmente aparece en el último trimestre, está se presenta en un 10% de embarazos, especialmente en los países subdesarrollados, donde representa la primera causa de muerte materna y constituye un factor importante en el aumento de la moribimortalidad fetal, debido a sus graves complicaciones.
La hipertensión arterial trae aparejado todo un conjunto de factores que afectan la salud en general de la mujer embarazada y del bebé.
Durante el transcurso del embarazo pueden presentarse diferentes tipos de hipertensión llegando algunos casos a ser realmente graves, por ello es que se recomienda prestar mucha atención a la presión alta en el embarazo, principalmente luego de la semana 20 de gestación.
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Criterios de diagnóstico para la hipertensión arterial en el embarazo
- Presión sistólica o máxima mayor o igual a 140 mm Hg (milímetros de mercurio), medida en dos ocasiones
- Presión diastólica o mínima mayor o igual a 90 mm Hg, medida con seis horas de reposo
- Aumento en los valores de la presión sistólica en 30 mm Hg y/o en la presión diastólica en 15 mm Hg, sobre los valores previos al embarazo.
Clasificación de la presión alta en el embarazo
Hipertensión arterial crónica
Algunas mujeres presentan hipertensión previa al embarazo, ésta se denomina como crónica. Así también cuando se presenta en la primera mitad del embarazo y no desaparece luego de este.
Hipertensión arterial gestacional
Ésta es la que se presenta como una consecuencia del embarazo, es transitoria, aparece después de la segunda mitad del embarazo y luego de este los valores de la presión en la mujer se normalizan. Los criterios para diagnosticar HTA gestacional son los mencionados anteriormente.
Factores de riesgo de presión alta en el embarazo
Consumo excesivo de sodio
Cuando se consume demasiada sal, ya sea por la ingesta de alimentos salados o por agregarle de más a las comidas, principalmente en personas con predisposición genética a padecer presión alta, se produce retención de sodio y agua, esto conlleva un aumento del volumen plasmático y por ende del gasto cardíaco lo que genera que la presión aumente.
Edad
Mujeres mayores de 35 años o menores de 18 años tienen más posibilidades de padecer presión alta en el embarazo.
Número de embarazos
Las primerizas y multíparas son las más propensas a sufrir hipertensión arterial en el embarazo.
Genética
Si tiene algún familiar hipertenso habrá mayores probabilidades de que usted desarrolle hipertensión en el embarazo.
Peso corporal
El peso corporal elevado está directamente relacionados con el desarrollo de presión alta en el embarazo.
Ingesta excesiva de café
La cafeína aumenta directamente la tensión arterial.
Nivel socioeconómico bajo
Debido a que las deficiencias nutricionales son un factor de riesgo relacionado con el aumento de casos de hipertensión gestacional y preeclampsia.
Tratamiento dietoterápico
Así como existen elementos que inducen a sufrir hipertensión o, de hecho, aumentan la presión arterial, existen otros que generan el efecto contrario y nos ayudarán a mantener la presión en valores normales.
Potasio y magnesio, los minerales más relevantes en el tratamiento de la HTA
El potasio aumenta la excreción de sodio por vía urinaria. Se ha comprobado que llevar una dieta rica en vegetales y frutas, mantiene la presión dentro de valores normales.
El magnesio, por otro lado, posee una función vasodilatadora.
Alimentos en los que puedes encontrar estos minerales, son por ejemplo, los cereales integrales, legumbres, vegetales de hoja verde, frutas en general y también en las carnes. La palta o aguacate es muy rica en potasio, al igual que la conocida banana. Otra fruta que posee un buen aporte de potasio es la naranja.
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Se deberá evitar el consumo de alimentos salados y controlar la ingesta de aquellos alimentos que contienen altas cantidades de sodio. Un buen hábito a tener en cuenta e incorporar en la vida cotidiana es el de leer las etiquetas de los alimentos, eligiendo siempre los que contengan menor cantidad de sodio (Na).
Se deben evitar los alimentos congelados, edulcorantes artificiales que contengan ciclamato sódico y todo producto industrializado. Siempre es más sano consumir alimentos frescos, privilegiando el consumo de frutas y vegetales.
Actividad física
El ejercicio que se practique debe ser aeróbico. Caminar 30 minutos al día es muy beneficioso para la mujer embarazada, no sólo porque ayuda a disminuir la presión arterial, sino que beneficia al tránsito intestinal, disminuye los niveles de estrés y colabora a mantener el peso corporal.
Aumento de peso deseable durante el embarazo
La ganancia de peso recomendable en el embarazo depende principalmente del peso corporal que tenía la mujer antes de quedar embarazada. Varía según el BMI (Body mass index, en español índice de masa corporal)
Complicaciones graves que provocan presión alta en el embarazo
Preeclampsia
Se trata de un cuadro grave, que además de presión arterial alta se presenta con pérdida de proteínas por orina.
Grados de preeclampsia
Leve
Cuando la presión arterial no supera los 160/110 mmHg y la pérdida de proteínas en orina es menor a 5 g en una muestra de orina de 24 horas. Los casos leves no suelen estar acompañados de otros síntomas.
Grave
En este caso la presión supera los 160/110 mmHg y la pérdida de proteínas es superior a 5 g en la orina de 24 horas. Generalmente se acompaña de dolores de cabeza, problemas en la vista, y aumento brusco de peso.
La preeclampsia grave puede provocar disminución del crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer, desprendimiento de placenta, hemorragia cerebral, perjuicio en el hígado e insuficiencia renal aguda.
Si la preeclampsia evoluciona y no es tratada, puede complicarse con la aparición de convulsiones, este cuadro se define como eclampsia y puede llevar al coma a la mujer embarazada.
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