Oímos hablar frecuentemente sobre la tensión: alta, baja… los extremos nunca son buenos y menos si hablamos de salud. Pero, ¿sabes exactamente qué es la tensión arterial? Te lo vamos a explicar brevemente y de forma sencilla para que lo entiendas: es la presión que hace la sangre cuando recorre las venas. Es de vital importancia mantenerlas en los valores médicamente recomendados para que no tengamos riesgo de sufrir accidentes que pueden llegar a costarnos la vida.
Por ello, hoy queremos ayudarte a que te cuides de forma natural, en casa y con unos pocos ingredientes naturales que te pueden hacer mucho bien.
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Presión sistólica y presión diastólica: tipos de tensión arterial
Aunque no solemos clasificar, la tensión arterial se divide a su vez en dos tipos. Por una parte, vemos la presión sistólica, la cual refleja las contracciones del corazón; por otra, la diastólica, la cual nos habla de la presión mínima de las arterias.
Los valores que recibimos en las pruebas de tensión muestran la sistólica en primer lugar y la diastólica en segundo. Por ejemplo, la ideal sería 120/80, mientras que a partir de 140/90 ya se considera hipertensión.
Recetas de zumos para la hipertensión
Controlar la tensión es básico. Y aunque si la tenemos alta el médico nos va a recetar algún tipo de fármaco para regularla, en casa también podemos ayudarnos con algunas recetas naturales como estos zumos para la hipertensión.
Ajo y zanahoria
El ajo es un superalimento que nos ayuda casi con cualquier cosa que necesitemos. Por su parte, la zanahoria contiene una gran cantidad de vitamina A y contribuye también a regular nuestra presión arterial.
Para preparar este rico y sano zumo, necesitaremos 1 diente de ajo y varias zanahorias, dependiendo de su tamaño. Pelamos la zanahoria, hacemos zumo con ella hasta rellenar un vaso (250 ml). Cuando lo tengamos listo, machacamos el ajo bien y lo añadimos al zumo de zanahoria. Si quieres evitar encontrarte trozos, puedes pasarlo de nuevo por la licuadora.
Zumo de perejil y zanahoria
La zanahoria vuelve a ser la protagonista, pero en esta ocasión las acompañamos de un poquito de perejil. Este zumo es más dulzón que el anterior y probablemente te guste más de sabor.
Necesitarás 2 zanahorias grande y un poco de perejil al gusto. Pelamos las zanahorias, las cortamos y las ponemos en la licuadora junto con el perejil picado. Lo licuamos todo bien y ya tenemos nuestro zumo listo. Podemos tomarlo a temperatura natural o fresquito, incluso con un poco de hielo picado.
Zumo de zanahoria y naranja
En esta ocasión, acompañamos nuestras 2 zanahorias grandes con 1 naranja. El proceso es prácticamente idéntico en todos los zumos para la hipertensión. En este caso, exprimimos la naranja y en la licuadora colocamos el zumo resultante y la zanahoria pelada y cortada en rodajas.
Licuamos bien hasta que esté todo bien mezclado y tomamos al instante.
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