2020 ha sido el año del cambio. Quién nos iba a decir que íbamos a tener confinamientos domiciliarios, ciudades enteras cerradas al tránsito de personas y el traslado del trabajo de la oficina a casa, compartiendo espacio con nuestras familias y tratando de integrar nuestra vida profesional con la doméstica. Nuestros compañeros de trabajo fueron nuestras parejas, padres, hijos, incluso mascotas. Y acudir al supermercado era un plan de alto riesgo, además de nuestro único “contacto” con seres humanos, más allá de los convivientes. Visto así, la situación da miedo, mucho miedo. Sin embargo, también ha traído algo bueno. Como decía, el teletrabajo es una de esas cosas positivas. Muchas personas han logrado encontrar un mejor ambiente y la posibilidad de desarrollar su profesión ahorrando atascos y reduciendo tiempo. Pero, entre todos estos cambios, ha surgido una nueva necesidad: mejorar la calidad de las videollamadas.
Este tipo de comunicación se ha convertido en el centro de nuestra vida. Mejorar la calidad de las videollamadas es crucial tanto para nuestros encuentros personales (a nadie le gusta mantener una conversación con alguien que se queda a tirones cada dos por tres o cuya cara está formada por píxeles enormes), como, por supuesto, los laborales, ya que dan una imagen mucho más profesional de nosotros mismos. Sin más preámbulos, a continuación, te dejamos una pequeña guía que hemos preparado con consejos para mejorar la calidad de las videollamadas.
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4K, Full HD, HD… ¿Qué webcam necesito?
La resolución de la webcam que tengas en casa o que vayas a comprar nueva te va a dar una buena idea sobre si vas a empeorar o a mejorar la calidad de las videollamadas, pero ten en cuenta que no es el único factor a tener en cuenta si queremos proyectar una buena imagen. Como veremos a continuación, influyen otras variables.
Pero, por supuesto, la resolución de la webcam es importante. Te recomendaríamos, por relación calidad – precio, comprar un modelo Full HD. Las 4K son mejores, por supuesto, pero debes valorar si te compensa la relación calidad – precio y, sobre todo, si el fabricante no ha rebajado otro de los componentes (como el sonido) para poder meter este tipo de tecnologías.
¿Dónde vas a situar la cámara?
Este es otro detalle a tener en cuenta. No sirve de nada que tengas una cámara último modelo (hablamos tanto de webcam externas como de la propia cámara del móvil o del tablet, que suelen ser buenos aliados también para mejorar la calidad de las videollamadas), pero que la cámara la coloques en un ángulo imposible. El lugar donde la pongas va a determinar mucho a la hora de dar una buena imagen o no. Debes estar atento no solo a que tú salgas favorecido (estúdiate bien tu ángulo más favorecedor y haz alguna prueba previa), si no que también debes ver el ángulo externo.
¿Se ve desorden? ¿Hay muchos elementos que distraen la atención de ti? ¿Estás descentrado o desenfocado? ¿Demasiado cerca o demasiado lejos? Todo esto lo debes tener en cuenta, así como la situación de la luz. Evita contrastes, sombras o ponerte a contraluz. Ten en cuenta también si, durante la videollamada, va a haber algún cambio significativo. Por ejemplo, si la comenzarás por la tarde, si empezarás de día y terminarás de noche. Todo esto afecta para mejorar la calidad de las videollamadas y es un trabajo que harás una sola vez y ya no tendrás que volver a repetir el resto de las veces que tengas que hacer alguna comunicación de este estilo.
El sonido, un imprescindible al que se le presta poca atención
Una videollamada con un mal sonido no es nada. Casi, te diríamos que es incluso más importante que la imagen. Que se te escuche alto y claro es vital. Por eso, solemos recomendar hacer uso de algún aparato externo de sonido y, sobre todo, no emplear altavoces. Siempre auriculares. ¿Por qué? Porque si usas altavoces, el micrófono recogerá también ese audio y se lo devolverá a la persona que está hablando, por lo que se escuchará doble, con eco y será redundante además de molesto.
Asegúrate que se te escuche bien, de forma nítida y sin interferencias. Hoy en día, cualquier auricular suele dar una buena calidad de sonido, por ejemplo, los true Wireless de Apple o Huawei van muy bien para mejorar la calidad de las videollamadas. Por supuesto, las webcam de alta gama también cuentan con un buen micrófono. Asegúrate de configurarlo bien para indicarle a tu móvil o tu PC por dónde debe recoger el audio y por donde la imagen, para que cada uno de ellos se proyecte desde el lugar desde el que quieres que se emita. Por supuesto, no estaría de más que hicieras también una pequeña prueba antes de empezar, especialmente si va a ser una llamada profesional.
La calidad de internet: lo más básico para mejorar la calidad de las videollamadas
Hay un factor que influye por encima de todo para mejorar la calidad de las videollamadas: tu conexión a internet. Da igual que tengas una cámara último modelo o un micrófono de streamer profesional y un ángulo perfecto. Si tu internet no va bien, lo sentimos, pero no tienes nada que hacer. Apuesta siempre por fibra en lugar de ADSL y busca una conexión que sea potente tanto a la hora de subir como de bajar contenido. En las videollamadas, precisamente, se hace este doble trabajo, por eso es importante que tu fibra sea lo más simétrica posible.
También es importante que vigiles el ping que te da tu router y estar lo más cerca posible de él o de algún punto de acceso. Para este tipo de comunicaciones, evita usar redes públicas o tener en casa descargando algún contenido pesado, para evitar cortes y/o posibles interrupciones que, por supuesto, no deseas que sucedan.
¿Y qué hay de ti? Tu imagen también puede influir si hablamos de mejorar la calidad de las videollamadas
Puede sonar algo frívolo, pero es cierto que, al final, en las videollamadas tú serás el protagonista, por tanto, la imagen que transmitas de ti mismo es muy importante para que el interlocutor se encuentre a gusto, tome una buena opinión de ti y de tu trabajo. En este sentido, y aunque estés en casa, trata de tener una imagen limpia e higiénica. Por supuesto, no hace falta que te pongas los tacones, pero una prenda de color neutro, que no parezca de estar por casa, y el pelo limpio te ayudará. En cuanto al maquillaje, hay muchas discrepancias al respecto, pero, en cualquier caso, opta por aquello que a ti te haga sentir más cómodo. Es cierto que al estar en casa se permite no estar maquillado, pero evita aparecer con cara y pelo de estar recién levantado.
Y, por último, cuida bien tu postura. Piensa que, mientras estás en una videollamada, cada gesto y cada detalle puede ser analizado. Mantente recto, en una actitud profesional y sobre todo no te olvides de sonreír. Al final, en este tipo de comunicaciones se pierde cercanía y es muy importante mantener la sonrisa o al menos una actitud amable y agradable para tratar de romper ese hielo que existe tras las cámaras.
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