Si te pedimos que relaciones el mes de octubre con algo, seguro que una de las primeras cosas que se te vienen a la cabeza es Halloween. También el otoño, la caída de las hojas de los árboles, los colores marrones de los paisajes y la vuelta (ahora sí que sí) a la rutina. Atrás han quedado los meses de vacaciones en la playa, pero con la llegada de octubre hay muchas cosas que puedes hacer y disfrutar. Por ejemplo, hablando de Halloween, hoy te vamos a ofrecer varias recetas de calabaza para que le des un toque diferente a este día más allá del «truco o trato».
Si no te gustan las meigas, las brujas y las calaveras, pero quieres disfrutar con los peques (¡o solo con los mayores!) de este día tan especial, te ofrecemos a continuación algunas de las mejores recetas de calabaza para Halloween.
¡No te lo pierdas! Compra este ingrediente clave y disfruta de la cocina más otoñal que puedes preparar.
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Crema de calabaza
La crema de calabaza es una de las recetas de calabaza más populares. Seguro que la has probado alguna vez o que incluso tú mismo la has hecho. Es muy fácil, nutritiva y barata, por lo que es una opción perfecta como entrante o como cena si no queremos añadirle muchos ingredientes a nuestra mesa y queremos algo que nos sustente y nos dé calor para las noches otoñales que ya empiezan a ser bastante frescas.
Ingredientes:
- 1 kg de calabaza
- 200 ml de vino blanco
- 1 zanahoria
- 1 patata
- Quesitos
- Caldo de pollo
- Aceite de oliva
- Sal
Preparación:
Lo primero que tenemos hacer cuando comencemos a preparar nuestra receta de la crema de calabaza es preparar la zanahoria y la patata. Las pelamos, las lavamos bien para evitar que se nos cuele cualquier resto de tierra o suciedad del ambiente y las troceamos. Las ponemos con un poco de aceite de oliva en una cazuela para rehogarlas.
Cuando veamos que empiezan a cambiar de color y están un poco doraditas, añadimos la calabaza que también habremos pelado y troceado previamente. Quítale las semillas. En algunas recetas se utilizan, pero en esta no.
Cuando la zanahoria y la patata ya estén doraditas, añádele a la misma cazuela la calabaza. Seguimos rehogando, dándole un par de vueltas y mantenemos hasta que la calabaza también vaya adquiriendo buen color, con cuidado de que no se nos queme la patata y la zanahoria. Con un par de minutos bastará. Ahora, añadimos el vino blanco y volvemos a subir el fuego para que se evapore el alcohol. Una vez que tengamos nuestra receta sin alcohol (hazlo bien, especialmente si van a tomar crema de calabaza los peques), añadimos el caldo de pollo y dejamos cocinar a fuego medio – bajo hasta que las verduras estén tiernas. Una vez que la textura sea blandita, echamos sal, apartamos del fuego y removemos bien para que todo se integre.
Ahora es el momento de añadir los quesitos, volvemos a remover y ya estará a punto para pasar por la batidora y el colador. ¿Cuántos quesitos necesitaremos? Depende la textura que quieras. Los quesitos aportan suavidad, por lo que tú decides cuantos echar. Normalmente, para esta cantidad, con 2-3 quesitos bastará. En cualquier caso, es un ingrediente que siempre puedes echar al final, en el propio plato, aunque no se mezcle como tal pero en trocitos también está rico.
Lo trituramos todo bien y luego lo pasamos por un colador o fino para evitar los grumos y que así nuestra crema sea finita y apta para todos los paladares.
Tarta de calabaza
Ingredientes:
- 1 kg de calabaza
- 500 ml de nata
- 250 gramos de harina
- 100 gramos de azúcar
- 100 gramos de mantequilla
- 3 huevos
- Nuez moscada
- Sal
Preparación:
Comenzamos nuestra receta de la tarta de calabaza preparando precisamente este ingrediente principal. Para ello, pelamos la calabaza, la partimos en trozos y le retiramos también las semillas. Como apreciación, las semillas las podremos utilizar en otras recetas de calabaza, por lo que si quieres, puedes guardarlas para ver cómo les puedes sacar partido.
La añadimos a una cazuela u olla pequeña para cocerla y que de este modo se quede blandita. Cuando esté lista de textura, la apartamos del fuego, la escurrimos y la pasamos por la batidora para triturarla bien. Después, te recomendamos pasarla también por un colador para evitar que se queden trozos gordos y así tener una textura bien homogénea.
Una vez que ya tenemos hecha puré nuestra calabaza, llega el momento de comenzar con la preparación de nuestra receta de repostería como tal. Para las recetas de calabaza, empezaremos con añadirle los huevos. Batimos bien hasta que todo esté bien integrado y añadimos a continuación la nata, el azúcar, la sal y la nuez moscada. No te pases con la sal, piensa que es una receta de postre y que debe estar dulce y no salado, por lo que con una pizca cogida con los dedos bastará. En cuanto a la nuez moscada, admite más preparación al gusto, un par de cucharaditas suele ser lo normal, pero depende de si te gusta más o menos, incluso puedes eliminarla si hay algún tipo de alergia o no te gusta nada. Removemos todo para mezclar y reservamos.
Ahora, en otro bol, preparamos una masa adicional. Para ello, mezclamos la harina y la mantequilla, junto con 6 cucharadas de agua para que todo se integre bien. Amasamos y dejamos reposar durante unos minutos en el frío de la nevera, mientras tanto vamos precalentando el horno. Con 10 minutos bastará. La sacamos de nuevos, la extendemos en un molde, forrando el fondo y los laterales y lo metemos en el horno durante 20 minutos a 180 grados.
Abrimos el horno y añadimos la masa que teníamos preparada con la calabaza. Volvemos a meter al horno durante 40 minutos y ya lo tendrás listo. ¿Conoces el truco del palillo? Para saber si una masa o una receta de repostería está bien hecha, abre el horno un poco para que no se vaya el calor cuando estamos mirando en su interior. Pinchamos con un palillo la masa y observamos si sale húmedo o con restos. En este caso, significa que todavía no está bien hecho. Para que una masa esté perfecta, el palillo debe salir seco. Eso sí, ten cuidado y sigue estas dos reglas: no abras el horno cuando esté subiendo la masa o romperás la cadena de calor y no subirá más; además, también debes tener cuidado de no pasarte demasiado con el horno, no solo porque se quemará tu receta, también la masa dejará de estar esponjosa y estará dura y poco apetecible.
Esperamos que te hayan gustado estas recetas de calabaza para preparar un entrante y un postre o una merienda y una cena y que disfrutes con ellas este año en Halloween o en cualquier otro momento del año. ¡No hace falta esperar a una fiesta especial para preparar una receta que te gusta! Además, en este caso, estamos hablando de un ingrediente sano, nutritivo y delicioso, que gustará a todos en casa por igual y con el que disfrutaréis tanto niños como mayores de un modo muy especial.
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