Eres una mujer fértil, llevas una vida sexual activa, sientes ciertos cambios en tu organismo, comienzas a ilusionarte pero… seguramente te preguntas «¿ Cómo sé si estoy embarazada ?»
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La experiencia enseña que en un 30% de los casos, una mujer fértil, con una vida sexual activa y que no ha adoptado ninguna práctica anticonceptiva, puede quedar embarazada, y que el 80% de las parejas logra un embarazo en el primer año de sus relaciones sexuales. ¿Es tu caso? Entonces aprende las señales que tu organismo y tu entorno te están enviando y… ¡disfruta la experiencia de ser mamá!
Primeras semanas de vida del futuro bebé
Para comprender los síntomas de embarazo antes de que se produzca la primera falta menstrual, es interesante saber qué cambios están ocurriendo en tu organismo durante esas primeras horas, días o semanas de desarrollo del futuro bebé ya que cuando esa vida comienza, tu metabolismo cambia profundamente:
- Treinta horas después de que un espermatozoide haya logrado penetrar el óvulo, se produce la primera división celular.
- Entre cuatro y siete días después, el embrión se implanta en el útero y una hormona, la progesterona, comienza a enviar señales a tu organismo para que aumente la circulación sanguínea. En ese momento el embrión comienza a liberar sustancias químicas para que tu sistema de defensas no lo considere un “cuerpo extraño” y lo rechace. También aumenta en un 50% la sangre que circula por tu organismo. El resultado de todo esto es… ¡náuseas matinales!
- Siete días después de la fecundación comienza a formarse la placenta. La placenta es una membrana que servirá de apoyo a la nueva vida, conectándola con el organismo materno. La placenta le proporcionará un sistema de alimentación continua y funcionará como su pulmón, y también transferirá los desechos producidos por ese nuevo organismo para que la madre los elimine a través de su propio sistema.
- Tres semanas después el futuro corazón comienza a latir en forma desordenada.
- A las cuatro semanas de gestación tiene 5 mm de diámetro y crece un milímetro por día.
A esta altura, probablemente ya habrás confirmado tu embarazo, pero para entonces ya habrás tenido otros síntomas de embarazo además de las náuseas…
Cómo sé si estoy embarazada…
- Mareos, baja presión, desmayos: como decíamos, tu organismo debe producir más sangre y hormonas y enviarlas a la placenta. Esto puede producir momentáneamente falta de irrigación sanguínea en el cerebro, provocando los clásicos mareos, baja presión y desmayos (de hecho durante el embarazo se produce el período de menor presión arterial de la vida). No tienen ninguna consecuencia sobre tu organismo ni el del bebé; simplemente debes sentarte o recostarte y esperar a que pasen.
- Sueño, excesivo cansancio, irritabilidad: se deben a los esfuerzos extra que realiza tu organismo para adaptarse a la nueva condición de gestante y enviar la energía necesaria a la placenta; es interesante saber que la placenta consume el 50% de la glucosa que produce tu organismo es decir… ¡la mitad de tu energía! Cómo no estar agotada, ¿no es cierto? Estos síntomas deberían desaparecer a las pocas semanas de embarazo, pero si persisten consulta con tu doctor.
- Náuseas y vómitos: ya hablamos de estas desagradables sensaciones; son provocadas por las sustancias químicas producidas por el feto con el objeto de neutralizar el rechazo del sistema inmunitario materno, y conseguir que la madre permanezca en reposo para facilitar la implantación. Deben desaparecer en poco tiempo; mientras duren, procura comer porciones pequeñas y no dejar pasar muchas horas sin comer.
- Cambios en la percepción de olores y sabores: debido a los cambios hormonales puedes percibir de manera diferente los olores y sabores habituales. Es más, tal vez de pronto se te antoje un alimento o bebida que siempre te provocó rechazo o sientas la necesidad de ingerir algún alimento en especial.
- Exceso de producción de saliva: este problema se denomina ptialismo; suele aparecer alrededor de la sexta semana de vida del feto y se debe a los cambios hormonales y metabólicos.
- Dolores de tipo premenstrual: suelen aparecer al comienzo del embarazo. Si sientes estos dolores pero no se produce la menstruación… probablemente se deban a un embarazo.
- Intuición: Seguramente has oído hablar (o quizás experimentado en carne propia) acerca de la famosa intuición femenina… ¡No la desestimes! La necesitarás, y mucho, en cuanto nazca tu bebé. Pero ¿es posible que una mujer intuya que se encuentra embarazada? La experiencia indica que muchas mujeres se dan cuenta de que “algo está cambiando”, especialmente si están predispuestas a percibir los cambios porque tienen la ilusión de quedar embarazadas. Si es tu caso presta atención a otros cambios, como aumento en el tamaño de mamas y cintura.
- Cambios de conducta de los animales domésticos: en muchos hogares hay perros o gatos, de hecho los animales domésticos más habituales, y las familias los consideran uno más de sus integrantes. Los entusiastas de las mascotas dicen que éstas pueden percibir el embarazo de sus dueñas aún antes de ellas mismas, probablemente debido a que pueden oler los cambios hormonales.
- Cambios de conducta en los niños: si hay más niños en la casa… ¡también ellos pueden intuir que estás embarazada! Evidentemente, no vas a ir a preguntarles cómo sé si estoy embarazado, pero tal vez junto con tus propias sensaciones, adviertas cambios en la conducta de los niños, como mostrarse más cariñosos o demandar mayor atención.
- Cambios en la conducta de tu pareja: el sindrome de la “couvade”. Parece ser que antiguamente en algunos pueblos de Francia, cuando nacía un bebé, el padre se acostaba con el recién nacido en brazos… ¡para recibir las felicitaciones de toda la familia! Este antiguo ritual se denomina “couvade” y actualmente se aplica a síntomas de embarazo que experimentan las parejas de mujeres embarazadas. Si sientes náuseas, mareos o vómitos y tu pareja también… ¡casi sin dudas estás embarazada!
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