Sabemos que la sal es uno de los aditivos más utilizados en todo el mundo. Su uso es tan común que la comida baja en sal es considerada casi como una rareza. Sin embargo, estamos hablando de un condimento que puede resultar dañino para nuestro organismo, por lo que es muy importante que disminuyamos su consumo.
A muchas personas cuando se les dice que deben dejar de comer tanta sal piensan deben abandonarla por completo. Si bien este es el escenario ideal, todos sabemos que es prácticamente imposible. Por lo que la recomendación no es dejar de comer sal sino disminuir la cantidad.
Eliminar completamente la sal de nuestra dieta es muy poco factible porque nos hemos acostumbrado a su uso. Sin ella los alimentos nos sabrían raro y aunque no la agreguemos nosotros algunos productos que compramos la contienen. Dicho esto, te contaremos los beneficios de la comida saludable.
Contenido
Exceso: ahí radica el problema
En todos los aspectos de la vida los excesos son malos. En materia alimenticia esta ley no cambia, los excesos terminan por perjudicarnos de alguna manera u otra. Cuando hablamos de la sal tenemos que destacar las cantidades, pues si son excesivas causan problemas de salud.
En general, desde hace mucho tiempo es sabido que el exceso de sal es dañino, pero aun así algunas personas lo ponen en duda. No obstante, estudios de diferentes asociaciones y universidades, como la Universidad de Harvard, han comprobado que verdaderamente las grandes cantidades de sal producen efectos muy negativos para la salud, razón por la cual debe disminuirse su consumo.
¿Cuánta sal debemos comer?
Seguramente, como te hemos hablado de que la sal es dañina “en exceso”, debes estar preguntándote: ¿qué cantidad de sal puede considerarse adecuada y cuándo podemos decir que ya es un exceso?
Como te decíamos más arriba, la cantidad ideal de sal es 0%. Dado que científicamente no se ha determinado que la sal ofrezca algún beneficio para el cuerpo humano. Sin embargo, como también te comentamos, culturalmente hemos asumido el uso de la sal como algo necesario. De allí surge la complicación de eliminarla de la noche a la mañana.
Pese a todo lo anterior, necesitamos tener una cantidad de referencia para poder establecer cuándo estamos incurriendo en excesos. El consumo diario de sal debería ubicarse en apenas dos tercios de una cucharadita de té. A lo sumo, ya cayendo en la exageración, la cantidad de sal por ningún motivo debería superar 1 cucharadita de té por día.
¿Por qué usamos sal?
A estas alturas debes estar preguntándote por qué usamos la sal si es dañina y no nos aporta beneficios. La razón es que la sal sí tiene una ventaja, pero es para la conservación de los alimentos, no para nuestro organismo.
En la antigüedad, cuando aún no existían los congeladores, las personas tenían que ingeniar mecanismos para conservar los alimentos. Especialmente todos aquellos que se descomponen con rapidez, como las carnes. Una de las formas que descubrieron para preservarlos fue mediante el salado.
Al echar sal a la carne, por ejemplo, esta se mantiene fresca por más tiempo. Por supuesto, ahora usamos los refrigeradores para evitar que se descompongan los alimentos. Pero seguimos usando la sal porque nuestras papilas gustativas se acostumbraron a ella. Entonces se trata de un aspecto relacionado con el sabor y la costumbre.
Beneficios de la comida baja en sal
Recomendar la comida libre de sal no es un capricho, sino una verdadera ayuda para la salud. La sal en exceso ocasiona problemas para nuestro cuerpo, por lo que reducirla trae consigo ciertos beneficios como estos:
Adiós a las hinchazones
La retención de líquidos tiende a traer consigo el problema de la hinchazón, sobre todo en las piernas y los pies. Al disminuir la sal, atacas la retención de líquido y, por ende, se reducen las hinchazones.
Descenso de la presión sanguínea
Con la simple acción de reducir la cantidad de sal que ingerimos estamos ayudando a nuestra sangre a bajar su presión.
Reduce los problemas de estreñimiento
Cuando ingieres mucha sal esta se acumula en el aparato digestivo, incluyendo el intestino, y genera problemas de estreñimiento. Lógicamente, consumir comidas bajas en sal te permitirá prevenir ese tipo de conflictos intestinales.
Se reduce el riesgo de desarrollar cálculos
El desarrollo de cálculos, bien sea en la vesícula o en los riñones, está en cierta medida relacionado con el consumo de sal. Por lo tanto, la comida baja en sal puede ayudarnos a prevenirlos.
Evita la retención de líquidos
Existen personas que son muy sensibles a padecer retención de líquidos. Las grandes cantidades de sal pueden jugar un papel importante al impedir que los procesos del aparato excretor funcionen correctamente.
Al disminuir la sal te darás cuenta de que también se reducen los problemas con la retención de líquidos.
Te ayuda a perder peso
Al disminuir la retención de líquidos y mejorar los procesos digestivos, gracias a una ingesta de comida baja en sal, puedes perder peso de manera natural.
también LEE: MITOS SOBRE LA ALIMENTACIÓN SALUDABLE… ¿TÚ QUÉ CREES?
Menos riesgo de enfermedades cardiovasculares
Se ha determinado que el exceso de sal se relaciona directamente con problemas cardiovasculares. Así pues, la comida baja en sal te ayudará a reducir las probabilidades de sufrir accidentes cardiovasculares.
Comienzas a apreciar mejor los sabores
Es importante saber que con la comida baja en sal podrás distinguir mejor los sabores reales de cada ingrediente.
Al reducir la sal, primero te parecerá que los alimentos no saben a nada. pero poco a poco se irán adaptando tus papilas gustativas y empezarás a apreciar mejor los sabores.
Población de riesgo
Todos, sin excepción, debemos hacer lo posible para que nuestras comidas sean bajas en sal. No obstante, existen personas con ciertas condiciones que deben estar más atentas que otras.
Si tienes algunas de las condiciones que te mencionamos a continuación es mejor que reduzcas tu consumo de sal:
- Tener una edad que supera los 50 años.
- Sufrir de problemas de hipertensión o presión ligeramente elevada.
- Padecer de diabetes, sea tipo 1 o tipo 2.
- Haber tenido o tener cualquier tipo de padecimiento de carácter cardiovascular.
- Tener problemas de retención de líquidos.
- Haber sufrido o sufrir de cálculos en la vesícula o en los riñones.
¿Cómo comer bajo en sal?
Aunque te parezca difícil la idea de comer bajo en sal, estamos seguros de que te sentirás animado a hacerlo solo al recordar lo dañino que puede ser el exceso.
Además, ten presente que poco a poco te irás acostumbrando. Ya no tendrás esa necesidad de sentir los alimentos tan salados, sino que empezarás a disfrutar de su sabor natural.
A continuación te daremos algunas recomendaciones concretas para que te acostumbres a la comido baja en sal:
- Para empezar, si te gusta mucho la comida salada, opta por ingerir porciones más pequeñas.
- Trata de ir eliminando progresivamente los alimentos que traen sal añadida, como los embutidos, snacks, pepinillos, entre otros.
- Come alimentos bajos o libres de sal: los productos bajos en sodio están combinados con cloruro de potasio. Asimismo, los libres de sodio están condimentados en su totalidad con cloruro de potasio. Este compuesto ofrece un sabor muy similar al de la sal, pero sin todos los efectos negativos.
- Sustituye la sal con otros condimentos: las hierbas, el jugo de limón, especias y algunas raíces pueden aportarle el sabor salado a tu comida. Siempre que se pueda sustituye la sal por hojas de menta, jengibre, ajo, vinagre, mostaza, etcétera.
- Cocina tú mismo: esto es obvio, al cocinar tus propios platos puedes controlar la sal que le agregas a cada alimento.
Comida casera Vs. alimentos en la calle
- Cuando comas en un restaurante pide que no agreguen sal: en muchos expendios de comida, todos los platos ya vienen con sal agregada. Siempre pregunta y si se puede pide que no agreguen sal.
- Come vegetales que no necesitan sal agregada: las aceitunas y el aguacate tienen sabores intensos que no requieren que se les agregue sal.
- Sustituye productos envasados por productos naturales: en vez de comer snacks, cómete una fruta.
Finalmente, recuerda que la comida baja en sal, aunque pueda que te ofrezca menos sabor, significa más salud. Tú decides, la responsabilidad de mantener tu bienestar en óptimas condiciones está en tus manos.