En los textos de medicina encontramos que se enuncia que “la Vitamina D es una prohormona esteroidea”. Y estamos acostumbrados a escuchar que las vitaminas son vitaminas y las hormonas son hormonas. Y ahí está la realidad de la afirmación que hemos usado como título: “La mal llamada Vitamina D”
Y en un artículo que publicamos recientemente definíamos como una característica de las vitaminas es que “el ser humano no es capaz de sintetizarlas”. Y esto hace la diferencia con la vitamina D pues transformaciones metabólicas en el organismo dan origen a una hormona conocida como calcitriol que tiene un papel clave en el metabolismo del calcio y del fósforo.
De hecho las vitaminas D se forman por la acción de la luz solar sobre compuestos que son considerados como las provitaminas ergosterol y 7-deshidrocolesterol.
¿Por qué se habla de vitaminas D?
Se mencionan en plural pues encontramos la vitamina D2 y la vitamina D3. Estás representan un grupo de esteroides que existen principalmente en animales, pero también en plantas y levaduras.
La vitamina D2 es la forma producido por irradiación del esteroides de origen vegetal llamado ergosterol. En tanto la vitamina D3 se produce por la vía foto química mediante la acción de la luz solar o ultravioleta a partir de un precursor existente en la epidermis.
El grado de esta conversión se relaciona directamente con la intensidad de la exposición a las radiaciones solares e inversamente con el grado de pigmentación de la piel. En igualdad de circunstancias se afecta con el avance de la edad lo que puede explicar la relación existente con el equilibrio del calcio en la vejez.
Estas llamadas vitaminas son de igual potencia y dan origen al calcitriol D2 y al D3.
Hasta aquí podemos ya incorporar la idea de que la vitamina D es un complejo sistema endocrino
Y es que la vitamina D presenta similitud estructural con hormonas esteroideas del tipo del cortisol. Ya en 1960 se describió el mecanismo de acción biológica de la misma que resultó similar al clásico de las hormonas esteroideas.
La vitamina D3 es considerada una pro hormonas que en su metabolismo da lugar a varios compuestos producido por el riñón que se consideran mediadores del espectro de respuesta biológico atribuible a la vitamina D3 original.
Estos efectos se producen en los llamados órganos diana de acción de la vitamina D. Estos son el intestino, el sistema esquelético y el riñón.
Recientemente se han mencionado nuevos tejidos diana como son el páncreas, hipófisis, mama, la placenta, las células hematopoyéticas, y la piel, por lo que se considera que el sistema endocrino de ésta vitamina se extiende más allá de los lugares de acción original.
De que alimentos podemos recibir Vitamina D.
La vitamina D se convierte un importante factor nutricional cuando se transforma en una verdadera vitamina ya que debe ser suministrada con la dieta.
Las principales fuentes alimentarias de ésta vitamina son de origen animal e incluye el hígado de pescado, o el pescado conservado en aceite, la yema de huevo, el hígado de cerdo, el carnero, la mantequilla y el queso crema.
También podemos recibirla a través de alimentos fortificados como es el caso de la leche en los Estados Unidos de Norteamérica que tiene 10 mcg (400 UI) por cada 1,136 L. Esto ha borrado la situación existente con anterioridad a 1930 donde el raquitismo era un serio problema de salud.
Otra fuente son los cereales enriquecidos que frecuentemente se ingieren en el desayuno que contienen alrededor de 2,5 mcg por ración, y la soya, también enriquecida con unos 2,55 mcg. de promedio.
Que otras vías naturales podemos utilizar para obtener la cantidad necesaria de Vitamina D
Se considera que diariamente se deben ingerir en el orden de las 1000 IU como cantidad suficiente de vitamina D para un hombre o mujer sano. Una exposición al sol de unos 10 a 15 minutos unas tres veces a la semana resulta suficiente para satisfacer los requerimientos de esta vitamina.
Y que podrán hacer las personas que viven en lugares donde no hay la posibilidad de exposición al sol con la frecuencia deseada.
La función fundamental que cumplimenta la vitamina D es la de regular el tránsito de calcio (Ca2+) hacia los huesos De no satisfacerse la cantidad necesaria, los huesos comienzan a debilitarse y a modificar su estructura dando lugar a deformaciones las más de las veces de carácter irreversible produciendo el llamado raquitismo.
En función de evitar estas consecuencias se recomienda conocer la cantidad de vitamina D en sangre. Para esto se hacen estudios de laboratorio y se determinan los niveles sanguíneos de un compuesto conocida como 25-hidroxivitamina D.
Al efecto, si están modificadas las cifras, y se encuentran por debajo de los 30 nmol / L se debe suplementar. En tanto niveles superiores a 125 nmol / L son excesivamente altos ocasionando cuadros de toxicidad que casi siempre están determinados por el abuso de demasiados suplementos.
Esto no quita que lactantes y personas de más de 50 años reclaman cantidades superiores de vitamina D.
De cualquier manera lo aconsejable es consultar con su médico las cantidades de vitamina D que debe consumir.