Estamos solos y de pronto sentimos una presión en la zona del pecho. Inmediatamente, entramos en alerta, pues es común relacionar este síntoma con un infarto o cualquier otra afección de consideración. Pero, ¿realmente esos gases o dolor en el pecho son algo tan grave?
Quizás te preocupaste por un momento y sin razón alguna. Un susto que aunque es poco agradable, resulta casi innecesario si sabemos diferenciarlos entre uno y el otro. En realidad, el dolor de pecho tiene relación tanto con patologías delicadas, como benignas. Por ejemplo: los gases.
A continuación, sabremos el por qué ocurren los gases o dolor de pecho. Además, de cómo podemos distinguir entre ambos dolores y la manera simple de aliviar ese malestar. Ahórrate la preocupación de que sea solo una falsa alarma.
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Razones por las que confundes los gases o dolor de pecho
Para comprender las razones por las que confundimos gases o dolor de pecho es necesario saber cómo se producen.
Un dolor por gases
El dolor por gases empieza debajo del abdomen, específicamente en la zona inferior, donde finalizan el esternón y las costillas. Realmente, el término médico para esta área es el hipocondrio. Así que los dolores por gases se producen cuando el estómago y el esófago se dilatan. Cuando esto pasa, se punzan los nervios que ambos órganos tienen alrededor.
Aunque estos dolores le pueden ocurrir a cualquiera, a las personas que sufren ciertas condiciones pueden resultarles más frecuentes. Quienes tengan hernia de hiato, donde el estómago sube hacia el tórax, son los pacientes que lo pueden padecer. Por eso presentan dolores en el pecho, aunque en realidad es por la acumulación de gases.
Conociendo un poco el por qué se genera estas incomodidades por gases, podemos diferenciarlos de este modo. Este no comienza en el centro del pecho, porque ocurre en la parte inferior de la cavidad torácica.
Así es un dolor de pecho por patología cardíaca
Un dolor de pecho se evalúa con base en dos factores: sus características y la historia clínica del paciente. Esto colaborará para el diagnóstico final y precisará un tratamiento óptimo para curarlo lo más pronto posible.
Cada afección tiene un dolor diferente. Esto incluye las incomodidades por gases o dolor de pecho ocasionado en un cuadro de salud complejo. No es lo mismo sentir una presión a una punzada, como un dolor continuo o uno interrumpido.
Por ejemplo, cuando es isquemia cardíaca, el paciente describe una sensación de aprieto en el centro de la zona torácica. Lo que intentan explicar es que sienten un puño cerrado sobre su pecho. Esta dolencia puede llegar a expandirse hacia el cuello, la espalda o el brazo izquierdo.
¿Cómo es el dolor de un infarto?
Es el mismo tipo de sensación. Cuando hay un infarto ocurre un aprieto en el centro del pecho. Tiene la misma capacidad de expansión y puede verse complementado por sudor, falta de aire, palidez y palpitaciones. Si esto sucede, no cede a ningún tipo de analgésico, aunque el nivel de la intensidad puede variar.
Si bien es conocido como un dolor intenso, tampoco es la regla. Un tercio de los infartos se califican como ligeras incomodidades. Los pacientes diabéticos o de la tercera edad presentan tenues molestias. En realidad, es más su queja por sentir cansancio o malestar general que el dolor de pecho en sí.
Esto es lo que sientes cuando tienes gases
Cuando los dolores por gases son punzantes o agudos, pueden ocurrir en cualquier área del abdomen.
Incluso, pueden cambiar de lugar de manera repentina. Las personas lo manifiestan como un nudo en el estómago. Pueden verse acompañados de inflamación en el abdomen y expulsión involuntaria de gases (eructos o flatulencias).
Otra manera para distinguir la molestia por gases o dolor de pecho es saber que los primeros ocurren espasmódicamente. Los dolores por gases duran pocos minutos entre sí, por lo que pueden comenzar y finalizar rápidamente.
Pacientes de cuidado, presta atención:
Hay ciertas condiciones que aplican cuando se habla de gases o dolores de pecho. Por ejemplo: pacientes de cuidado que pueden presentar estas molestias de manera recurrente, entre ellos una persona con más de 40 años, sedentaria y con una dieta de grasas saturadas. Además, con una historia familiar de afecciones, adicciones a sustancias nocivas y sobrepeso es un caso de cuidado extremo.
Cuando las personas van al médico por dolores de gases, comúnmente es porque son intolerantes a ciertos alimentos. También se debe a que padecen de condiciones de salud como la hernia de hiato. Pero el hecho de que resulten “inofensivos”, en comparación a otra causa de un dolor, tampoco amerita descuido.
Debes consultar a un especialista por ese dolor causado por gases cuando:
- Ocurren entre 10 a 20 veces en un día.
- Es prolongado.
- Defecas con sangre y hay un cambio en la frecuencia y en el color.
- Vienen acompañados de vómitos o náuseas recurrentes.
Causas del dolor de pecho
Las causas de los gases o dolor de pecho son tan variadas que se pueden diferenciar casi de inmediato. Un dolor de pecho por alguna afección puede ser generado por diversas patologías, más allá de las cardíacas. Algunas de estas son:
- Embolia pulmonar.
- Hipertensión pulmonar.
- Artritis.
- Lesiones musculares.
- Herpes zoster.
Con respecto a la molestia por gases, este puede ser ocasionado por la alimentación o por condiciones de salud. Consumir ciertos vegetales o frijoles es una de las razones más comunes por las que se originan los gases. Algunas otras son:
- Haber tragado aire cuando se comía o bebía apresurada, o malos hábitos.
- Síntoma de una enfermedad intestinal inflamatoria (diverticulitis, colitis ulcerosa).
- Ser intolerante a alimentos lácteos o que contengan glúten, incluso con endulzantes artificiales.
- El estreñimiento dificulta la expulsión de los gases por el tracto gastrointestinal.
Así puedes aliviar el malestar en la zona torácica
Para aliviar tu malestar de la zona torácica, tienes que saber qué fue lo que lo causó. Para hacerlo, debes recostarte elevando el pecho con ayuda de varias almohadas. Esta posición es ideal para calmar las incomodidades generadas por los gases en el tracto digestivo.
También cambia tus hábitos alimenticios. Evita los alimentos que no soporta tu cuerpo al realizar la digestión. Por lo que debes prestarle atención a lo que consumas, porque será la diferencia entre un mal y buen momento.
Opta por otras recomendaciones saludables como beber agua en lugar de gaseosas o con azúcares. Elige comidas balanceadas en vez de saturadas en grasas, ya que son difíciles de digerir.
Sigue leyendo: Gases intestinales: causas, síntomas y tratamiento