Seguramente la mayoría habrá escuchado hablar alguna vez de síndrome de colon irritable o, incluso, tiene algún conocido que lo padece. ¿Pero qué es realmente el colon irritable? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Existe tratamiento? ¿A qué se enfrentan las personas que lo padecen?

¿Qué es?

El síndrome de colon irritable o intestino irritable es un conjunto de trastornos funcionales del aparato digestivo que cada vez afecta a un mayor número de la población, especialmente en mujeres adultas. Sin embargo, puede presentarse a cualquier edad. Se caracteriza por periodos de estreñimiento, de diarrea o la alternancia de ambos. Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las personas que sufren de este trastorno es el descenso en su calidad de vida, ya que su vida gira entorno a este hábito.

Causas y Síntomas

Las causas del síndrome son desconocidas. Aunque se sabe que es provocado por una alteración en el funcionamiento del aparato digestivo, en algunos casos es producido después de haber sufrido una gastroenteritis, por la ingesta de algunos medicamentos y, en otros casos, desde el nacimiento.

Los síntomas más comunes son los dolores abdominales, los episodios de diarrea y los de estreñimiento, así como gases y dolor torácico. Los síntomas no son comunes a todas las personas, sino que varían de una a otra; algunas los padecerán todos, otras sólo algunos.

Diagnóstico y Tratamiento

Su diagnóstico se basa prácticamente en la exclusión, ya que aun no existe prueba específica. Primero se realizarán pruebas para descartar otro tipo de enfermedades como intolerancia a la lactosa o cáncer de colon. Se realizarán análisis de sangre completos, análisis de las heces, de orina, colonoscopia…

El síndrome de colon irritable no tiene cura, es decir, es una enfermedad crónica que afecta de por vida al que lo padece. Es por eso que el tratamiento va a depender de una dieta equilibrada, así como un estilo de vida saludable. Los alimentos que pueden y no pueden tomar las personas con este síndrome va a depender de los síntomas que padezcan: por ejemplo, si presenta episodios de estreñimiento, será aconsejable que ingiera la mayor cantidad de fibra posible; por otro lado, si son episodios de diarrea, la fibra prácticamente está prohibida. Dicho esto, el tratamiento más «general» es evitar la fructosa (presente en los refrescos) y evitar, en la mayor medida de los posible, el estrés. Otras recomendaciones son evitar las comidas copiosas, los alimentos flatulentos y el picante, masticar los alimentos mucho y a conciencia para ayudar a la digestión. Incluso con estas recomendaciones, lo mejor es que cada persona que lo padece, controle sus comidas para saber qué le sienta bien y que no. También es necesario añadir que, al ser crónica, todas estas recomendaciones y, aunque se lleve un estilo de vida completamente saludable, tan sólo se conseguirá atenuar los síntomas y/o espaciar las crisis.

Colon irritable y estrés

El estrés es el mayor enemigo de las personas que tienen colon irritable ya que afecta de forma directa al funcionamiento del aparato digestivo. Sin embargo, controlar el estrés no es fácil para estas personas. Viven condicionadas por este síndrome, y en los casos más graves, incluso se ven incapaces de llevar una vida normal. Lo más natural del mundo como ir al trabajo, salir con los amigos o la pareja, hacer un viaje… son cosas que las personas con síndrome de colon irritable deben planear con tiempo para poder controlar sus comidas días o incluso semanas antes. Este estilo de vida es muy estresante, ya que se ven impotentes y, en la mayoría de los casos, la sociedad no sabe qué es este síndrome y en qué medida afecta a la persona (y a sus familiares) que lo padece. Es por ello que, en algunos casos, éstas personas pueden llegar a sumirse en una depresión.