Tener el vientre plano es el sueño de muchos ya que aunque estemos en nuestro peso ideal, una tripa incipiente puede ser el detonante que arruine nuestra figura. Esto nos lleva a preguntarnos cómo tener un vientre plano.
Una alimentación saludable es muy importante en el hecho de cómo tener un vientre plano, ya que es la parte del cuerpo donde se trabaja todo lo que ingerimos. Por eso hay ciertos factores que debemos tener en cuenta a la hora de organizar nuestras comidas como la pirámide de los alimentos, que nunca debemos olvidar, y estos trucos que nos pueden ayudar. Pero todo eso no sirve si no tenemos en cuenta una serie de factores que analizamos a continuación.
Alimentación y cómo tener un vientre plano
¿Qué comer y cómo hacerlo para tener un vientre plano?
Limita el consumo de grasa. Estamos hablando de las grasas “trans” que se encuentran sobre todo en los productos precocinados, bollería industrial y en la comida basura en general. Procura que la carne que consumas sea magra y así evitarás ingerir grasas innecesarias. Si bien esta carne suele ser menos jugosa, ahí es donde entra tu ingenio culinario para realizar platos super apetecibles. Por otro lado las grasas monoinsaturadas son muy buenas y pueden incluso ayudarte a perder peso tomándolo de forma moderada. Este tipo de grasas buenas las podemos encontrar en el aceite de oliva, frutos secos y frutas como el aguacate.
Reduce el consumo de sodio. Este elemento ayuda de forma exponencial a la retención de líquidos. Aunque se encuentra de manera natural en la mayoría de los alimentos está muy presente en la sal de mesa, ingrediente que sí podemos reducir en nuestra dieta. Si a pesar de utilizar poca sal en la cocina continúas reteniendo líquidos o no quieres renunciar a una comida sabrosa, pueden encontrar en los supermercados sal libre de sodio que, aunque es más cara, te quitará este problema.
Consume suficiente fibra. Es posible que el motivo de tu vientre hinchado no sea la grasa o la retención de líquidos, sino causa de aire atrapado en tu sistema digestivo. Aunque en un principio nos pueda parecer que la fibra aumentará en tamaño nuestra tripa, lo que hace es ayudarnos a una correcta digestión, y eso nos ayuda a eliminar gases y evitar el estreñimiento y así tener un vientre más plano.
Evita comer en exceso. Lo que el cuerpo nos pide y lo que necesita no siempre está relacionado. Es cierto que debemos “escuchar” a nuestro cuerpo ya que suele darnos pistas de lo que necesita, como cuando tenemos una bajada de azúcar y tenemos antojo de dulce; pero eso no quiere decir que le demos todos los caprichos que nos pida, ya que lo más seguro es que sea sólo por glotonería. Procura comer al menos cinco veces al día, tres platos principales y dos picoteos siempre saludables; que conste de platos equilibrados, bajos en grasas e intenta reducir la cantidad de cada uno de ellos. Come despacio masticando bien cada cucharada, así el estómago sabrá realmente lo que estás ingiriendo y no te pedirá más de la cuenta ya que aumentará la sensación de estar saciado. No tengas miedo en reducir la cantidad, ya que el tentempié te ayudará a llegar a la siguiente comida sin ansiedad.
No saltarse las comidas y dar a cada una la importancia que merece. Respeta el dicho: “desayuna como un rey, almuerza como un marqués y cena como un mendigo”; los dichos populares están llenos de sabiduría, por las noches el cuerpo no necesita demasiada energía ya que vamos a mantenerlo en reposo, y por el contrario en la mañana tenemos que darle la fuerza necesaria para afrontar el día. Por otro lado no debes saltarte ninguna comida, ni de las principales ni de los tentempiés, ya que sólo conseguirás llegar a la siguiente ingesta con mucha más hambre y comeremos más de la cuenta.
Bebe mucho líquido. Al menos dos litros de agua al día acompañados de infusiones te ayudarán a tener el vientre plano que tanto anhelas, ya que la orina es la forma que tiene el cuerpo de eliminar toda la grasa y toxinas que no necesita. Además las infusiones te ayudan a perder peso. Pero cuidado, no valen todos los líquidos: reduce el consumo de alcohol que por el contrario lo que hace es ayudar a coger peso.
Reduce el consumo de azúcar. Aunque aporte el dulzor que tanto nos gusta el azúcar solo nos aporta calorías vacías y que nos cuestan eliminar. Uno de los primeros pasos de cómo tener un vientre plano consiste en eliminarlo de tu dieta. Si por las mañanas necesitas un toque dulce puedes optar por sustituirlo por elementos más naturales como la miel o la stevia.
Consejos
- No pases hambre nunca. El objetivo es sentirnos bien, no pasar un mal rato y soñar con la siguiente comida. Si te sientes vacío y necesitas comer mejor optar por “engañar” el estómago con una infusión o con una pieza de fruta ligera.
- Siempre es mejor consultar con un médico o especialista, ya que estos son consejos generales y puede que para ti sea más beneficioso modificar o no realizar algunos de ellos.
- Huye de las dietas relámpago. El mejor consejo de cómo tener un vientre plano es la perseverancia de buenos hábitos, las dietas relámpago solo te ayudarán unos días y te arrepentirás al terminarlos porque volverás al mismo sitio o incluso peor.
- Un sueño reparador. A veces no le damos la importancia que merece al sueño. Mientras dormimos el cuerpo descansa y permite que todo funcione de forma correcta. Si no dormimos suficiente es posible que uno de los efectos secundarios sea un vientre más abultado.
- Intenta disminuir tu estrés. Muchas veces los nervios se nos cogen en la barriga y eso hace que aumenten nuestros gases y el volumen de la tripa.
En resumen si quieres saber cómo tener un vientre plano debes vigilar la alimentación, dormir lo suficiente y tomarte la vida de forma relajada.