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Trastornos de la audición: sordera

Trastornos de la audición: sordera
El oído, complejo sistema de audición, nos permite relacionarnos con el medio

Entre los trastornos de la audición que aparecen con mayor frecuencia encontramos la sordera o hipoacusia.

Y si tenemos en cuenta que nuestras vidas se desarrollan en un medio sobresaturado de vibraciones nos percatamos que lamentablemente solo una parte muy pequeña pueden ser captadas por el complejo sistema de la audición de los seres humanos. Estas señales son trasladadas a los niveles superiores del sistema nervioso central como estímulos que llegan a la persona formando parte del sistema de señales, entre ellos el lenguaje, que nos permiten expresarnos como seres sociales que somos.

Pero sería oportuno conocer cómo es que recibimos estas señales, en otros términos ¿por qué oímos?

La anatomía del oído humano se divide en:

  • oído externo
  • oído medio
  • oído interno
Las estructuras del oído garantizan la posibilidad de escuchar y por lo tanto relacionarnos con otros seres humanos
El oído, complejo sistema de audición, nos permite relacionarnos con el medio

Y justamente a partir del oído interno salen las conexiones nerviosas que lo interrelacionan con el sistema nervioso central, fundamentalmente a través de un nervio llamado nervio coclear y por el nervio vestibular.

¿Qué causas pueden determinar dificultades auditivas?

Basado en las causas y el grado de afectación de la capacidad auditiva se puede considerar que es total o parcial.

Ahora bien, la dificultad auditiva parcial es la que se conoce como hipoacusia, y se define como la incapacidad para escuchar sonidos en uno o en los dos oídos.

En tanto si se trata de la pérdida de la audición, esta puede ser definida como leve, moderada, grave o profunda. Justamente, si se trata de una perdida de la audición profunda es que se denomina sordera.

Pero ¿acaso existen factores para considerar que la hipoacusia estará presente?

De hecho se encuentra reflejados en la literatura médica diversos factores para justificar la hipoacusia en los niños. Entre estos se encuentran:

  • Antecedentes familiares
  • Anomalías congénitas
  • Bajo peso al nacer
  • Acúmulo de cerumen en el oído
  • Acúmulo de líquido detrás del tímpano
  • Lesión o ruptura del tímpano
  • Objetos atorados en el conducto auditivo externo
  • Cicatrización en el tímpano como consecuencia de infecciones múltiples
  • Exposición a productos tóxicos, bien sean de naturaleza química o medicamentos a los que son expuestos durante el embarazo o en la etapa perinatal
  • Infecciones maternas que se transmiten al niño durante el embarazo, como pueden ser la toxoplasmosis, sarampión o herpes
  • Enfermedades infecto-contagiosas que pueden ocasionar daño en el cerebro, como pueden ser meningitis o sarampión
  • Daños estructurales en el oído interno
  • Tumores

¿Qué manifestaciones podemos apreciar de las hipoacusias y sorderas?

Siguiendo los criterios del Instituto Nacional de Sordera y otros Trastornos de Comunicación (National Institute on Deafness and OtherCommunication Disorders)   se considera que existe disminución de la agudeza auditiva si las personas:

  1. no pueden escuchar a otra persona aun si habla a corta distancia.
  2. necesitan escuchar a mayor volumen la televisión.
  3. no pueden escuchar las conversaciones cuando hay muchas personas.
  4. tienen zumbidos en los oídos.
  5. piden repetir lo que acaban de decir otras personas.

Características esenciales de los diferentes tipos de sordera.

Podemos encontrar diferentes tipos de sordera entre las que se encuentran la sordera de conducción. Existe este tipo de sordera cuando el sonido no logra transitar con eficiencia las estructuras de la anatomía del oído, es decir, el conducto auditivo externo, tímpano y los huesecillos del oído medio.

Entre las causas que con mayor frecuencia encontramos están los tapones de cerumen en el conducto externo.

Si aparecen de forma frecuente y repetida resfriados, infecciones de las vías respiratorias altas, alergias, y acumulo de secreciones en el oído medio.

En muchas ocasiones se resuelve con un simple lavado de oídos pero frente a la necesidad de repetir las palabras, ese «¿qué?» frecuente, no lo dejes de la mano y acude a tu médico para definir si se trata de algún tipo de sordera.