Por desgracia, el cáncer es una emergencia mundial. En 2012, hubo más de 8 millones de muertes y se estima que para 2024 casi 20 millones de personas convivirán con la enfermedad. En este caso y aunque a veces es una «lotería», no podemos hacer mucho por evitarlo. Sí es cierto que hay ciertos alimentos, hábitos o rutinas con las que podemos hacer algo, pero por lo general, hay otros factores que influyen en la predisposición de una persona a contraer esta fatal enfermedad. Como decimos, la prevención muchas veces no está en nuestras manos, pero sí su detección. Realizarse chequeos periódicos y, sobre todo, escuchar a nuestro cuerpo, es fundamental para interpretar estas señales de cáncer que nos pueden salvar la vida.
Hoy queremos repasar las cuatro más habituales. Ojo, no queremos ser alarmistas ni convertirnos en un blog más de lo que lo achacan todo a esta enfermedad. Si identificas alguno de estos síntomas (o incluso todos), no significa que tengas que temer por tu vida, pero sí te recomendamos que seas precavido y acudas a un doctor para evaluar tu estado de salud. Como verás, son síntomas muy comunes que se pueden confundir fácilmente con cualquier otra causa, pero lo importante es no darles la espalda ni restarles importancia. Todo en su justa medida.
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4 señales de cáncer en tu cuerpo
Mala cicatrización:
Si tus heridas tardan en cicatrizar más de cuatro semanas, es un claro síntoma de que algo no va bien. Vigila tus heridas y observa el tiempo que tardan en desaparecer.
Pérdida de peso:
Uno de los síntomas más evidentes y conocidos de un cáncer, es la pérdida de peso. Pero cuidado, que adelgaces no significa nada por sí solo. Observa tus rutinas y tus hábitos: si estás comiendo menos o peor, si estás muy estresado o si tu ritmo de vida ha cambiado, esta pérdida de peso no tiene por qué significar nada. Pero si ha ocurrido de la noche a la mañana y no hay una explicación lógica, no estaría de más que pasaras por un doctor. Puede ser una de las señales de cáncer más evidentes, pero también otro síntoma de cualquier otro tipo de problema. No lo dejes pasar.
Toser sangre:
Si has empezado a toser sangre, este síntoma sí que no debes dejarlo de lado. Es uno de las más habituales señales de cáncer de pulmón y rara vez tiene otra explicación «lógica» (o al menos, alguna de la que debamos despreocuparnos).
Aparición de lunares:
La aparición repentina de lunares, sean del tipo que sean, es otra de las señales de cáncer que emite nuestro cuerpo. Si son dolorosos, sangran o crecen de tamaño, la advertencia es aún peor. De todos modos, no debes restarles importancia nunca.
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