Actualmente hay una gran tendencia y se trata de hacer ejercicios en ayuna para bajar de peso. La idea es que el cerebro no tenga alimentos de donde obtener energía y entonces, queme grasa para conseguirla.
Como teoría es muy buena, pero en la práctica tiene unos detalles que tienes que conocer antes de comenzar a practicarla.
Cuál es el objetivo de ejercicios en ayuna
La mayor ventaja que se desea conseguir haciendo ejercicios en ayuna es bajar de peso con el menor esfuerzo posible. En esta teoría luego de haber dormido durante toda la noche, el nivel de glucógeno en nuestro organismo es bajo.
La glucosa es lo que nos da energía, por lo tanto, si realizamos una actividad física y no desayunamos, nuestro cerebro se desesperará y comenzará a buscar energía de cualquier parte. Uno de los recursos al que puede acudir es la grasa, lo que nos vendría muy bien, sin lugar a dudas.
Sin embargo, existe otra fuente importante de energía a la que puede acudir el cerebro y es la masa muscular. A través de un proceso llamado catabolismo, el músculo se transforma en energía. Nada más alejado del objetivo que seguramente tenemos, puesto que lo más deseamos es bajar grasa corporal y no músculo.
Cómo nos damos cuenta de que estamos perdiendo grasa o músculo
Cuando lograr un peso ideal no se trata de lograr un número X en la balanza, se trata de que nuestro cuerpo luzca esbelto por fuera y saludable por dentro. Para ello debemos tomar la decisión de comer de manera saludable y aumentar nuestra rutina de ejercicios.
Al aumentar la masa muscular puede ser que los kilos en la balanza también aumenten. Pero en realidad luciremos mucho mejor con el extra de que los músculos necesitan energía para sobrevivir. Por lo tanto, cuantos más músculos generemos en nuestro cuerpo más grasa quemaremos, sin realizar absolutamente nada.
Entonces, nuestros músculos son muy queridos, porque hacen que luzcamos mejor y porque nos ayudan a deshacernos de la grasa extra. Por lo tanto, no queremos que nuestro cerebro recurra a ellos para obtener energía.
Para ello debes conocer el índice de grasa corporal de tu cuerpo, para ello existe una gran cantidad de aplicaciones que te permiten calcularla. Sólo necesitas una cinta métrica y una balanza para que la aplicación la calcule.
Luego de una semana de entrenamiento, debes volver a medir tu índice de grasa corporal Si ha disminuido, significa que has perdido grasa. De lo contrario, de si la balanza indica que bajaste de peso y el índice corporal es igual o más. Es la masa muscular la que se ha perdido.
Eso puede ocurrir por varias razones, una de ellas es la alimentación luego de la actividad física y otra, es el tipo de rutina que hayas elegido para hacer ejercicios en ayuna.
Qué tipo de ejercicios puedes realizar en ayunas
Una rutina de cardio en ayunas puede llegar a causar la pérdida de músculos, es decir, que el cerebro recurra a los músculos como fuente de energía al intentar realizar ejercicios sin desayunar.
La mejor opción es una rutina de ejercicios aeróbicos antes de desayunar tales como correr, andar en bicicleta o nadar. La intensidad debe ser baja con un ritmo moderado y constante. Además, es importante que el tiempo máximo de entrenamiento sea menor a los 45 minutos.
No podemos pasar de ese tiempo de entrenamiento en ayunas, para evitar una degradación de la masa muscular. Puesto que, además, debemos desayunar antes de la hora de levantarnos. Por lo tanto, la rutina debe ser corta.
Si nos gusta realizar ejercicios anaeróbicos, es decir con pesa, será mejor hacerlo luego de desayunar. Así aumentaremos nuestra masa muscular y quemaremos un mayor porcentaje de grasa.
Alimentación ideal luego de una rutina de ejercicios en ayuna
La clave de mantener nuestros músculos en forma también depende de la alimentación. Especialmente si decidimos realizar ejercicios en ayuna. En ese caso nuestro desayuno debe contener carbohidratos, tales como avena, pan y proteína como jamón o clara de huevo.
Beneficios de realizar ejercicios en ayuna
Este tipo de entrenamiento brinda grandes beneficios a nuestra salud en general. Tales como la liberación de antioxidantes, que retrasan el envejecimiento muscular. Sin embargo, todo depende de la condición física de cada persona.
Lo ideal es comer algo una media hora antes de entrenar, como, por ejemplo, una fruta o un producto lácteo desnatado para quemar grasa. Y desayunar de manera más completa una media hora luego del entrenamiento.
De esta manera todo el cuerpo se beneficiará de nuestra nueva decisión de hacer ejercicios en ayuna.
Desventajas de hacer ejercicios en ayuna
Este tipo de entrenamiento no es apto para todas las personas. Los beneficios solo se obtienen si la persona tiene un buen nivel deportivo. Porque hacer ejercicios en ayuna nos puede provocar una bajada repentina del azúcar, que nos puede dar síntomas muy desagradables como fatiga extrema, vómitos o mareos entre otras como presión arterial muy baja.
Si nuestro objetivo es solo bajar de peso no debemos intentar este tipo de entrenamiento. Existen maneras muy seguras de bajar de peso de manera saludable.
Una manera de bajar de peso: Dieta de calorías negativas.